He leído con admiración las agudas y breves reflexiones del “pensador” dominicano Gedeón Santos, quien en un mensaje muy breve menciona a Zoe Saldaña —actriz criolla universalizada por su reciente Oscar al mejor papel secundario por su magistral interpretación de Rita Moretti, abogada que navega los abismos éticos al colaborar con el Jefe de un cártel— trasciende el mero elogio cinematográfico para plantear una discusión cultural urgente.

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Zoe Saldaña.

Santos traza una línea ideológica reveladora: señala cómo Saldaña bebió de la savia de tres gigantes del arte comprometido:

  1. Pablo Milanés (representante de primer orden de la Nueva Trova cubana, poeta de la resistencia).
  2. Mercedes Sosa ("La voz de los sin voz", ícono de la canción social latinoamericana).
  3. Juan Bosch (no solo expresidente dominicano, sino “pensador”, maestro del cuento y además novelista, ensayista, articulista, escultor…) fue uno de los protagonista de papel protagónico después de la muerte de Trujillo y líder político vital en la Segunda mitad del siglo XX en República Domincana, con influencias notables en El Caribe hispano.

Esta trinchera ideológica explica por qué Saldaña eligió trascender mediante roles complejos (desde Neytiri en Avatar hasta Uhura en Star Trek) en lugar de caer en el shock value fácil*.

El contraste que Santos establece con Tokischa —fenómeno de la música urbana dominicana cuyas letras hiperexplícitas y coreografías polémicas generan tanto adhesiones como repudio— no es casual. Santos lee aquí dos modelos antagónicos de éxito:

Saldaña: ascenso mediante rigor actoral y selección de proyectos con trasfondo social.

– Tokischa: fama lograda a través de la transgresión calculada que el capitalismo convierte en mercancía viral.

Tokischa.

El núcleo de su crítica breve es demoledor: el sistema capitalista instrumentaliza la vulgaridad en el cuerpo de la mujer (disfrazada de "autenticidad",) porque genera,  plusvalía inmediata mediante streams, polémicas y patrocinios, que toca aspectos del Capiatalismo gore, tesis de la filósofa Mexicana Sayak Valencia. Los jóvenes artistas suelen caer en la trampa del disposable art: productos culturales diseñados para ser consumidos y descartados en ciclos cada vez más veloces, vaciando así el arte de su potencial transformador.

Santos celebra que Saldaña encarne una contranarrativa: demostrar que se puede triunfar globalmente sin renunciar a la dignidad ni a las raíces éticas. Su Oscar sería así un triunfo simbólico contra la lógica del espectáculo vacío.

Tokischa.

En este sentido puedo decir que Saldaña no es una actriz neutra: su carrera es un acto político que demuestra que el éxito masivo no requiere renunciar al contenido ético. Al elegir "trincheras" (roles con legado), desafía la lógica del capitalismo cultural que premia lo efímero y lo escandaloso. Su elección de Uhura y Neytiri —personajes icónicos en sagas globales— prueba que es posible hackear el **mainstream para infiltrar ideas progresistas.

En síntesis: Su trinchera no está en el underground, sino en el corazón de Hollywood, usando su fama como herramienta de cambio simbólico.

Zoe Saldaña.

Este debate trasciende lo artístico. Como bien apunta Gedeón Santos, cuando una sociedad permite que lo vulgar se erija en su embajador cultural global (aunque sea "exitoso"), está firmando un acta de colonización mental. La pregunta que late aquí es brutal: ¿queremos que Quisqueya sea conocida por sus Zoe Saldañas o por sus Tokischas? La respuesta definirá ideologicamente si somos productores de cultura o esclavos de la colonización que ejerce el espectáculo comercial capitalista vacío.

*Shock value fácil: El término "shock de valor" (o "shock value" en su adaptación al español) puede interpretarse en dos contextos principales, dependiendo del ámbito en el que se utilice: "El shock value de valor económico se aprovecha para imponer políticas impopulares, mientras el shock value cultural distrae a la sociedad de las injusticias estructurales".  En el ámbito de Marketing y Cultura,"shock value" (anglicismo) se refiere al uso de elementos impactantes o controvertidos para captar atención rápida, aunque sea mediante la provocación.

Tokischa.

Ejemplos:

– Publicidad polémica: Campañas con imágenes violentas o sexualmente explícitas (ej: marcas de moda usando modelos transgresores).

– Contenido audiovisual: Películas o series que abordan temas tabú (cannibalismo, incesto) para generar revuelo.

– Redes sociales: Influencers que usan escándalos morales o discursos extremos para ganar seguidores.

**mainstream: Es la corriente cultural, política, económica o mediática que impone su narrativa como la "normalidad" aceptada por la mayoría. Su dominancia no es casual, sino que se construye mediante los diferentes aparatos del Estado:Educativos, religiosos, y represivos.

Zoe Saldaña.

Carlos Sánchez

Escritro

Carlos Sánchez es escritor.

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