Este jueves 20 de marzo, las fuerzas rusas y ucranianas se acusaron mutuamente de lanzar nuevos ataques aéreos, pese a que esta semana los presidentes de los dos países prometieron un alto el fuego sobre infraestructura energética por 30 días, de cara a negociaciones de un alto el fuego duradero, que se reiniciarán en Arabia Saudita el próximo lunes. Entretanto, la Unión Europea y Reino Unido se movilizan en sus planes de apoyo a Ucrania y rearme del Viejo Continente ante el distanciamiento de EE. UU., que se acerca cada vez más a Moscú.
“Nada ha cambiado”, pese al acuerdo de alto el fuego parcial entre Kiev y Moscú, reconoció el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, este jueves 20 de marzo.
Y es que en el campo de batalla los enfrentamientos militares continúan, mientras las infraestructuras energéticas, instalaciones de gas y petróleo, depósitos militares y zonas residenciales siguen siendo bombardeadas a lado y lado, según denuncian ambos gobiernos.
El Ministerio de Defensa de Ucrania confirmó este jueves que sus fuerzas atacaron con drones el aeródromo militar de la ciudad rusa de Engels, cuya base, que data de la época soviética, alberga los bombarderos estratégicos pesados rusos Tupolev Tu-160 con capacidad nuclear, conocidos extraoficialmente como Cisnes Blancos.
Como resultado, asegura Kiev, las tropas de Moscú perdieron un número indeterminado de misiles Kh-101. “En Engels, como consecuencia del ataque, los rusos perdieron misiles, en particular (misiles) Kh-101. La cantidad será establecida más tarde”, señaló el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional de Ucrania, Andrí Kovalenko.
El funcionario de Kiev agregó que Rusia guarda en ese aeródromo una parte importante de los misiles que utiliza para atacar Ucrania.
Vídeos verificados por Reuters mostraron una gran explosión que se extendió desde el aeródromo y destruyó casas de campo cercanas. Además, diez personas resultaron heridas. El gobernador de Sarátov, Roman Busargin, ratificó que el ataque dejó el aeródromo en llamas y que los residentes de la zona habían sido evacuados.
Entretanto, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que en las últimas horas sus defensas aéreas derribaron 132 drones ucranianos sobre regiones rusas.
Este ataque de Kiev llega un día después de que el Gobierno de Volodímir Zelenski denunciara una andanada de ataques rusos a lo largo de Ucrania, incluidas infraestructuras civiles y energéticas, pese a que el martes 18 de marzo, el líder del Kremlin, Vladimir Putin, se comprometió a aceptar un alto el fuego sobre instalaciones energéticas ucranianas por 30 días, en una esperada llamada con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
En ese momento, Moscú aseguró que sus defensas destruyeron 57 drones, 35 de ellos en la región rusa de Kursk-donde Ucrania lanzó una importante incursión en agosto de 2024-pero no especificó cuántos fueron lanzados por su vecino país.
El lado ruso también atacó Ucrania este 20 de marzo. Una nueva avalancha de drones contra Ucrania dejó al menos a 10 personas heridas, incluidos cuatro niños, y dañó viviendas en la ciudad de Kropyvnytskyi, según informaron las autoridades locales.
Las defensas aéreas ucranianas derribaron 75 de los 171 drones rusos, según indicó la Fuerza Aérea del país, que añadió que 63 drones se "perdieron", en referencia al uso de guerra electrónica por parte del Ejército ucraniano para redirigirlos.
"Kropyvnytskyi sobrevivió al ataque enemigo más masivo (…) Edificios residenciales tranquilos fueron destruidos: casas particulares y edificios de varias plantas", declaró Arkadyi Raikovych, gobernador regional.
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EE. UU. y su apuesta por mediar entre Kiev y Moscú
Los encuentros serán por separado y tendrán lugar el lunes 24 de marzo. Primero, Washington informó del encuentro entre una delegación de su Gobierno con sus pares rusos. Y posteriormente, este jueves, Volodímir Zelenski confirmó la reunión de los representantes de su país con los funcionarios estadounidenses.
A las reuniones las partes llegarán tras el compromiso de la tregua limitada por 30 días sobre la infraestructura energética, un compromiso que surgió de la conversación telefónica que sostuvieron Trump y Putin el pasado martes 18 de marzo.
Sin embargo, la oferta inicial del mandatario estadounidense se refería a un alto el fuego total, aunque también de 30 días, que Kiev ya había aceptado, pero frente a la cual Putin mostró reticencias. Limitarlo a solo instalaciones energéticas y hasta ahora incumplido hace saltar las dudas sobre su efectividad.
Aun así Estados Unidos mantiene el pulso sobre un cese de ataques limitados con miras a extenderlo a una tregua duradera.
Durante la esperada conversación telefónica entre Trump y Putin esta semana, el mayor compromiso fue el del alto el fuego limitado y la continuación de conversaciones en el territorio saudita.
