Una visita altamente simbólica: el rey Carlos III pronunciará el discurso del trono en Canadá este martes con motivo de la reapertura del Parlamento, en un momento en el que el país del que es jefe de Estado vive una crisis sin precedentes debido a las amenazas de Donald Trump.
El rey Carlos III pronunciará el discurso del trono en la reapertura del Parlamento canadiense el martes 27 de mayo, en Ottawa, la capital del país de la Commonwealth. Una visita oficial sin precedentes, vista como un apoyo a la soberanía de Canadá en un momento de tensiones con Washington.
El nuevo primer ministro, Mark Carney, quiere hacer de esta visita, considerada como un "honor histórico, a la altura de los desafíos de nuestro tiempo", una demostración de soberanía sobre su vecino del sur.
Fue por invitación suya que el Soberano realizó este viaje excepcional para este discurso, que normalmente pronuncia el representante de la Corona británica en Canadá, el gobernador general.
Aunque el rey Carlos III pronunciará el discurso como si fueran sus propias palabras, en realidad fue escrito por la oficina del Primer Ministro, ya que pretende detallar el programa del nuevo gobierno de centroizquierda.
Este equipo, dirigido por el liberal Mark Carney, un tecnócrata sin experiencia política, está en el poder desde las elecciones generales del 28 de abril, después de una campaña totalmente centrada en Donald Trump y las respuestas a sus amenazas.
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El discurso del trono del martes debería por tanto ofrecer algunas pistas sobre los grandes proyectos de Mark Carney, que ha prometido lanzar la mayor transformación de la economía canadiense desde el final de la Segunda Guerra Mundial para construir un país "fuerte".
En un lenguaje diplomático cuidadoso, también debería contener una reafirmación de la soberanía de Canadá.
"Canadá no está solo"
"En términos de simbolismo, es extraordinario porque es apenas la tercera vez que el soberano lee este discurso", explica Félix Mathieu, politólogo y profesor de la Universidad de Quebec en Outaouais.
De hecho, Isabel II, la madre del rey Carlos, sólo vino a pronunciar el discurso del trono dos veces durante su largo reinado, en 1957 y la última vez en 1977.
"Lo que también será interesante es todo lo que rodea al discurso del trono", añade, hablando de un "mensaje a Donald Trump" para mostrarle que "Canadá no está solo en esta lucha".
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Para muchos canadienses, este viaje real tiene un fuerte simbolismo. Y mucha gente acudió a la capital el lunes para saludar al monarca en su primer día de visita.
Charles y Camilla visitaron un mercado de agricultores el lunes, vieron un espectáculo de danza indígena y el comienzo de un partido de hockey callejero.
El martes, la pareja llegará a la antigua estación de tren que alberga la cámara temporal del Senado en un carruaje ceremonial tirado por caballos de la Real Policía Montada de Canadá.
La pareja será recibida por una guardia de honor de un centenar de personas y una banda militar. Se disparará un saludo de 21 cañonazos mientras la bandera canadiense en el edificio es reemplazada por una pancarta que indica la presencia del Rey.
Este artículo es una adaptación de su original en francés
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