El ciudadano Narciso R. Ramírez Ulloa reaccionó al reportaje de José Rafael Sosa sobre la historia del Palacio de Bellas Artes de Santo Domingo, publicado en Acento.com.do
En una carta dirigida a la dirección de este medio, Ramírez Ulloa precisa fechas y resalta los aportes del emblemático arquitecto Francisco Manuel Batista Bisonó (Cuqui Batista), quien recientemente celebró su cumpleaños número 100.
A continuación la carta:
Santiago de los Caballeros, 23 de julio de 2025
Señor
Fausto Rosario Adames
Director del diario digital ACENTO
He leído un artículo publicado hoy miércoles 23 de julio del presente 2025, bajo la firma del periodista José Rafael Sosa, titulado “Historia y Magia del Palacio de Bellas Artes, a 85 años de su construcción”.
El artículo contiene algunas omisiones y errores, por lo que es necesario aclarar algunos aspectos: el acto celebrado por la Dirección de Bellas Artes fue con motivo del 85 aniversario de la institución, fundada el 19 de julio de 1940, mediante la Ley 311-40.
El Palacio de Bellas Artes fue inaugurado el 15 de mayo de 1956 (hace 69 años). El autor de su diseño fue Francisco Manuel Batista Bisonó (Cuqui Batista), quien era estudiante de término de Arquitectura en la Universidad de Santo Domingo y participó en un concurso abierto para estos fines en 1952, del cual resultó ganador.
Su dilatada y reconocida carrera profesional lo ha llevado a dejar su huella en innumerables edificios en Santiago: los primeros edificios de la Madre y Maestra (edificio administrativo, centro de estudiantes, extensión cultural), el edificio Mera, Muñoz y Fondeur, el edificio Las Carreras, donde está la Central del Monorriel, y el edificio que alberga el Partido Reformista, entre otros.
Profesor universitario de larga data, hace poco cumplió 100 años de edad; por toda esa productiva labor profesional, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra le otorgó un Doctorado Honoris Causa.
La huella de Cuqui Batista, la originalidad de sus diseños, su estilo y la solidez de las construcciones que diseñó y dirigió, marcan una impronta en la historia de la arquitectura dominicana y en la ciudad de Santiago.
Cuqui Batista, el estudiante de arquitectura que ganó un concurso con el diseño del Palacio de Bellas Artes, es un patrimonio, una marca y un símbolo del orgullo dominicano.
Sin otro particular, con sentimientos de alta estima,
Narciso R. Ramírez Ulloa
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