El nuevo presidente peruano, José Jeri, nombró a Ernesto Álvarez como primer ministro y presentó un gabinete de corte conservador, con énfasis en la lucha contra la delincuencia y la estabilidad económica. La nueva Administración apuesta por un enfoque de orden y seguridad, así como por el fortalecimiento institucional y la atracción de inversiones, en un país marcado por la inestabilidad y la alta rotación política.
Tras la destitución de Dina Boluarte por "incapacidad moral", el nuevo presidente de Perú, José Jeri, tomó juramento este martes a los primeros integrantes de su gabinete ministerial, en lo que constituye su primera gran acción política desde que asumió el poder el pasado viernes.
La ceremonia, celebrada en el Palacio de Gobierno de Lima, marcó el inicio formal de un gobierno de transición que se extenderá hasta julio de 2026, con elecciones generales previstas para abril.
El mandatario conservador, de 38 años, afirmó que su administración estará centrada en el combate a la criminalidad, uno de los problemas más urgente que enfrenta el país, y en la preservación de la estabilidad económica.
Gabinete conservador
La designación más destacada fue la del abogado constitucionalista Ernesto Álvarez Miranda como presidente del Consejo de Ministros. Álvarez, de 64 años, es exmagistrado y expresidente del Tribunal Constitucional, además de decano universitario e integrante del Partido Popular Cristiano, del que solicitó licencia para asumir el cargo.
El gabinete, denominado por Jeri como de “transición y reconciliación nacional”, está compuesto por 18 ministros, cuatro de ellos mujeres, y mezcla perfiles políticos, técnicos y militares.
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En la Cancillería fue designado el diplomático Hugo de Zela, exembajador en Estados Unidos, mientras que en Economía asumió Denisse Miralles, exviceministra y economista con reputación favorable al mercado.
El Ministerio del Interior, clave en la estrategia de seguridad, quedó en manos del general retirado Vicente Tiburcio, conocido por su labor en la unidad antiterrorista GEIN, que capturó a la cúpula de Sendero Luminoso en 1992. Además, fueron juramentados César Díaz Peche en Defensa, Walter Martínez en Justicia, Luis Quiroz en Salud y Jorge Figueroa en Educación, entre otros.
Seguridad como lema
La violencia y el crimen organizado han generado una ola de indignación en Perú, especialmente tras un aumento sostenido de la inseguridad que afectó a transportistas, comerciantes y ciudadanos en general.
Jóvenes, colectivos sociales y sindicatos manifestaron en todo el país, exigiendo soluciones ante los constantes casos de extorsión, secuestros y asesinatos atribuidos a bandas criminales. En ese contexto, Jeri declaró que su gobierno dará prioridad a la seguridad ciudadana como eje central de su gestión.
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La salida de Boluarte abrió paso a un nuevo ciclo político en un Perú marcado por la inestabilidad: Jeri es el séptimo presidente que asume el cargo en los últimos nueve años. El nuevo mandatario prometió gobernar con "diálogo".
Mientras tanto, organizaciones civiles mantienen convocatorias activas, y una marcha antigubernamental que estaba programada durante el mandato de Boluarte se llevará a cabo el miércoles en Lima.
Con EFE y Reuters
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