Novelar la historia se ha constituido en una pragmática escritural por parte de nuestros escritores y escritoras. En este caso, ese novelar de nuestro acontecer histórico contemporáneo le corresponde al destacado poeta, dramaturgo y narrador dominicano César Sánchez Beras, con Luces de enero (Una novela para jóvenes sobre Los Palmeros).

Luces de enero (Novela para jóvenes sobre Los Palmeros). Primera edición. Editorial Luna Insomne, editores. Dirección editorial a cargo de Luis Reynaldo Pérez. Dirección de arte de Estéfany Then. Diseño y diagramación de Karla A. Bidó Mateo. Corrección de estilo: Bileysi Reyes. Logo de la colección: Rafael de los Santos (Poteleche). Impresión: Editora Búho S. R. L. Ilustraciones de Annia Valdés. Luna Insomne Editores, 2025. De manera especial, el autor dedica la obra a Israel Sánchez Oviedo.

'Luces de enero', de César Sánchez Beras

Antes de entrar al desarrollo de la novela, el sujeto-autor la introduce con un soneto dedicado a “los cuatro cortos”. Veamos:

“Eran cuatro cocuyos, narran los cuentos viejos,
y no fieras panteras de las que hablan los soldados.
Algunos atestiguan que eran linces airados,
otros, que eran fantasmas vestidos de pellejos.
A fuerza de soñarlos en bocas de mujeres
llegaron a inventar linajes y apellidos,
de aguaceros de sombras, de tormentas y aullidos,
de colibríes zumbando en los amaneceres.
A mediados de enero creció la fantasía:
frente al mar, una cueva —dicen— acogería
el grafiti que reza ‘ni muerto retrocedo’.
Nadie buscó en las letras el nombre del autor;
solamente la noche miraba con dolor
en la puerta de todos, el cerrojo del miedo.”
(Ver obra citada, p. 9)

'Luces de enero', de César Sánchez Beras

Esta novela para jóvenes está estructurada en once (11) capítulos, que conforman su base temático-narrativa.

En su calidad de obra literaria, mantiene una carga estética fundamentada en lo onírico y en la imaginación. Por ello, no resulta extraño encontrarnos con imágenes poéticas que acercan al lector o la lectora a aquellas hazañas de nuestra historia reciente, durante los tumultuosos doce (12) años de gobierno del dirigente político nacional Dr. Joaquín Balaguer, conocidos como “Los doce años del balaguerato”.

'Luces de enero', de César Sánchez Beras

En esos once capítulos, el sujeto-autor proyecta la posibilidad de darle vida ficcional a los hechos de Los Palmeros, refiriéndose a las acciones patrióticas de Amaury Germán Aristy (líder del grupo), Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (“La Chuta”). El grupo fue integrado y orientado en Cuba por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, en 1967, como reclamo patriótico tras el derrocamiento del gobierno del profesor Juan Bosch en 1963.

El grupo ya había participado en diversas jornadas antibalagueristas, tanto durante la Revolución de Abril de 1965 como en manifestaciones políticas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Los detalles descriptivos de las escenas sobresalen con el propósito de resaltar el panorama ambiental de la obra, otorgando viveza y armonía a su discurso narrativo.

Hay aquí una dialogía introspectiva entre los personajes, quienes se autopresentan y nos hablan de su quehacer, como si se tratara de un diálogo configurado entre ellos y los lectores. En esa novedad narrativa se desarrolla el acontecer de la novela.

Más que enseñar, hay en ella un delimitado propósito de deleitar, desde un narrar poético que no pierde el sentido histórico ni tergiversa su semanticidad política y social.

El relato mantiene un detalle cronológico secuencial que no necesariamente responde a la realidad temporal de los hechos históricos de Los Palmeros.

En el discurso narrativo de esta novela para jóvenes se advierte una multiplicidad de narradores intratextuales que exponen sus situaciones como personajes actuantes, manteniendo la unidad y el ritmo del relato.

Se trata de una novedosa remembranza sobre las vivencias de Los Palmeros, conducida por un discurrir estético que, desde lo narrado, nos transporta a una realidad histórica que forma parte de nuestro acontecer patriótico dominicano.

