El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su "pleno apoyo" al primer ministro, François Bayrou, quien esta semana pidió un voto de confianza-que podría llevarlo a dejar el cargo-, para obtener apoyo al plan del Gobierno de recortar más de 40.000 millones de euros en el gasto público. La votación está convocada para el próximo 8 de septiembre, mientras la oposición tanto de derecha como de izquierda advierte que no lo respaldará.
El presidente francés, Emmanuel Macron, brindó este miércoles 27 de agosto su "pleno apoyo" al atribulado primer ministro, François Bayrou, quien convocó a una moción de confianza que podría provocar el colapso de su Gobierno el próximo mes.
El primer ministro galo solicitó la moción de confianza, para el próximo 8 de septiembre, en un Parlamento profundamente dividido, mientras intenta obtener suficiente apoyo para su plan de recortes drásticos del gasto.
Sin embargo, los principales partidos de la oposición afirmaron que no respaldarían el plan del premier: el partido de extrema derecha, Agrupación Nacional, insta a Macron a convocar a nuevas elecciones parlamentarias, mientras que Francia Insumisa, considerado de extrema izquierda, afirma que el propio presidente debe renunciar.
En medio de este panorama, el líder del Elíseo, que ya va por su sexto primer ministro desde que asumió el cargo en 2017, presidió este miércoles una reunión de su gabinete.
Allí el presidente brindó su "pleno apoyo" a la iniciativa de Bayrou, según declaró la portavoz Sophie Primas a la prensa tras la reunión.
Macron también instó a los partidos políticos franceses a "actuar con responsabilidad", añadió Primas.
El presidente francés está sopesando sus opciones mientras busca contener la inminente crisis política.
Si el Gobierno cae tras las elecciones del 8 de septiembre, podría nombrar un nuevo primer ministro, disolver el Parlamento de nuevo o dimitir.
Macron apostó por las elecciones anticipadas a mediados de 2024 para frenar a la extrema derecha y reforzar su autoridad, pero la medida fracasó y dejó un Legislativo estancado después de que la coalición de izquierdas, Nuevo Frente Popular, consiguiera la mayoría de los escaños, aunque sin lograr la mayoría parlamentaria.
Incluso algunos miembros del equipo de Macron creen ahora que convocar a nuevas elecciones podría ser la única solución.
"Nadie lo quiere, pero es inevitable", declaró a la agencia de noticias AFP un alto cargo del equipo presidencial bajo condición de anonimato.
Alrededor del 63% de los franceses desea la disolución del Parlamento y la celebración de nuevas elecciones, según una encuesta de Ifop para 'LCI TV' publicada este miércoles. El sondeo, realizado el 26 de agosto y con la participación de 1.000 personas, se realizó a través de internet.
El presidente declaró que quiere evitar disolver el Legislativo de nuevo, pero también insinuó que no descarta la opción.
Uno de los ex primeros ministros de Macron, Gabriel Attal, afirmó que haría todo lo posible para ayudar al Gobierno actual a mantenerse en el poder.
"El problema no reside en los franceses, sino en la propia Asamblea", declaró Attal a France Inter este 26 de agosto, en referencia a la Cámara Baja del Parlamento francés.
"En casi todos los países europeos de nuestro entorno, tienen asambleas con fuerzas fragmentadas. Y, sin embargo, logran trabajar juntos y encontrar soluciones", subrayó Attal.
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’Impasse político'
La decisión de Bayrou se produce en medio del creciente impulso de una amplia campaña contra la austeridad, denominada "Bloquons tout" ("Bloqueémoslo todo"), que ha servido como detonante para otras críticas al Gobierno.
El movimiento, respaldado por la izquierda, ya instó a un paro nacional para el próximo 10 de septiembre.
Bayrou prometió "luchar como un perro" para mantenerse en el poder y se espera que hable sobre la moción de confianza en televisión en la noche de este miércoles.
El martes 26 de agosto, Bayrou comunicó a las fuerzas políticas rivales de Francia que tenían doce días para "decidir si están del lado del caos o de la responsabilidad".
El Gobierno de Bayrou y los analistas económicos advirtieron que la deuda francesa es insostenible, sobre todo porque el aumento de los tipos de interés encarece los préstamos.
Bayrou destaca que busca ahorrar unos 44.000 millones de euros (51.000 millones de dólares) con medidas que incluyen la reducción del número de días festivos y el congelamiento del aumento del gasto.
A mediados del pasado julio, el premier presentó las propuestas presupuestarias para 2026, pero las medidas resultaron muy impopulares.
La pugna política se intensifica de cara a las elecciones presidenciales de 2027, cuando finaliza el segundo mandato de Macron, y la extrema derecha percibe una verdadera oportunidad de llegar al poder.
"Solo hay una salida a este impasse político en el que nos encontramos, y es volver a las urnas", declaró Jordan Bardella, líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, a TF1 el martes por la noche.
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Este artículo ha sido adaptado de su versión original en inglés
Con AFP y Reuters
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