El comisionado Adam Silver anunció el 27 de marzo que el multimillonario negocio de la liga de baloncesto más importante del mundo exploraba las posibilidades de iniciar actividades en Europa, un sueño largamente postergado por falta de acuerdos. De concretarse el proyecto, el panorama luce incierto para la Euroliga, el máximo torneo de clubes del continente.
Según el plan esbozado por Silver, la nueva liga “se integraría en el panorama actual del baloncesto europeo”, y, aunque es casi seguro que se busque atraer a clubes ya existentes, también se deja la puerta abierta a “otros posibles propietarios”.
Los movimientos han comenzado, y es probable que la NBA vaya detrás de varias de las joyas de la corona del ecosistema europeo. Según el portal The Athletic, estaría monitoreando al más grande equipo de la Euroliga, el Real Madrid (11 veces campeón continental), así como al Barcelona, el ASVEL Villeurbanne -donde llegó a jugar Victor Wembanyama-, y el Fenerbahce de Estambul.
Adicionalmente, el Qatar Sport Investments, accionista principal del PSG, confirmó al diario Le Parisien que hay interés en crear una franquicia de la NBA en París, con lo cual se completaría el objetivo inicial de conseguir equipos en las principales ciudades de Europa, apalancados por los grandes capitales del fútbol.
En el caso del PSG, el procedimiento podría avanzar con la creación de una nueva franquicia, o con la adquisición de una ya existente, con el Paris Basketball como primera opción.
Además de las ciudades ya mencionadas, Múnich, Berlín, Manchester, Milán, Roma, Atenas y Londres (que no tiene equipo en la Euroliga) estarían en la mira de la NBA, con equipos de fútbol de esas ciudades como socios comerciales de la operación.
¿Por qué el interés en el baloncesto europeo?
Por años, la NBA se ha nutrido de talentos formados y consagrados en Europa antes de trasladarse a los grandes equipos estadounidenses.
Luka Doncic fue una estrella del Real Madrid antes de convertirse en la gran figura de los Mavericks, Kristaps Porzingis se dio a conocer en el Sevilla y Wembanyama atrajo las miradas del mundo en la liga francesa, solo por citar tres nombres que brillan en la actualidad, sin mencionar leyendas como Arvydas Sabonis, Vlade Divac o Drazen Petrivic.
“Si bien Europa continúa desarrollando a algunos de los mejores jugadores del mundo, creemos que la oportunidad comercial no ha seguido el ritmo del crecimiento del juego”, dice Adam Silver.
Silver lo puso en números más que elocuentes: 15% de la actual plantilla de jugadores de la NBA viene de Europa, que también ha generado cinco de los últimos seis ganadores del premio al Jugador Más Valioso.
El baloncesto es el segundo deporte más popular de Europa, solo superado por el fútbol, pero la NBA detectó que esa preferencia no se refleja en el desarrollo del negocio.
“Si bien Europa continúa desarrollando a algunos de los mejores jugadores del mundo, creemos que la oportunidad comercial no ha seguido el ritmo del crecimiento del juego”, declaró el comisionado Silver en enero, cuando asistió a los partidos entre Spurs y Pacers que se disputaron en París.
FIBA ha secundado a la NBA en sus ambiciones, y durante el anuncio del 27 de marzo, que se hizo de forma conjunta, el secretario general de la entidad mundial Andreas Zagklis reconoció que "hay un potencial sin explorar en el baloncesto europeo de clubes".
Según el dirigente, para subsanar esa situación hacía falta "la perspicacia empresarial de la NBA" combinada con "la experiencia internacional de la FIBA para atraer a nuevos aficionados".
La entidad que dirige Silver opera ya cinco ligas diferentes: la NBA, su versión femenina WNBA, la G-League o torneo de desarrollo, la Liga Africana y un campeonato de videojuegos.
Sin embargo, no todos esos circuitos son rentables, de modo que Europa luce como una evolución natural, una que casi seguramente crecerá alimentada por equipos desertores de la Euroliga, porque parece cuesta arriba que los dos torneos puedan convivir sin que el pez más gordo termine imponiendo su superioridad.
¿Cómo luciría la NBA europea?
La propuesta es una variante de una idea que ya avanzó Adam Silver después de la pandemia, en 2021, cuando Zagklis intentó un acercamiento entre la entidad mundial, la estadounidense y la Euroliga, pero los contactos no dejaron mayores resultados.
En 2023, el portal especializado Eurohoops dio cuenta de una nueva idea, que no fue confirmada oficialmente: la NBA ofrecía adquirir el 50% de la propiedad de la Euroliga, pero a falta de una oferta más atractiva, una en la que saliera un poco más beneficiado, el torneo europeo la rechazó.
Ahora Silver estaría dispuesto a regresar a la mesa con una variante: ya no va por la propiedad de la Euroliga, sino por una sociedad a partes iguales con marcas ya establecidas, como las principales franquicias A del campeonato regional.
Serían equipos con valor mínimo de 500 millones de dólares: 50% en manos de la NBA y el otro 50% de los inversionistas locales, que también podrían tener participación en la propiedad de la NBA Europa.
Los dueños de franquicias de la NBA estadounidense tendrían participación accionaria en la liga, pero no en los clubes, según el esquema propuesto.
Aunque no hay confirmación oficial sobre el esquema, es probable que, tal como sucede en el caso del proyecto del PSG, los participantes no necesariamente tendrían que ser equipos ya existentes, pero aquellos que se sumen producto de una eventual expansión deberían tener detrás el respaldo de marca que suponen los grandes clubes de fútbol del continente.
Ha sido un desarrollo rápido, al menos a los ojos del público, porque recién en enero, durante la visita de la temporada regular a París, Silver revelaba que la liga estaba explorando la viabilidad comercial de una NBA Europa.
Apenas dos meses después, ya hay un pronunciamiento conjunto que incluye a FIBA, apuntando en esa dirección, y un anuncio ante la junta de gobernadores, que reúne a los propietarios del torneo estadounidense.
Durante la conferencia de prensa después de esa cumbre de propietarios de la NBA, Silver reveló que visualiza un torneo de 16 equipos: 12 permanentes, de acuerdo con el formato de las ligas profesionales estadounidenses, que no prevén puestos de ascenso y descenso, y cuatro que entrarían por temporada, producto de fórmulas de clasificación.
Además, se conservaría el esquema de juego europeo, con partidos de 40 minutos, en lugar de 48 como en el torneo norteamericano, y la propuesta de Silver es imponer un tope salarial, a fin de nivelar las opciones competitivas de todos los participantes.
Es mucho el camino que falta por avanzar, porque la idea debe ser discutida y aprobada por los propietarios de equipos de la NBA, y es probable que algunos de los equipos tengan que construir nuevos estadios que se ajusten a los estándares de la liga madre. La primera temporada podría tener lugar entre 2026 y 2027.
Compartir esta nota