El próximo viernes, el presidente Luis Abinader asumirá un nuevo mandato constitucional tras la celebración de las elecciones del pasado 18 de mayo del 2024.

Durante su primer mandato presidencial (agosto 2020-2024), el mandatario se enfrentó a la recuperación de económica debido a los efectos de la pandemia COVID-19, impulsando estratégicamente el sector turístico, las elevadas tasas de política monetaria y el incremento de los flujos de remesas procedentes de la diáspora.

En su primer mandato, se comentó sobre una reforma fiscal, sin embargo, luego del borrador divulgado a la sociedad dominicana, el mandatario puso en pausa su ejecución.

A cuatro años de su llegada al poder, con una economía que volvió a la senda de su crecimiento de entre 4 % y 5 %, el flujo de remesas sobre US$ 10,157.2 millones, más que el doble que la inversión extranjera directa de US$ 4,100 millones e ingresos de US$ 9,000 millones por concepto de turismo, ¿Qué enfrentará el funcionario durante su segundo cuatrienio?

Economistas como Miguel Collado Di Franco, Henry Hebrard, Luis Manuel Piantini y Jesús Geraldo Martínez, afirmaron que República Dominicana necesita una reforma integral enfocada en la eficiencia del gasto público, aumentar los ingresos de las entidades recaudadoras como Impuestos Internos, Tesorería y Aduanas, e impacte el desarrollo socioeconómico de los casi 11 millones de habitantes.

De acuerdo con el experto en finanzas, Jesús Geraldo Martínez, uno de los principales retos económicos que enfrentará el presidente tras su toma de posesión el 16 de agosto del 2024 es la gestión de la deuda pública, encontrar el equilibrio entre la reducción del déficit fiscal y la diversificación de la economía nacional.

“La modernización y diversificación de la economía es esencial para reducir la dependencia del turismo y sectores tradicionales, promoviendo la inversión en áreas como tecnología e industria manufacturera”. Es decir, una mayor inversión en áreas de las tecnologías para mejorar la competitividad del sector agrícola y aumentar su productividad en aras de garantizar la seguridad alimentaria a precios asequibles.

En el actual contexto económico, donde el producto interno bruto (PIB) dominicano se prevé en un crecimiento de 5 %, la inflación se mantiene dentro del rango meta del Banco Central (BCRD) en 4 y los ingresos fiscales presentan ligeras mejoras, Martínez afirmó que se deberá buscar un equilibrio sostenible.

“El presidente deberá encontrar un equilibrio entre reducir el déficit fiscal y continuar con las inversiones en infraestructura y servicios públicos esenciales, para lo cual será necesario una reforma fiscal integral que no afecte a la población de medianos y bajos ingresos”, aseguró.

La administración enfrenta desafíos significativos en su primer año, con la consolidación fiscal como prioridad principal. En ese sentido, Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees), el Gobierno debe abordar la reducción de déficits y el ritmo de endeudamiento, que actualmente es elevado.

De acuerdo con el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la deuda pública consolidad a mayo de 2024 se situó en US$ 74,881.8 millones, para un incremento de más de 1,583.5 % de la cifra de US$ 4,447.9 millones de la década del 2000. Este monto representa el 60.6 % del producto interno bruto (PIB).

La deuda representa una carga importante para los contribuyentes, tanto por el pago de su costo como por el capital de la misma. Para el 2024 según la Ley de Presupuesto General del Estado, el monto del gasto en intereses del gobierno central como porcentaje de los ingresos tributarios está presupuestado en 25 %, resaltó el Crees.

Además de controlar el gasto público, el gobierno está llamado a diseñar una reforma tributaria integral. Sobre esto, el economista Collado Di Franco explicó que esta reforma debe reducir distorsiones que afectan el ahorro, la inversión y la generación de empleo, siendo la meta la construcción de un sistema tributario que “no solo incentiva la actividad productiva, sino que también reduzca la evasión y la informalidad, aumentando así los ingresos sin penalizar a los hogares y empresas”.

Reforma constitucional

De acuerdo con el decano de la facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco, inició el cronómetro regresivo para perfilar las reformas que requiere el país.

“Si nosotros partimos de las reformas que son prioritarias, la primera que habrá que comenzar a trabajar, consensuar y presentar a la comunidad nacional es la fiscal, porque depende también de otras reformas”.

Hasta el 13 de agosto del 2024, el funcionario sólo ha abordado sus propuestas para la reforma constitucional que abarcaría la “autonomía del Ministerio Público, unificación de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales, y la reducción de diputados en el Congreso Nacional a 137 legisladores”.

El economista Henry Hebrard subrayó la urgencia de implementar un conjunto integral de reformas para abordar diversos desafíos económicos en el país. Hebrard aclaró que no solo llevar a cabo una reforma fiscal, sino también de actualizar leyes relacionadas con la seguridad social, el seguro de desempleo, los sistemas de de salud y pensiones, así como la reforma laboral y un posible pacto salarial.

Además, resaltó la importancia de la Ley de Recapitalización del Banco Central y la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Hebrard argumentó que, si bien el sector eléctrico presenta uno de los mayores retos, el éxito de estas reformas dependerá de “una comunicación efectiva y de la capacidad para mitigar el malestar público sin perjudicar la actividad económica".

"Aunque se prevé que en el primer año de implementación las reformas puedan ralentizar el crecimiento económico, se espera que a largo plazo, estas medidas aceleren la economía”, destacó.

Sobre este tema, Collado Di Franco  aspecto crítico del desafío fiscal es el déficit generado por las distribuidoras eléctricas, que representa cerca de un tercio del déficit total del gobierno.

"Ha sido un problema persistente, con subsidios a las distribuidoras eléctricas absorbiendo entre el 3 % y el 3.5 % del producto interno bruto (PIB)”, agregó.

Finalmente, Hebrard destacó que la implementación de estas reformas será crucial para asegurar un crecimiento económico sostenible y equitativo, siendo el principal reto garantizar el crecimiento económico beneficie a toda la población. Además, visualizó que la economía dominicana podría duplicar su tamaño en los próximos 10 años.

Grado de inversión

En términos de crecimiento económico, el gobierno ha fijado una meta de incrementar el PIB en un 6 % anual para duplicar el tamaño de la economía en los próximos 12 años. Sin embargo, con una tasa de crecimiento esperada para este año que no superará el 5 %, el ejecutivo del Crees afirmó que alcanzar este objetivo requerirá reformas estructurales profundas en diversas áreas, incluyendo el sector eléctrico, la burocracia, el mercado laboral, y el transporte de carga interurbano.

“La administración debe mantenerse atenta a las condiciones internacionales, particularmente en Estados Unidos, que podrían presentar retos coyunturales para la economía dominicana. Las reformas estructurales serán clave para enfrentar estos desafíos y mejorar la competitividad del país en el ámbito global”, agregó Collado Di Franco.

Además, resaltó que con estos esfuerzos, el nuevo gobierno buscará no solo superar los obstáculos inmediatos, sino también posicionar a República Dominicana para alcanzar el grado de inversión.