Poco después de las elecciones de esta semana en Groenlandia, una estratégica isla danesa en el Ártico, el presidente Donald Trump reafirmó su intención de volverla parte de Estados Unidos. Pero, el virtual nuevo primer ministro respondió que, más que una anexión a la mayor economía del mundo, lo que buscarán es ser independientes de Dinamarca.

Durante una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el jefe de Estado estadounidense, Donald Trump, reiteró que el control de Groenlandia es necesario para mejorar la seguridad internacional, mientras confirmaba una vez más su interés en anexar este territorio.

El primer ministro saliente de Groenlandia, Mute Egede, replicó en la red social Facebook: “El presidente estadounidense ha vuelto a plantear la idea de anexarnos. ¡Ya es suficiente!", y agregó que convocará a los líderes de todos los partidos para convencerlos de impedirlo.

"Creo que eso sucederá", respondió Trump al ser preguntado directamente sobre la posibilidad de anexión mientras se sentaba junto a Rutte en el Despacho Oval de la Casa Blanca para conversar.

"Hablaremos contigo", añadió, en una aparente referencia que podría querer que la OTAN participe en su intento de apoderarse de la isla.

Leer tambiénElecciones en Groenlandia: ¿cómo afrontará el independentismo ganador la codicia de Trump?

¿Independencia o no?: una tarea para el nuevo Gobierno

La de este jueves no fue más que la reiteración de una idea de Donald Trump que viene de años atrás. La diferencia es que esta vez ocurre apenas un día después de unas elecciones generales en las que el opositor Partido Demokraatit de Groenlandia, proempresarial e independista moderado, se alzó con la victoria.

La independencia se convirtió en el tema central de la campaña electoral tras la reiterada insistencia de Trump en que este territorio danés semiautónomo eventualmente se convertirá en parte de Estados Unidos.

Según los primeros resultados entregados el miércoles, los demócratas, partidarios de una independencia gradual de Dinamarca, triplicaron sus escaños hasta alcanzar diez de los 31 del Parlamento también conocido como Inatsisartut. De esta manera, comenzarán las conversaciones para formar una coalición de gobierno.

Por su parte, el partido Naleraq, firmemente independentista, duplicó sus escaños hasta alcanzar ocho en comparación con las elecciones anteriores, mientras que la coalición gobernante perdió fuerza.

El gobernante partido de izquierda Inuit Ataqatigiit perdió cuatro de sus 11 escaños, mientras que su socio de coalición, el socialdemócrata Siumut, dejó ir seis de sus diez puestos en el Legislativo groenlandés.

Leer tambiénPlanes de anexión de Trump impulsan el movimiento independentista en Groenlandia

Cambio de poder (y de posición frente a Estados Unidos)

Los de tendencia demócrata, vencedores de los comicios en Groenlandia, se muestran interesados ​​en reformas que favorezcan la empresa privada y la minería, mientras el jefe de la Casa Blanca insiste en su intención de explotar la riqueza mineral de la nación ártica.

Y aunque la posición de los demócratas ha sido de rechazo a la propuesta de Trump, por considerarla una "amenaza a nuestra independencia política", en los documentos de campaña, el partido afirmó estar abierto al diálogo con Washington sobre intereses comerciales.

Trump afirmó este jueves que las elecciones fueron “positivas” para Estados Unidos. Pero el probable nuevo primer ministro, el líder del partido demócrata, Jens-Frederik Nielsen, se apresuró a contraatacar en la cadena británica Sky News:

No queremos ser estadounidenses. No, no queremos ser daneses. Queremos ser groenlandeses y queremos nuestra propia independencia en el futuro.

"Si sumamos los resultados electorales, los votantes se vieron impulsados ​​por el desarrollo empresarial y la independencia. Y eso es una buena noticia para Trump", declaró, por su parte, Mikkel Vedby Rasmussen, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Copenhague.

Una enorme riqueza en juego

Groenlandia tiene tres veces el tamaño de Texas, pero una población 500 veces menor, de apenas 57.000 habitantes. Su atractivo radica en sus vastos recursos minerales, incluyendo tierras raras esenciales para industrias de alta tecnología, que abarcan desde vehículos eléctricos hasta sistemas de misiles.

Forma parte de Dinamarca desde 1953 y, aunque en 1979 obtuvo cierta autonomía, Copenhague aún controla los asuntos exteriores, la defensa y la política monetaria. Además, aporta casi mil millones de dólares anuales a la economía.

A través de un referendo en 2009, los habitantes de la isla votaron a favor del derecho a buscar la independencia plena, pero desde entonces ha optado por no hacerlo debido a la preocupación de que su economía no sea autosuficiente.

Además de su riqueza natural, Groenlandia tiene una ubicación estratégica, pues se encuentra en la ruta más corta de Europa a Norteamérica, vital para el sistema de alerta de misiles balísticos estadounidense.

 

Leer también¿Qué tiene Groenlandia que hace que Donald Trump la desee tanto?

Con Reuters, AP y AFP

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más