El presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista, Gabriel Antonio del Río Doñé, expresó este jueves su preocupación por el futuro laboral de los más de 10,000 trabajadores haitianos que actualmente laboran en Compagnie de Développement Industriel (Codevi), la zona industrial compartida entre República Dominicana y Haití.
La preocupación de del Río se enmarca en la expiración del programa comercial HOPE/HELP, que durante casi dos décadas permitió exportaciones libres de aranceles de ropa desde Haití hacia Estados Unidos.
EE. UU. decidió no renovar los beneficios arancelarios en el marco de políticas comerciales de protección que priorizan la producción dentro del país y reducen incentivos para fabricantes extranjeros, dejando a los importadores estadounidenses sujetos a aranceles que eliminan la competitividad de la industria textil haitiana, la “última gran industria del país”, según reportó The Wall Street Journal.
Durante la vigésima Reunión Regional Americana de la OIT, Del Río indicó que esos empleados representan la gran mayoría de la fuerza laboral de la empresa, mientras que los dominicanos no superan los 200 trabajadores.
El especialista advirtió que, ante la posibilidad de que Codevi pierda su matrícula actual, sería necesario establecer un acuerdo con el gobierno haitiano para garantizar que la empresa pueda seguir operando y que los trabajadores no pierdan sus empleos.
“Codevi no necesariamente tiene que pasar a ser administrada por Haití, sino que se busque un acuerdo que permita que represente a Haití en ese sentido”, afirmó.
Del Río señaló que la pérdida masiva de empleos para los haitianos representaría “una presión adicional” para República Dominicana, dado que los trabajadores podrían buscar empleo en el país, generando un incremento de la migración interna.
Asimismo, subrayó la complejidad de la situación política en Haití, donde el gobierno es de transición y su duración es limitada, lo que complica la posibilidad de acuerdos estables.
Del Río confió en que la nueva misión de las Naciones Unidas en Haití pueda contribuir a normalizar la situación y facilitar la resolución de conflictos con grupos armados que afectan la estabilidad laboral y social.
“Esperamos que con la misión de las Naciones Unidas podamos tener posibilidades de que vuelva la normalidad”, concluyó del Río.
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