La gerencia de la Central Termoeléctrica Punta Catalina habría reconoció que la unidad número uno emitió grandes volúmenes de micropartículas durante los meses de agosto y octubre de este año, afirmaron el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA).
Las organizaciones realizaron un análisis de un informe periodístico de fecha del 2 de diciembre, en la que la gerencia reporta el éxito de la séptima auditoría practicada en la central, admite en términos muy eufemísticos que la Unidad número uno emitió micropartículas por encima de las normas establecidas.
En la misma nota, la gerencia indicó que para corregir la anomalía se reemplazaron filtros de esta planta.
El documento indica que “si bien hubo excursiones de partículas (PST) en la Unidad 1 entre agosto y octubre, el panel señaló que las acciones correctivas —incluyendo reemplazo de filtros— fueron implementadas”.
Las organizaciones explicaron que el evento reportado en términos tan idílicos, en realidad se trató de una grave contaminación aérea que puso en riesgo la salud de la población circundante de la termoeléctrica.
“El hecho de que se tuvo que reemplazar filtros en esta planta, habla del gran volumen de micropartículas emitidas durante esos meses, sobre todo si se tiene en cuenta que el costo de cada filtro es de 75 millones de dólares”, observaron.
Manifestaron que esas altas emisiones de micropartículas tuvieron un gran impacto en la salud de la gente como lo demuestra que a principios del mes de octubre las comunidades aledañas a Punta Catalina, específicamente Sabana Uvero de Paya, denunciaron que durante las noches había una espesa niebla y un fuerte olor a quemado. La prensa publicó videos de esta neblina remitidos por las comunidades.
En esa ocasión las comunidades reportaron que tenían dificultades para respirar, gran picazón en los ojos y dolor de garganta.
La CNLCC y el INSAPROMA recordaron que en ese momento las organizaciones acusaron a Punta Catalina de estar practicando desfogues nocturnos de las plantas.
Sin embargo, señalaron que a la luz de esta información ofrecida por esta nota, se puede relacionar que lo ocurrido en la Unidad número uno de Punta Catalina a principios de octubre fue un desmadre de emisiones de micropartículas comparable a un desfogue
Acusaron a la gerencia de Punta Catalina de conducta criminal, porque en vez de alertar a la población de los riesgos letales del evento, lo ocultaron, y después que pasó lo minimizan.
Plantearon que no es la primera vez que ocurre este evento de altas emisiones de micropartículas en la Unidad número uno de Punta Catalina.
Resaltaron que la auditoría técnica forense que realizó la empresa estadounidense Sargent & Lundy (S&L) por encargo del Gobierno dominicano, advirtió que por las numerosas fallas estructurales de construcción esta unidad no podría llevarse al tope de su capacidad para evitar que produzca una avalancha de emisiones de micropartículas.
Citaron también las declaraciones de Serafín Canario de la Rosa, antiguo administrador de Punta Catalina que confirmó en una entrevista realizada hace unos meses, que en el año 2021 Punta Catalina emitió micropartículas 40 veces por encima de la norma.
Informaron que la Red Comunitaria de Monitoreo de Nizao sobre la contaminación de Punta Catalina, observaron durante los meses de agosto a octubre, un incremento de muertes “inexplicalbes” en el municipio, que denunciaron en reiteradas ocasiones.
“El Ministerio de Salud Pública está en la obligación de investigar estas muertes y descartar que estén relacionadas con las altas emisiones de la Unidad número uno que ahora se admiten”, aseguraron.
Las organizaciones han solicitado, sin recibir ninguna respuesta, que Salud Pública ordene la aplicación de autopsia a todas las personas que fallecen en la provincia Peravia para comprobar la causa real de su deceso.
Denunciaron que en la semana pasada, la Junta Municipal Electoral de Nizao se negó a darle acceso a las actas de defunción a la Red Comunitaria de Monitoreo que busca documentar estas muertes “inexplicables” ocurridas en Nizao precisamente durante los meses de agosto a octubre de este año.
Alertaron a la población de la provincia Peravia del gran riesgo en que viven por la contaminación de Punta Catalina y por la complicidad de las autoridades, especialmente de Salud Pública y de Medio Ambiente, que en vez de proteger a la población, ocultan los impactos letales de esta contaminación.
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