El primer ministro australiano, Anthony Albanese, proclamó su victoria en las elecciones generales de este sábado 3 de mayo, tras una campaña centrada en el poder adquisitivo, el medio ambiente y los aranceles del Gobierno de Donald Trump.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, salió victorioso en las elecciones de este 3 de mayo, al vencer a su rival en un sufragio marcado por las tensiones económicas desatadas por el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
"Gracias al pueblo australiano por darme la oportunidad de seguir sirviendo a la nación más grande del mundo", dijo Albanese desde Sídney al proclamar su victoria en las urnas.
El liderazgo lento, pero constante de Albanese logró resonar en un momento de incertidumbre global, en un contexto en el que los votantes abandonaron al líder Peter Dutton, de acuerdo con lo indicado por los analistas.
Dutton declaró que llamó al primer ministro para felicitarlo por la victoria. "No lo hicimos lo suficientemente bien durante esta campaña, eso es evidente esta noche y asumo toda la responsabilidad", dijo a sus seguidores.
Mientras que Albanese ha prometido adoptar energías renovables y abordar la crisis de vivienda que se está agravando, además de fortalecer la inversión en el sistema de salud, Dutton fue claro al indicar que quería reducir la migración, acabar con el crimen y abandonar la antigua prohibición de la energía nuclear.
A lo largo de la campaña electoral, que se extendió por un periodo de seis semanas, Trump logró proyectar su interés en las elecciones australianas e incluso alcanzó a despertar la incertidumbre mundial sobre si, en efecto, el caos económico inducido por la imposición de los aranceles lograría influir en el resultado.
"En tiempos de inestabilidad, esperamos que la gente vuelva a un puesto estable", dijo a la agencia AFP el profesor de política de la Universidad de Sídney, Henry Maher.
A los ojos de los expertos, la política de Dutton de recortar el servicio público logró molestar a los votantes, debido a que recortes similares, encabezados por Elon Musk, provocaron caos en Estados Unidos.
Algunas encuestas previas al desarrollo de esta votación mostraron que Dutton estaba perdiendo apoyo debido a la influencia de Trump, a quien elogió este año como un "gran pensador".
En el territorio australiano el voto es obligatorio y a quienes no participen en la jornada se les imponen multas equivalentes a unos 13 dólares estadounidenses, método por el cual el índice de participación electoral supera el 90%.
La influencia de la incertidumbre arancelaria
A medida que los australianos se fueron distanciando de Trump, tanto Dutton como Albanese adoptaron un tono más belicoso.
"Si necesitara pelear con Donald Trump o cualquier otro líder mundial para promover los intereses de nuestra nación, lo haría sin dudarlo", aseguró Dutton en abril, mientras que Albanese condenó los aranceles del líder republicano como un acto de "daño económico".
Con el paso de los días, las preocupaciones económicas empezaron a dominar la contienda electoral, en medio de un ambiente en el que numerosos hogares australianos luchan por pagar los elevados precios de la leche, el pan, la electricidad y la gasolina.
"El costo de la vida es extremadamente alto en este momento. Así que los impuestos también son un factor muy importante. El precio de la gasolina y todos los gastos básicos", declaró a la agencia AFP Robyn Knox, gerente de recursos humanos, en Brisbane.
El gobierno de Albanese ha abrazado el impulso global hacia la descarbonización, advirtiendo sobre un futuro en el que las exportaciones de mineral de hierro y carbón contaminante ya no apuntalan la economía.
Adaptado de su original en inglés.
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