La novela nos abre una puerta hacia trayectos cognoscitivos que nos inducen a reflexionar sobre el por qué y el para qué de esos hechos. No ocurrieron porque sí: hubo razones políticas de Estado que los generaron, por encima del respeto a los valores democráticos de la República Dominicana, tanto entonces como ahora.

La discusión y el compartir de saberes constituyen la metodología que motiva la lectura y asimilación de este tipo de novela, más allá de los espacios áulicos.

Aquí, el sujeto-autor vuelve a interceder —queriéndolo o no— en la dinámica del sistema educativo nacional, esta vez desde los planos históricos recientes, al situar a Los Palmeros en los bordes de lo ficcional sin alejarse de las coordenadas sociales y de poder que conformaron su entramado histórico.

La historia, aquí, no deja de representar su valor político e ideológico. El sujeto-autor la sostiene como base de su narrar, pero la ajusta desde lo estético-literario, desde lo artístico y cultural, asumiendo su condición de creador de nuevas realidades a partir de una realidad histórica —siempre discutible por los intereses de clase que intervienen en su cosmovisión—.

Desde esta narración novelada, el autor se conecta con su condición de dramaturgo, al poner a sus personajes a contarse y contarnos sus ideales dentro de una atmósfera humana, como quien intercambia experiencias vividas en un mismo tiempo y espacio. Esto nos indica que los personajes son narradores de su propio coexistir dentro de su estado imaginativo.

En la UASD todavía existe la Federación Nacional de Estudiantes Dominicanos (FED) —al menos, sus siglas permanecen—. La FED tiene aquí una excusa justificada para reactivarse a nivel sociopolítico y cultural, escogiendo esta obra para dar a conocer la vida y el accionar de jóvenes que hicieron de la UASD su casa ideológica y patriótica en momentos en que la patria los necesitaba. Ahí les dejo la propuesta: actúen.

Volviendo al universo narrativo del texto, lo poético se abre al narrar para darle sentido estético a lo contado. Así, desde el título del cuarto capítulo —“Ojos de niña que fusilan la noche” (ver p. 45, obra citada)—, más que una vibrante metáfora, se nos presenta una apertura a macrosentidos estéticos y literarios que edifican el estilo del autor.

Y es que no se trata solo de novelar hechos, sino de revitalizar acontecimientos desde lo ficcional, como parte de la discursividad propia de los diversos narradores que interactúan en esta novela para jóvenes.

Y como “la guardia lee como quiera”, lo narrado en esta obra va más allá de los hechos novelados, en un momento en que la historia es manipulada por algunos mal llamados historiadores para imponer sus sesgos ideológicos.

Desde esta obra, surge un conocer pendiente de ser reescrito y discutido a plena luz, ya sea desde las ciencias sociales o desde la literatura creativa. Ese hacer, como en este caso, prefija los caminos que han de redefinir nuestra realidad histórica, parte esencial de nuestra identidad nacional.

En esta novela tenemos un camino a seguir, asumiendo nuestra historia desde sus postulados más reales, con la aspiración de una sociedad más participativa, democrática, humana y solidaria.

Julio Cuevas

Poeta

Poeta, ensayista y crítico literario. Licenciatura en Educación, mención Filosofía y Letras-UASD. Maestria en Lingüística Aplicada-INTEC. Doctor en Derecho-O&M, con Maestria en Relaciones Internacionales, para el Área del Caribe-FLACSO-INTEC. Administración Cultural en Venezuela-OEA-CLACDEC. Fue Embajador, Encargado de Asuntos Culturales de la Cancillería dominicana. Ex-Secretario General de la Comisión Dominicana para la UNESCO. Es egresado de la Escuela Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores. Actual Embajador Adscrito. Doctorado en Filosofía para un Mundo Global, Universidad País Vasco. OBRAS: ¨Epistolario del Crepúsculo¨, (poemas, 1974), ¨Visión Critica en Torno a la Poesía de Víctor Villegas¨, (Ensayo, 1975), ¨Testimonio del Tiempo¨ (poemas, 1986), ¨Homenaje en Tono Oblicuo¨ (poemas, 1992), ¨Los Cantos del Hierofante¨ (poemas, 1997),¨Poemas Tierra Adentro¨ (poema, 2008) y Literatura Infantil para el Desarrollo de la Creatividad y el Pensamiento Crítico (Ensayo,2013). Profesor Escuela de Letras UASD.

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