El acuerdo sobre minerales y otros recursos alcanzado entre Estados Unidos y Ucrania marca una nueva etapa de las negociaciones para un alto el fuego en la guerra que este último mantiene con Rusia. El acercamiento de posiciones entre Donald Trump y Volodímir Zelenski demuestra que ambos están dispuestos a ceder, pero ¿cómo se beneficia cada parte de este acuerdo?  

La administración Trump y el gobierno de Zelenski llegaron a un acuerdo sobre la explotación de recursos naturales ucranianos tras meses de duras negociaciones. 

El mismo establece que Estados Unidos tendrá acceso preferencial a nuevas inversiones relacionadas con la extracción de minerales y otros riquezas que tiene Ucrania, al tiempo que financiará inversiones relacionadas con la reconstrucción del país, devastado por la guerra que mantiene con Rusia desde hace tres años. 

El pacto es considerado como un avance dentro de las gestiones más amplias para lograr una tregua en el conflicto, con la mediación de la Casa Blanca. 

Mucho se discute si el entendimiento alcanzado es o no una concesión de Washington a la parte ucraniana, luego de los turbulentos intercambios que protagonizaron ambas partes y de lo que varios interpretaron como la inclinación de Donald Trump hacia las exigencias de rendición rusas. 

La “deuda” ucraniana 

Trump había exigido que Ucrania pagara por el apoyo militar que Estados Unidos brindó a Ucrania desde el comienzo del conflicto con Rusia, cuando Joe Biden era presidente.  

El cálculo de la administración republicana ronda los 350.000 millones usd, valor que Trump había sugerido compensar con la riqueza mineral de Ucrania durante sus primeras semanas de mandato. 

El borrador que posteriormente presentó el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, a Zelenski incluía “la propiedad del 50% de los derechos sobre tierras raras y minerales críticos de Ucrania, sin ningún compromiso de asistencia militar o financiera futura”, según el Financial Times. 

Para Kiev era imperioso quitar del papel el compromiso por el pago de una deuda que su gobierno desconocía y que, además, no le garantizaba la ayuda militar estadounidense para defenderse de Rusia. 

Washington cedió y, finalmente, la retribución de la “deuda” no es un punto del acuerdo, al menos directamente. Trump dijo que, en virtud del trato, su país recibirá “mucho más, en teoría” que el monto exigido anteriormente. 

La soberanía ucraniana 

Las propuestas que la administración Trump presentó a Zelenski previo a la última resolución implicaban una importante cesión de soberanía por parte de Ucrania ya que contemplaban la “propiedad” estadounidense de gran parte de sus recursos minerales. 

Las disposiciones del acuerdo final dicen respetar el derecho de propiedad de Ucrania sobre su subsuelo, puesto que el rédito al que accedería Estados Unidos no depende ello, sino de los beneficios que otorguen las inversiones realizadas a partir del fondo común entre ambos Estados. 

Aunque, por otro lado, el marco aprobado establece la subordinación de la legislación nacional presente y futura, así como de las decisiones de esta u otra administración que pueda llegar a Kiev. 

De hecho, una de sus disposiciones dicta que “el Gobierno de Ucrania garantizará que, en caso de incompatibilidad entre la legislación de Ucrania y el presente Acuerdo, este prevalezca en la medida de la incompatibilidad”. 

Garantías de seguridad 

La ayuda militar ha sido un tema clave en las negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania. Zelenski sabe que, tras una eventual tregua con Moscú y sin la ayuda militar que le proporciona Washington, el país que gobierna quedará muy vulnerable en términos de defensa, incluso considerando la todavía dudosa contribución europea. 

La intención de Trump de dejar de prestar apoyo militar a Kiev sigue intacta. Desde que asumió su segundo mandato, el republicano se ha mantenido firme en su posición de exigir a los países europeos que se hagan cargo de la seguridad de su vecino del este.  

El acuerdo no incluye garantías de seguridad para Ucrania, aunque Washington insiste en que la presencia de intereses estadounidenses en el país disuadirá futuras agresiones. 

¿Qué gana Ucrania? 

Al llegar a este entendimiento, Zelenski desescala la tensión que marcó su relación con Trump desde que este último llegó a la Casa Blanca. 