Mientras tanto, en la llamada entre Trump y Zelenski, un día después de la que sostuvo el estadounidense con el líder del Kremlin, Trump propuso el control por parte de EE. UU. de la central nuclear de Zaporizhia, la más grande de Europa, y ocupada por Rusia. Sin embargo, Zelenski sostuvo públicamente este jueves-durante su intervención por videoconferencia en la cumbre del Consejo Europeo-que afirmó a su homólogo estadounidense que esa planta nuclear no funcionará a menos de que esté bajo control ucraniano.
Asimismo, Zelenski pidió ayuda aérea adicional para proteger a la población civil ucraniana de los ataques rusos, específicamente sistemas de misiles Patriot, a lo que el líder de la Casa Blanca respondió que está dispuesto a “localizar” ese equipo requerido para Ucrania en Europa, según declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una declaración justo después de que culminara la llamada.
La UE se moviliza para rearmar Europa y respaldar a Ucrania
La exigencia clave de Putin a Occidente sobre dejar de proporcionar ayuda militar al país sobre el cual lanzó la invasión hace más de tres años está siendo ignorada. Quizás está obteniendo mayor poder de convencimiento en Estados Unidos, ahora bajo el mando de Donald Trump, pero no en Europa.
Este jueves, en la cumbre del Consejo Europeo, en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países debatieron la situación de la guerra en Ucrania y el plan de rearme de la Unión Europea. Si bien tanto en el bloque comunitario, como en el continente en general, han aumentado las alertas en materia de seguridad desde que Putin ordenó la guerra en curso, las preocupaciones crecen desde que la primera potencia ha vuelto a ser gobernada por Trump, quien ha dejado clara su intención de aislarse de los compromisos de seguridad con sus aliados occidentales, al tiempo que se alinea con Moscú, un giro que cambia más de ocho décadas de orden mundial.
Bajo este panorama, la UE sigue adelante con una estrategia destinada a convertir a las fuerzas armadas ucranianas y a la industria de defensa del país en un oponente aún más formidable.
En su discurso, Zelenski, instó a los aliados de la UE a aprobar un paquete de al menos 5.000 millones de euros para la urgente compra de dos millones de proyectiles de artillería.
La jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, instó a los líderes del bloque a comprometerse con esos fondos para fortalecer la posición de Kiev en las posibles conversaciones de tregua con Moscú, pero existen divergencias sobre cómo reforzar las capacidades militares de Kiev y de la propia UE.
"Deberíamos al menos empezar a dar un paso realmente concreto, no solo con palabras, sino también con hechos, de que estamos ayudando a Ucrania ahora mismo. Porque cuanto más fuertes sean en el campo de batalla, más fuertes serán tras la mesa de negociaciones", declaró la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas
El refuerzo de las defensas de la UE toma mayor protagonismo en la agenda, lo que refleja el profundo temor de que Moscú ataque a un miembro de la UE en los próximos años y las dudas sobre el futuro de la protección estadounidense a Europa a través de la alianza de defensa de la OTAN.
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Reino Unido toma la delantera en eventual creación de una fuerza de paz en Ucrania
Por separado, el primer ministro británico, Keir Starmer, convocó a un encuentro son altos oficiales de unos 30 países de Europa y el extranjero, en un cuartel militar a las afueras de Londres para concretar los planes para una fuerza internacional de paz en Ucrania, días después de que Starmer, declarara que el plan de la "coalición de los dispuestos" entraba en una "fase operativa".
La reunión de planificadores militares del grupo de países occidentales denominado "coalición de los dispuestos" es la segunda de este tipo desde que el presidente estadounidense Donald Trump sorprendió a Europa al iniciar conversaciones con el presidente ruso Vladimir Putin. El primer encuentro se produjo el pasado 18 de febrero entre delegaciones de alto nivel de Moscú y Washington, del que dejaron por fuera al país invadido y a sus aliados europeos.
Starmer, cuya popularidad ha aumentado desde que asumió un papel destacado en la organización del apoyo occidental a Ucrania junto con Francia, afirmó que las conversaciones se centrarían en la "planificación y las operaciones militares" para apoyar a Ucrania.
"Hoy, esos planes se centran en mantener la seguridad de los cielos, los mares y las fronteras en Ucrania", declaró Starmer a la prensa.
"Ahora estamos trabajando a buen ritmo porque no sabemos si habrá un acuerdo; ciertamente espero que lo haya, pero si lo hay, es fundamental que podamos reaccionar de inmediato".
Previamente, su portavoz afirmó que más de 25 países participaban en la reunión, presencial o remotamente, y que discutirían los detalles de las propuestas de paz, no solo las fuerzas de paz, sino también cómo reponer a los países que aportan tropas o material militar, y otros aspectos logísticos.
La reunión se basa en varias reuniones de la "coalición de los dispuestos", que el sábado 15 de marzo acordó presionar más a Putin para que acepte un acuerdo inicial de alto el fuego sin condiciones como preludio a un acuerdo de paz más amplio.
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Con Reuters, AP y EFE
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