En la noche del 10 de mayo, el expresidente panameño de derechas Ricardo Martinelli, condenado por corrupción y lavado, aterrizó en Bogotá, después de que el Gobierno del izquierdista Gustavo Petro le concediera asilo. Martinelli había permanecido más de un año en la Embajada de Nicaragua esperando a viajar a ese país centroamericano, pero sorpresivamente resultó en Colombia. ¿Qué sucedió?
Tras un año refugiado en la embajada nicaragüense en Ciudad de Panamá, el caso de Ricardo Martinelli dio un giro sorpresivo en la noche del pasado 10 de mayo, cuando el expresidente utilizó sus redes sociales para confirmar que ya había salido de territorio panameño, aunque su destino no fue Nicaragua, sino Colombia.
Los primeros reportes confirmaban que Martinelli había salido por fin de la representación diplomática de Nicaragua en la capital panameña, pero no se supo su destino hasta que el Ministerio de Exteriores de Panamá emitió un comunicado detallando que el Gobierno colombiano había enviado una nota diplomática a la Administración del derechista José Raúl Mulino, delfín de Martinelli, para confirmar el otorgamiento de asilo diplomático al exmandatario.
En la nota, el Ministerio de Exteriores explicó Panamá había aceptado la solicitud y otorgado un salvoconducto a Martinelli, que logró salir "por medio de un aeropuerto local para dirigirse en auto diplomático desde la Embajada de la República de Nicaragua en la Ciudad de Panamá y luego en avión rumbo al territorio de la República de Colombia", según el comunicado.
Apenas aterrizó en Bogotá, el expresidente panameño agradeció a Gustavo Petro, presidente colombiano, por haberle concedido asilo político debido a su condición de "perseguido", además de también extenderle sus simpatías al Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes le permitieron refugiarse durante 16 meses en su representación diplomática en Panamá.
Así, la salida de Martinelli de territorio panameño finalmente se materializó, después de meses de casos judiciales, condenas y presiones desde la sociedad civil contra el nuevo Gobierno de Mulino -delfín de Martinelli – para que exigiera que el exmandatario fuera juzgado. Pero su salida no significó el fin de las críticas y controversias sobre su asilo.
"De derecha, de izquierda, no importa": Petro defiende el asilo de Martinelli
La llegada de Martinelli a territorio colombiano ha generado múltiples reacciones dentro y fuera del país; desde críticas por la protección a un exmandatario condenado en su tierra natal por lavado de activos, hasta dudas sobre el porqué del asilo político de un Gobierno izquierdista a una figura de derecha.
Los cuestionamientos han aumentado en los primeros días de Martinelli en Bogotá, ya que se le ha visto "celebrando" su asilo en Colombia en numerosos restaurantes y discotecas de la ciudad. Experiencias que ha compartido en sus redes sociales y que han sido fuertemente criticadas en Panamá.
"Feliz y contento cantando EL REY. Estoy feliz", escribió el exmandatario panameño en la publicación de un video en sus redes sociales, donde se puede ver cantando una ranchera mexicana en una especie de bar capitalino.
Por su parte, Petro ha defendido la decisión de su Gobierno por otorgarle protección diplomática a Martinelli, a pesar de sus diferencias ideológicas y políticas, argumentando que la política de asilo colombiano pretende que el país sea "un sitio de refugio y libertad" para todo el mundo.
"Colombia ha sido tierra de asilo, es un derecho universal. No importa que sean de derecha, de izquierda, o que sean poetas, políticos o perseguidos", expresó el mandatario este 12 de mayo en su viaje a China, donde participará en un encuentro entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y Beijing.
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Una alerta de Interpol que frenó su asilo en Nicaragua
El embrollo diplomático que involucró a Panamá, Nicaragua y ahora a Colombia por un asilo a Martinelli comenzó en 2024, cuando la Justicia panameña imputó al expresidente por un escándalo de corrupción relacionado con la compra ilícita de una editorial.
La culpabilidad judicial de Martinelli llegó acompañada de una inhabilitación política emitida por el Tribunal Electoral Panameño en febrero de 2024, lo que lo imposibilitó de participar en las elecciones de ese año y lo inspiró a acusar al Gobierno del entonces presidente, Laurentino Cortizo (2019-2024) de una "persecución política" en su contra.
Las acusaciones de Martinelli fueron suficientes para conseguir asilo diplomático dentro de la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá, donde estuvo recluido en la etapa previa a la elección y durante los comicios, en los cuales vio a su antiguo delfín, José Raúl Mulino, quedarse con la Presidencia.
