La inversión de tiempo, recursos y expectativas en la lectura tiene un retorno social expresado en calidad de la educación, conciencia ciudadana, salud preventiva, convivencia, cultura democrática y preparación para enfrentar los desafíos a los que estamos abocado como individuos, como familias, comunidades y sociedad. Un retorno social que bien valdría la pena estudiar y, hasta, cuantificar en lo posible. Modernizar y desarrollar las bibliotecas públicas es el ingente desafío para el presente y el porvenir.
La FIL 2023, como se sabe y por sus resultados, contó con una extraordinaria aprobación del público. Parecía insuperable. Nosotros afirmamos: la FIL 2024 será mejor. Es nuestro reto. Y de este desafío que nos impusimos vengo a dar cuenta en breves palabras. Ustedes, queridas amigas, queridos amigos, son testigos participantes de que el desafío no nos quedó grande ni fue ambicioso. Han podido verificar que crecimos en organización, ofertas editoriales y contenidos literarios. En un mundo donde proliferan brumosos vaticinios, nuestra FILSD2024 es una buena noticia, una luz. Encuentros, confluencia, creación, acuerdos, poesía, relatos, pasión humanística, preponderan.
Permítanme mencionar algunos componentes en los que superamos lo alcanzado en el año anterior:
1. Convocatorias públicas para presentación de propuestas. Cientos se recibieron. Cientos fueron evaluadas. Cientos se integraron al programa de la FIL. Provinieron de escritores, mujeres y hombres de distintas generaciones, academias, instituciones públicas, entidades privadas, centros y foros culturales, editoriales, librerías, etc. De todo el país y el extranjero.
2. Un pabellón infantil maravilloso, con un programa de atractivas actividades orientadas hacia el conocimiento y la diversión.
3. Un amplio programa, dentro del programa general, ideado para estudiantes y jóvenes, que abarcó Biblioteca Abierta, en la BNPHU, actividades artísticas, formativas y lúdicas en el Teatro Nacional, la Cinemateca, los pabellones de la Imaginación, del Comic y el de Animación a la Lectura y la Escritura, entre otros.
4. Organización, como nunca antes, de la participación de estudiantes de las escuelas públicas, dirigida a aprovechar la feria. Esto, producto de una estrecha coordinación entre el MINC y el MINERD, que de por sí ya es un logro importante. En las mañanas, y por horas, un mar de escolares colmaba la Plaza de la Cultura de alegría, curiosidad y sonidos que despertaban sonrisas de bienvenida y agrado.
5. Ampliación y reforzamiento del programa de Firma y Venta de libros directamente por autoras y autores. Más de doscientos escritores participaron y se promovieron. El Museo de Arte Moderno fue escenario de este componente de la FIL2024 que debe permanecer porque ha sido celebrado por los protagonistas del libro. Daba gusto caminar por allí.
6. El pabellón de Narrativa fue una de las atracciones de este año, como lo fue el de Poesía en 2023. Sería deseable que en cada versión de la feria se destaque un género. Los géneros micros podría ser en 2025 (haiku, aforismos, microrrelatos…), o Teatro.
7. Afianzamiento y ampliación del programa Multiplicando Letras. Con sus camisetas amarillas, los gestores y talleristas invitados especiales de la FIL provenientes de todas las regiones del país, destacaron por su interés en las actividades claves de la feria. Y, con su sola presencia, nos recordaban que los derechos culturales pertenecen a toda la población, incluida la que habita en lugares lejanos.
8. Hemos establecido principios y procedimiento que consolidan del programa BONOLIBRO. Este ha contribuido con el apoyo a editoriales y librerías, la asistencia a las actividades de la feria y, sobre todo, a que nadie salga del reciento sin un libro en la mano. Se entregaron cerca de 20,000 libros por esta vía. Los principales beneficiarios fueron jóvenes, niñas y niños.
9. Irradiación organizada de la feria. Se planificó y se llevó a cabo de modo exitoso “La FILSD2024 fuera de casa”, con recitales y coloquios en La Romana, Santiago, La Vega, Puerto Plata, San Cristóbal y Santo Domingo, en los que participaron escritores e intelectuales, internacionales y de nuestro país.
He referido solo aspectos en los que hubo cambios, siempre a favor. Podría detenerme en cada pabellón, en cada área, en cada componente de la FIL 2024, pero las valoraciones relevantes son las que hace el público y los participantes. Y con nosotros, los organizadores, han sido justos, pues nos han estado enseñando que el más apreciado pago para un servidor o servidora es su mirada, la atenta mirada de la ciudadanía. Estamos recibiendo cientos de mensajes estimulantes.
Nada de lo que ha ocurrido aquí en los últimos diez días es un efecto del azar, salvo la lluvia, que también agradecemos, como la agradecen los árboles y la yerba, que se mantuvo fresca pese a nuestras pisadas. Todo lo acontecido en esta feria obedece a una planificación cuidadosa, y diría que también amorosa. Porque amamos la esperanza, amamos todo lo bueno que podemos edificar en comunidad y pluralidad.
