El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el viernes una resolución que pide a Ruanda que deje de apoyar a los rebeldes del M23 y que retire inmediatamente y "sin condiciones previas" sus tropas del este de la República Democrática del Congo.
Por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó directamente a Ruanda el viernes 21 de febrero por su apoyo al M23, que continúa su avance en el este de la República Democrática del Congo, enfrentándose a un ejército congoleño derrotado.
La resolución adoptada por unanimidad "condena enérgicamente la ofensiva y el avance en curso del M23 en Kivu del Norte y Kivu del Sur con el apoyo de las fuerzas de defensa ruandesas", incluidos 4.000 soldados que apoyan al M23, según los expertos de la ONU.
También pide la retirada del M23 de los territorios que ha tomado control, en particular Goma y Bukavu, y solicita a las fuerzas armadas ruandesas que “dejen de apoyar al M23 y se retiren inmediatamente del territorio de la República Democrática del Congo, sin condiciones previas”.
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Hasta ahora, el Consejo había denunciado violaciones de la integridad territorial de la República Democrática del Congo, sin nombrar a Ruanda. Sin embargo, cada vez más miembros denunciaron públicamente a Kigali, con la excepción de los africanos del Consejo que finalmente apoyaron la resolución.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, pidió el viernes un "alto el fuego inmediato" durante una llamada telefónica con el presidente de Kenia, William Ruto.
"Enfrentamientos casi diarios"
Tras tomar la gran ciudad de Goma a finales de enero, el M23, que volvió a tomar las armas en 2021 en el este de la República Democrática del Congo -región plagada de conflictos desde hace tres décadas- tomó Bukavu el domingo sin encontrar una fuerte resistencia.
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El grupo armado sigue avanzando en varias direcciones.
En los últimos días se han producido “enfrentamientos casi diarios” entre el M23 y Wazalendo en Masisi, una ciudad a unos 80 kilómetros al noroeste de Goma, dijo el jueves Médicos Sin Fronteras (MSF).
El mismo escenario se presenta en otros lugares desde la caída de Bukavu: las fuerzas armadas congoleñas (FARDC) y las milicias aliadas se están retirando sin realmente resistir, permitiéndose abusos y saqueos en el proceso.
En dos semanas, el conflicto ha empujado a unas 42.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, a buscar refugio en el vecino Burundi, afirmó el viernes la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), destacando una afluencia "sin precedentes en veinticinco años".
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Unas 15.000 personas también han huido desde enero a otros países fronterizos, incluidas más de 13.000 a Uganda, según la agencia de la ONU.
Este nota es una adaptación de su original en francés
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