Sin embargo, Mulino tardó meses en aprobar el salvoconducto que podría llevar a Martinelli a finalmente dejar el país para arribar en Nicaragua, en donde conseguiría eludir el castigo judicial que le corresponde junto a su imputación criminal. Sin embargo, el viaje nunca se concretó.
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Aunque en un primer momento, el Gobierno de Ortega y Murillo habría aceptado otorgarle protección al expresidente condenado, con la salida de Martinelli en rumbo a Nicaragua programada para el 31 de marzo, los planes se vinieron abajo horas después, cuando Managua se negó a recibirlo después de que la Interpol emitiera una alerta en contra del exmandatario.
La polémica sobre la supuesta alerta de Interpol explotó el 30 de marzo, cuando el director de la Policía panameña reveló que días antes había recibido una "alerta de Interpol" en contra de Martinelli. Aunque luego la misma Policía local aclaró que la alerta aún estaba en proceso y fue solicitada por una jueza panameña, en Managua percibieron la situación como "una emboscada".
"Hemos comunicado a las autoridades panameñas que mientras ellos no resuelvan esta incongruencia, no podemos, como autoridades de un Estado responsable y humanista, aceptar lo que consideramos una emboscada, tanto al ciudadano expresidente, en condición de asilo y refugio en nuestra sede diplomática, quien estaría expuesto a acciones agresivas, como al mismo Gobierno de Nicaragua, a quien se pretende generar un conflicto internacional que ni nos interesa, ni nos incumbe, ni nos pertenece", señaló Murillo, copresidenta nicaragüense, en un comunicado.
Lavado de dinero y Odebrecht: ¿de qué es acusado Martinelli?
El exmandatario de 73 años fue condenado por la Justicia en julio de 2023 por un caso conocido como el 'New Business', relacionado con un complejo esquema de corrupción en donde empresas que ganaron millonarias licitaciones estatales durante la Administración de Martinelli enviaron unos 43 millones de dólares a una empresa ficticia, usada por el propio exmandatario.
Las ganancias de dicha empresa fantasma fueron utilizadas para comprar la Editorial Panamá América S.A; una transacción que fue señalada desde un inicio por irregularidades.
El equipo legal discutió la decisión en los tribunales, sin embargo, en febrero de 2024 dicha resolución fue ratificada por un juez. De haberse quedado a enfrentar su condena, Martinelli debía cumplir con una sentencia de 10 años en prisión, 19 millones de dólares de multa y la cesión obligatoria de sus acciones en la editorial.
En torno al escándalo de corrupción regional relacionado con la constructora brasileña Odebrecht, Martinelli tiene pendiente un proceso judicial, junto con sus dos hijos, relacionado al blanqueo de capitales y aceptación de sobornos provenientes de dicha empresa durante su mandato.
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"Un lamentable sello de impunidad"
Pese a la celebración de Martinelli y la defensa de Petro, el asilo del expresidente panameño en territorio colombiano ha sido objeto de duras críticas desde la sociedad civil panameña y diversas organizaciones en contra de la corrupción en la región.
"El nuevo capítulo del penoso caso del expresidente Ricardo Martinelli constituye una clara violación a los tratados internacionales en materia de asilo, al sistema de Administración de Justicia, a la separación de poderes que sostiene el sistema democrático y al Estado de derecho en su conjunto", calificó un comunicado de Transparencia Internacional (TI), oenegé en contra de la corrupción.
TI criticó que el Gobierno panameño no respetara los procedimientos correctos con la emisión de un salvoconducto para un criminal "común", en su criterio, además de expresar su preocupación por el respeto a las instituciones judiciales del país, junto con sus ordenamientos contra figuras políticas
"Ricardo Martinelli se ha burlado de todos, con la complicidad del Gobierno Nacional, y quienes trabajamos para hacer de Panamá un lugar donde impere la justicia, lo lamentamos profundamente", lamenta el comunicado de IT, añadiendo que la historia del exmandatario cierra un un "lamentable sello de impunidad".
Sobre el actuar del Gobierno colombiano, Transparencia por Colombia – otra oenegé en contra de la corrupción – expresó su disgusto por la decisión de Petro, a quien señaló como "cómplice de la burla que Martinelli le hace a su propio país".
"Con esta decisión, el presidente Petro y su Gobierno le envían a la comunidad internacional un mensaje equivocado y el país corre el riesgo de convertirse en una nación protectora de la impunidad de la gran corrupción", mencionó Andrés Hernández, director Ejecutivo de Transparencia por Colombia, en un video colgado en sus redes sociales.
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Con EFE y medios locales
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