El acceso preferencial que tendrá Estados Unidos a ciertas materias primas ucranianas dista mucho del reclamo de “propiedad” que Washington planteó en borradores anteriores y constituyen una victoria parcial de la parte ucraniana.  

“Ucrania pasa de negociar la entrega de toda su soberanía sobre sus recursos naturales a Estados Unidos, a tener un control sobre ella (…) La administración Trump pasa de una posición maximalista a aceptar parte de los términos [de Zelenski]”, comentó Emiliano García Coso, profesor de Derecho Internacional, a France 24. 

La reconstrucción del país resuelve una cuestión fundamental en una eventual posguerra. Ucrania necesitará más que nunca del apoyo material que le puedan brindar sus socios para volver al camino de la estabilidad.  

Pero dichos avances no resuelven gran parte de los problemas de Kiev ante un eventual alto el fuego con Moscú. 

El hecho de haber logrado compensar el reclamo del magnate presidente por el pago de la ayuda pasada y de garantizarle un papel principal en “el negocio de la reconstrucción” aplaca demandas que pertenecen mayormente al campo la utilidad estadounidense. 

Los puntos sobre la delimitación de los territorios y las garantías de seguridad, demandas que se relacionan directamente con los intereses de Ucrania, están aún en el aire. 

Lo que Zelenski reivindica como un acuerdo “equitativo”, no parece serlo, sino en relación a las drásticas propuestas anteriores. 

En términos subjetivos, el acercamiento entre las partes puede allanar el camino hacia una concordia más amplia. “Esperamos con interés otros resultados de esa conversación”, dijo el mandatario ucraniano tras la firma del entendimiento. 

¿Qué gana Estados Unidos? 

Existen dudas sobre el resarcimiento material que tendrá Estados Unidos producto del acuerdo en el corto plazo. 

Los resultados financieros del mismo “probablemente demoren una década o más”, según un análisis de la agencia Reuters. Los inversores enfrentarán demasiados “obstáculos” para poner en producción zonas destruidas por la guerra. 

No obstante, la necesidad de algunos de los recursos incluidos en el trato firmado, centralmente de minerales raros, es muy significativa para Estados Unidos. La relación con China, el principal proveedor de estos minerales a nivel mundial, ha empeorado desde el recrudecimiento de la guerra comercial promovida por Trump. Y también ha intensificado una competencia que muy probablemente se prolongará en el largo plazo. 

En relación a la reconstrucción, Estados Unidos logra que Ucrania le garantice una posición dominante en una empresa muy lucrativa. Pero además expresa la intención implícita de que Ucrania excluya a China de este ámbito. Uno de los “considerandos” del acuerdo establece “el deseo de garantizar que los Estados y otras personas que hayan actuado en contra de Ucrania durante el conflicto no se beneficien de la reconstrucción de Ucrania tras una paz duradera”. Estados Unidos y la Unión Europea han acusado a Beijín de apoyar la industria de defensa rusa durante la guerra. 

Por otra parte, el ahorro en gastos estatales ha sido uno de los emblemas de la nueva administración Trump. El recorte del presupuesto militar para lo que esta considera como una “guerra innecesaria” cumple con la visión de un Estados Unidos que ya no quiere hacerse cargo del entramado de seguridad y defensa que, considera, es responsabilidad de sus socios. 

Es más confuso determinar qué avances concretos relacionados con la búsqueda de la tregua se desprenden de este acuerdo. Por ahora solo es palpable el acercamiento entre Trump y Zelenski, pero existen dudas sobre lo que viene. 

Hablar de resultados inmediatos resulta “prematuro” para Marcelo Montes, doctor en Relaciones Internacionales. “Todo va a depender de que haya una paz y una reconstrucción de Ucrania, pero esto va a depender de que Rusia acuerde con Estados Unidos y Ucrania. De lo contrario este pacto no es más que un acuerdo de caballeros”, agregó para France 24. 

Washington viene presionando a Kiev, por ahora sin éxito, para que acepte abandonar sus pretensiones de recuperar Crimea y los territorios ucranianos que actualmente ocupa Rusia. 

La incógnita fundamental que surge de esta etapa de las negociaciones de tregua más amplia es si Trump pidió a Zelenski una flexibilización en su postura sobre las condiciones que no están incluidas en el acuerdo firmado y que son una parte clave para un alto el fuego a largo plazo. 

Para saberlo habrá que esperar… 

France24

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