Detrás de cada detalle, de cada acción, de cada acto, hay grupos de personas que han trabajado con arduidad y a conciencia. Es de justicia destacar el trabajo de todas las áreas del Ministerio de Cultura y, en particular, a la Dirección General del Libro y la Lectura, integrada por Dirección Ferias del Libro, Dirección Editora Nacional, Dirección de Gestión Literaria y Sistema de Talleres Literarios. Es de justicia reconocer el trabajo extraordinario de la Dirección de Cultura Dominicana en el Exterior. Y, asimismo, de la Dirección de Comunicación, de Servicios Generales, Administración, Financiero, Infraestructura, Transportación, Cinemateca, de todos, en fin, encabezados por la ministra, Sra. Milagros Germán.
(La planificación de la FIL 2023 y 2024 comenzó a finales de 2022, en jornadas en las que dibujamos qué feria deseábamos e imaginábamos, cuáles eran sus características, cuáles sus resonancias. Definimos sus objetivos, cuatro; los resultados esperados, los indicadores de logro de esos resultados, los cambios a introducir).
Es de justicia reconocer y agradecer a todos los colaboradores que se han integrado en distintos momentos poniendo tanto o mayor empeño que cualquier servidor público permanente. Son numerosos, por los que no me es posible mencionarles a todos. Pero permítanme referir de modo particular al eficiente, presto y oportuno equipo de Producción. Y también a los equipos de coordinación de los pabellones y salas, liderados por personas notables del mundo literario y cultural. Gracias por haber aceptado navegar juntos en esta hermosa aventura que hoy llega a su fin, dejando huellas en nuestra memoria afectiva e intelectual.
Los mensajes de animación a la lectura y de elogios al libro alcanzaron toda la geografía nacional y, parte de ellos, cruzaron el mar para llegar a oídos de los dominicanos residentes en el extranjero. Agradecemos la presencia constante de Radio Televisión Dominicana y Radio Televisión Educativa transmitiendo desde la feria misma. Agradecemos la formidable receptividad y colaboración de los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos con la FIL. Podemos decir: muchos comunicadores prestigiosos la hicieron suya.
Agradecemos al equipo del Minerd por su receptividad y su trabajo. En la FIL 2024 empezó el Jardín de la Lectura para recibir a los estudiantes y guiarlos en la Plaza.
Agradecemos a la embajada de Colombia, a la embajada de España, al Centro Cultural de Bulgaria, a Dominican Writers y a todas las instituciones y entidades que han colaborado con la FIL2024.
La FIL es una experiencia de convivencia, aprendizaje, pensamiento, disfrute, un compartir y crecer en torno a los frutos más extraordinarios de la inteligencia y el ingenio humano: los libros.
La inversión de tiempo, recursos y expectativas en la lectura tiene un retorno social expresado en calidad de la educación, conciencia ciudadana, salud preventiva, convivencia, cultura democrática y preparación para enfrentar los desafíos a los que estamos abocado como individuos, como familias, comunidades y sociedad. Un retorno social que bien valdría la pena estudiar y, hasta, cuantificar en lo posible. Modernizar y desarrollar las bibliotecas públicas es el ingente desafío para el presente y el porvenir.
Amigas, amigos, en nuestra querida República Dominicana, hemos llevado a cabo una feria del libro (al propio tiempo es un festival literario y cultural) que abarcó casi setecientos actividades, una plataforma de mercadeo del libro, espacios de conocimiento, pensamiento, debate, una confluencia de más de cientos de editoriales, librerías, instituciones de diversa índole, la presencia de cerca de un centenar de escritoras y escritores internacionales, la visita masiva de escolares. Todo esto ha implicado incontables coordinaciones y acuerdos.
Hemos realizado un evento, o suma de eventos, que el público aprueba y lo aprovecha y lo disfruta. Una feria del libro marca país, con características que la hacen única, entre las que conocemos de otros lares. Un regio acontecimiento que tiene como primer objetivo impulsar la lectura; una feria del libro atractiva, participativa, plural y de alta calidad en sus contenidos.
El pueblo dominicano ha mostrado su interés por el libro. Y más elevado de lo que muchos suponen. Ha sido palpable. Madres, padres, docentes, han evidenciado que anhelan que sus hijas, hijos y alumnos amen los libros, lean, a sabiendas de los beneficios que conlleva para la educación y para su vida. El pueblo dominicano ha presentado su rostro de lector. Eso para mí es belleza viva.
Lo que hemos vivido en esta FIL2024 es derecho cultural. Y el ejercicio de los derechos culturales es vital para la democracia, para la paz, para la lucidez en las decisiones.
Con un “atrévete a pensar”, sean cuales fuesen las aguas en que navegas, con un “permanezcamos aprendiendo”, con un “animémonos animando la lectura”, cierro estas palabras.
Amigas, amigos, otra vez podemos emitir un grito de alegría: ¡LO HEMOS LOGRADO!
(Palabras pronunciadas en en acto de clausura)
Ángela Hernández Núñez, Directora General del Libro y la Lectura, MINC
17/11/2024
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