Con 67 votos a favor y uno en contra, el Legislativo de Israel aprobó este jueves 27 de marzo una controvertida ley de reforma judicial que aumenta el control político sobre los nombramientos judiciales. Sin embargo, varios partidos políticos presentaron de inmediato un recurso contra la norma ante el Tribunal Supremo.
El Parlamento israelí aprobó el jueves una ley que amplía el poder de los cargos electos para nombrar jueces, desafiando así un movimiento de años contra las polémicas reformas judiciales del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se saldó con masivas protestas callejeras.
La aprobación se produce en un momento en que el gobierno de Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel, está enzarzado en un pulso con el Tribunal Supremo tras iniciar un procedimiento para destituir a la fiscal general Gali Baharav-Miara y a Ronen Bar, jefe de la agencia de seguridad interna.
La oposición, que rápidamente presentó una petición ante el Tribunal Supremo impugnando la votación, considera que estas reformas judiciales son signos del giro autoritario de Netanyahu hacia una democracia antiliberal.
La ley fue aprobada por 67 votos a favor y uno en contra, y la oposición boicoteó la votación a primera hora de la mañana. El Parlamento israelí, la Knesset, tiene 120 legisladores.
El paquete global de reformas judiciales había desencadenado en 2023 uno de los mayores movimientos de protesta de la historia de Israel antes de verse superado por la guerra de Gaza.
El conflicto comenzó tras el mortífero ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel por parte del grupo islamista palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza.
Yair Lapid, líder del partido de centroderecha Yesh Atid, anunció en la plataforma de redes sociales X que había presentado un recurso ante el Tribunal Supremo contra la ley en nombre de varios partidos de la oposición, pocos minutos después de la votación parlamentaria.
Según el ministro de Justicia, Yariv Levin, promotor del proyecto de ley, la medida pretendía “restablecer el equilibrio” entre los poderes legislativo y judicial.
En sus observaciones finales antes de la votación, Levin arremetió contra el Tribunal Supremo por lo que calificó de “anulación efectiva de la Knesset”.
“Se ha arrogado la autoridad de anular leyes e incluso Leyes Fundamentales. Esto es algo inaudito en cualquier democracia del mundo”, dijo Levin, arquitecto clave de las reformas judiciales.
“Pero nuestro Tribunal Supremo no se ha limitado a pisotear a la Knesset, sino que se ha colocado por encima del Gobierno. Puede anular cualquier acción gubernamental, obligar al gobierno a realizar cualquier acción, anular cualquier nombramiento gubernamental”, agregó.
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“Hipocresía”
Levin dijo que con el nuevo proyecto de ley el país estaba “abriendo una nueva página”. “Es una hipocresía y una unilateralidad decir que la Knesset tiene prohibido actuar mientras que al tribunal se le permite actuar en medio de una guerra”, dijo Levin.
“Los días del apaciguamiento y el silenciamiento han terminado, para no volver jamás. Estoy orgulloso de estar aquí y exigir justicia, y estoy aún más orgulloso de impartir justicia”, subrayó.
En la actualidad, los jueces -incluidos los del Tribunal Supremo- son elegidos por un comité de nueve miembros compuesto por jueces, legisladores y representantes de los colegios de abogados, bajo la supervisión del ministro de Justicia.
Según la nueva ley, que entraría en vigor al comienzo de la próxima legislatura, el comité seguiría teniendo nueve miembros: tres jueces del Tribunal Supremo, el ministro de Justicia y otro ministro, un legislador de la coalición, un legislador de la oposición y dos representantes públicos, uno nombrado por la mayoría y otro por la oposición.
El paquete de reformas judiciales del gobierno, presentado por primera vez a principios de 2023, había desencadenado protestas callejeras masivas que dividieron de hecho a la sociedad israelí.
Los detractores de Netanyahu advierten de que el paquete de medidas podría allanar el camino hacia un gobierno autoritario y ser utilizado por Netanyahu para anular posibles condenas en su contra en su actual juicio por corrupción, acusación que el primer ministro niega.
Los manifestantes se han concentrado semanalmente contra las reformas del gobierno desde que se dieron a conocer.
Han vuelto a estallar concentraciones en ciudades clave, y el miércoles miles de personas protestaron contra el proyecto de ley antes de que fuera aprobado en el Parlamento.
Netanyahu había arremetido contra la oposición el miércoles durante un discurso en el Parlamento.
“Reciclan los mismos eslóganes gastados y ridículos sobre 'el fin de la democracia'. Pues bien, de una vez por todas: La democracia no está en peligro, es el poder de los burócratas el que está en peligro”, enfatizó.
“Tal vez podrían dejar de poner trabas al gobierno en plena guerra. Quizás podrían dejar de alimentar la sedición, el odio y la anarquía en las calles”, agregó.
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Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés
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