EE. UU. podría desplegar tropas o realizar ataques aéreos en Nigeria para frenar lo que Donald Trump ha calificado de “asesinato de cristianos” a manos de “terroristas islámicos” en ese país, el más poblado de África. El Gobierno nigeriano, que niega que se esté produciendo un exterminio, respondió dando la bienvenida a la ayuda estadounidense, siempre que respete su soberanía. ¿Qué pasa realmente en este país africano?
Donald Trump sigue haciéndose eco de versiones sobre matanzas de cristianos a manos de grupos radicales musulmanes en Nigeria, al que acaba de designar como país de especial preocupación por ser supuestamente violador de la libertad religiosa.
Consultado el 2 de noviembre por periodistas a bordo del Air Force One, al regreso de su residencia vacacional de Florida, Trump no descartó ordenar el despliegue de tropas o ataques aéreos contra el país más poblado de África.
“Están matando a un número récord de cristianos en Nigeria”, afirmó. “Están matando a los cristianos y matándolos en grandes cantidades. No vamos a permitir que eso suceda".
De esta forma, el mandatario conservador ratifica sus declaraciones del día anterior, cuando en una publicación en la red Truth Social reveló que había dado instrucciones al Departamento de Guerra de “prepararse para una posible acción”.
Trump ha compartido varias veces su preocupación por la situación de los cristianos en Nigeria desde que el senador republicano por Texas, Ted Cruz, instó al Congreso a designar al país como “violador de la libertad religiosa” por el “asesinato en masa cristiano”.
El 1 de noviembre, en su publicación en Truth Social, instó al Gobierno nigeriano a que “actúe rápido”, pues de lo contrario anticipaba un ataque estadounidense “rápido, cruel y dulce, ¡al igual que los matones terroristas atacan a nuestros preciados cristianos!”.
Bienvenida la ayuda, pero con soberanía
El asesor del presidente nigeriano Bola Ahmed Tinubu, Daniel Bwala, respondió a la intención estadounidense de intervenir en el conflicto diciendo que el Gobierno daba la bienvenida a la asistencia, “siempre que reconozca" la "integridad territorial”.
Bwala evitó reaccionar a la referencia de Trump, que calificó a Nigeria como “país caído en desgracia”, asegurando que no lo toman "literalmente”, y mostró su confianza en que "para cuando estos dos líderes se reúnan y se sienten, habrá mejores resultados en la determinación conjunta de luchar contra el terrorismo".
Sin embargo, el asesor de Tinubu fue enfático al afirmar que su país "no discrimina a ninguna tribu o religión en la lucha contra la inseguridad" y desmentir que se esté produciendo una matanza de cristianos.
Un día antes, el presidente Tinubu había rechazado los señalamientos de que Nigeria ponía en práctica “intolerancia religiosa” y defendió los esfuerzos de su Gobierno por proteger la libertad de cultos: "Nigeria se opone a la persecución religiosa y no la alienta. Nigeria es un país con garantías constitucionales para proteger a los ciudadanos de todas las religiones".
Tinubu podría ser él mismo una prueba de esa prédica, pues es un musulmán del sur casado con una pastora cristiana y su Gobierno, como suele suceder con los gabinetes de Nigeria, está integrado a partes iguales por ministros musulmanes y cristianos.
¿Qué está pasando realmente en Nigeria?
Nigeria ha estado sometida a una fuerte violencia ejercida por parte de grupos insurgentes islamistas como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental, cuya acción está fundamentalmente circunscrita al noreste del país, que es de mayoría musulmana.
Ladd Serwat, analista senior de África del grupo estadounidense de monitoreo de crisis ACLED, le dijo a la agencia Reuters que estos grupos “a menudo presentan sus campañas como anticristianas, pero en la práctica su violencia es indiscriminada y devasta comunidades enteras".
Por su parte, Antumi Toasijé, experto en historia de África, explicó en declaraciones a France 24 que los ataques contra los cristianos, que forman cerca de la mitad de la población de Nigeria, no están estrictamente motivados por razones de índole religiosa, sino más bien socioeconómica.
“El avance musulmán se ha producido de norte a sur y el avance cristiano de sur a norte, y ambos grupos se han encontrado en el centro”, apuntó Toasijé, quien agregó que los intereses de los sistemas económicos de ambas culturas han chocado, con los primeros centrados en la ganadería y los segundos en la agricultura.
Los numerosos grupos étnicos que forman parte de los dos bandos religiosos se enfrentan por el acceso a recursos que son cada vez más escasos. Sus objetivos colisionan, pues mientras los ganaderos musulmanes buscan convertir tierras productivas en pastizales, los agricultores cristianos tratan de proteger sus sembradíos y las fuentes de agua para riego.
Toasijé precisó que la violencia se produce al margen del fenómeno del terrorismo islamista, que está centrado en el noreste del país, con “una mayoría de víctimas que son en realidad musulmanes”, y atribuyó el auge de los ataques contra cristianos a un “exceso de prudencia” por parte del Estado al no intervenir en el conflicto, por temor a una escalada.
ACLED ha determinado que de 1.923 ataques documentados contra civiles en Nigeria este año, solo 50 han estado dirigidos a cristianos, y no tiene datos que respalden la afirmación de la que se hacen eco grupos de la derecha estadounidense, de que 100.000 cristianos han sido asesinados desde 2009.
Con Reuters, EFE y AP
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