Tras haber asumido en 2023 tras elecciones anticipadas, Daniel Noboa inicia su segundo mandato, el primero completo al frente de Ecuador, con apoyo legislativo y una agenda marcada por la seguridad, la reactivación económica y la recuperación petrolera. El presidente de 37 años gobernará hasta 2029. “La historia del Ecuador no se va a escribir sola, la escribiremos juntos”, afirmó al asumir el desafío.
Este sábado, Daniel Noboa asumió oficialmente la presidencia de Ecuador para un nuevo mandato de cuatro años.
En el acto en el Palacio Legislativo de la Asamblea Nacional asistieron representantes de 93 delegaciones internacionales; sin embargo, los únicos jefes de Estado fueron Dina Boluarte, de Perú, y Gustavo Petro, de Colombia.
Luego de la llegada del presidente se hizo el juramento y siguió su discurso, más largo de lo habitual.
Con un mensaje enfático titulado “Un día para hablar con la verdad”, Noboa destacó los desafíos enfrentados en conjunto por el país. “Las dificultades las hemos enfrentado juntos y los golpes los derrotamos juntos, de manera contundente y determinada para salvar esta patria”, fue una de las frases que marcó su discurso.
Reconoció a las personas que empujan hacia el futuro desde el gabinete, quienes han resistido la presión de las mafias y han mantenido su compromiso con la nación. En ese contexto, se reafirmó el liderazgo con una reflexión clara: “Un verdadero comandante en jefe jamás abandona a sus tropas y les exige de acuerdo con las circunstancias. Hoy creo en ustedes, por eso la vara está tan alta. En ustedes está la consolidación de Ecuador”.
El mandatario recordó que “en la primera parte (de su mandato) declaramos la guerra a las mafias”, aclarando que no se trata simplemente de combatir la delincuencia común, sino de una lucha frontal contra estructuras criminales.
"A pesar de las amenazas, no dimos un paso atrás", dijo con firmeza, subrayando que el país no le pertenece a los criminales, sino a su gente.
Durante el discurso, también rindió un homenaje a las fuerzas de seguridad, reconociendo su sacrificio y compromiso con el orden y la paz.
En cuanto a las reformas necesarias para “cuatro años de progreso”, el mensaje se enfocó especialmente en los jóvenes, con promesas de trabajo y vivienda digna. Además, anunció una nueva ley de energía nuclear.
En materia de gobernabilidad, se abordaron temas como la lucha contra la corrupción, el avance en la transformación digital, y la reducción de homicidios como una meta prioritaria.
Finalmente, se reafirmó que la transparencia será el pilar del gobierno y Noboa terminó diciendo: “La historia del Ecuador no se va a escribir sola, la escribiremos juntos”.
Una mayoría en un país dividido
En un país profundamente polarizado, Daniel Noboa fue reelegido el pasado 14 de abril con el 56 % de los votos, frente al 44 % obtenido por la candidata de izquierda Luisa González, quien impugnó los resultados y pidió un recuento. Sin embargo, observadores de la Unión Europea y de la OEA descartaron indicios de fraude electoral.
La campaña transcurrió en un clima tenso, marcado por la desinformación y los ataques personales, lo que acentuó aún más la división política. Noboa supo canalizar el rechazo al correísmo —asociado para algunos en este país con corrupción — y cuestionó sus supuestos vínculos con el gobierno de Nicolás Maduro. Al mismo tiempo, reforzó su cercanía con Estados Unidos, posicionándose como un aliado regional del presidente Donald Trump.
Las prioridades para Ecuador
El balotaje se celebró en medio de una violencia desbordada: entre enero y febrero, Ecuador registró una muerte violenta por hora, haciendo de 2025 el inicio de año más sangriento de su historia reciente.
Con 18 millones de habitantes, el país ha pasado de ser un enclave de estabilidad a convertirse en un punto clave del narcotráfico, por su ubicación entre Colombia y Perú, su economía dolarizada y sus puertos sobre el Pacífico.
Desde 2023, Ecuador vive un conflicto armado interno y ha clasificado a más de veinte organizaciones implicadas en narcotráfico, extorsión, secuestro, sicariato y minería ilegal como grupos terroristas. El gobierno estima que hay unos 40.000 miembros activos en estas organizaciones.
Desde que asumió su primer mandato, en noviembre de 2023, Noboa afirma haber reducido la tasa de homicidios de 47 a 38 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la violencia sigue siendo crítica. Analistas señalan que, con su reelección, el presidente consolida la “guerra contra el crimen” como eje de su gestión y discurso. Una estrategia que, según organizaciones de derechos humanos, entraña graves riesgos, como lo evidenció el caso de cuatro adolescentes hallados calcinados tras un operativo militar en Guayaquil.
La semana pasada, Noboa envió al Congreso un proyecto de ley para debilitar, según él, el crimen organizado. La iniciativa propone beneficios fiscales a quienes donen equipamiento a las fuerzas de seguridad y permite el uso directo de la fuerza por parte de policías y militares.
“El objetivo es golpear las economías criminales. Si siguen teniendo recursos ilimitados, la violencia continuará en las calles o en la selva”, advirtió.
Además, el presidente ecuatoriano declaró en una reciente entrevista a AFP que su prioridad también será la reactivación económica: “Nos enfocaremos en inversión pública que genere progreso y empleo. Ese es el corazón de nuestro plan económico”, afirmó.
ADN, el partido oficialista, domina la nueva Asamblea
El 15 de mayo, el partido oficialista Acción Democrática Nacional, liderado por Noboa, asumió el control del nuevo Congreso con el apoyo de la mayoría de legisladores, en una sesión presidida por su madre, Annabella Azín, la diputada más votada.
“Desde el 13 de abril se percibe un ambiente de tranquilidad y optimismo”, declaró Azín, en alusión al día en que su hijo fue reelegido.
ADN obtuvo 66 de los 151 escaños, pero cuenta con aliados que, por ahora, le aseguran mayoría. Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa, también tiene 66 curules y se perfila como principal fuerza opositora.
Con el control del Congreso y del Consejo de Administración Legislativa, el oficialismo busca ahora avanzar en su propuesta de reforma constitucional para permitir bases militares extranjeras, actualmente prohibidas por la Constitución de 2008. Esta norma fue impulsada por Correa, quien en 2009 canceló el acuerdo que permitía a EE. UU. operar desde la base de Manta.
Con AFP y Medios locales
Compartir esta nota