Para nadie es un secreto que República Dominicana enfrenta un déficit de 3 % cada año, es decir, las autoridades gastan más que el ingreso que recibe a través del pago de impuestos de la ciudadanía.

ACENTO consultó a expertos en materia fiscal quienes afirmaron que República Dominicana necesita una reforma fiscal que aborde ejes como la eficiencia del gasto público, aumentar los ingresos de las entidades recaudadoras como Impuestos Internos, Tesorería y Aduanas.

Los economistas concordaron que la política fiscal juega un papel significativo en múltiples aspectos económicos, sociales y del desarrollo humano. Esto se debe a los efectos e impactos que pueden beneficiar o perjudicar el bienestar de las familias, las empresas y las relaciones con otras economías.

Sin embargo, la promulgación de la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo de República Dominicana 2030 (Ley 1-12), estableció que se debía ejecutar una reforma fiscal en 2015.

El tercer eje estratégico “Garantizar la sostenibilidad macroeconómica” indicó que las autoridades monetarias debían impulsar una reforma fiscal integral, basada en la transparencia tributaria y orientada a financiar a largo plazo la sostenibilidad de las finanzas del sector público. Así se establece en el ítem 3.1.1.2, Artículo 36.

“Un nuevo régimen de incentivo y fomento a las actividades productivas que contribuya a fortalecer los eslabonamientos intersectoriales y el desarrollo territorial, fomentar la innovación y la competitividad sistémica, generar empleo decente y atraer inversión hacia actividades que aporten un mayor escalamiento en la cadena de valor, entrará en vigencia en un plazo no mayor de tres años”, señaló.

Esto significa, de acuerdo con la legislación, un pacto fiscal orientado a disminuir los niveles de evasión fiscal, elevar la calidad, eficiencia y transparencia del gasto público y la equidad de la estructura tributaria.

Pero, además, significará a largo plazo y en concordancia con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una economía articulada, innovadora y ambientalmente sostenible, con una estructura productiva que genera crecimiento, trabajo digno y se inserta de forma competitiva en la economía global.