Como lector que se deleita con la buena literatura, ya les conté de mi reencuentro con el libro Pulso publicitario, de Efraím Castillo, en medio de la pesada tarea de final y principio de año: reorganizar mi biblioteca.
Otro reencuentro agradable ocurrió al releer el poema El fabulador, de José Enrique García, mi autor preferido para el Premio Nacional de Literatura 2022 (sin restar méritos a los demás elegibles para este prestigioso reconocimiento de nuestras letras. No pretendo hacer de crítico de literatura, que es oficio de especialistas, a los que respeto).
Es un poema extenso, más de ochenta páginas, pero no da lugar al aburrimiento ni a la pérdida de interés del lector.
Con esta relectura de El fabulador (Premio Siboney, 1979) me sentí identificado con todo humano que busca arrancarle respuestas a la vida, que interpela al universo, dentro o fuera de su propio ser. En algún modo todos somos esa persona que necesita satisfacer sus ansias de certidumbre en los caminos de la existencia, y esa persona es todos nosotros.
“Soy en mí y en los otros
reúno en mis ojos los tiempos
Y en mi voz las canciones que se cantaron en los trabajos
reúno las ciudades los hombres los caminos” (Obra citada de J.E.García).
El protagonista y narrador, por demás sereno observador y pensador, de El fabulador se esfuerza por auscultar a sus semejantes, al mismo tiempo que se ausculta.
Motivado por este feliz reencuentro con el poema de José Enrique García, me detuve a pensar en la condición humana. ¿Es una verdad absoluta que en la naturaleza solo la especie humana tiene raciocinio? ¿Es la reflexión solo para hombres y mujeres cuya principal preocupación no es la búsqueda inaplazable de lo básico para vivir? ¿La gente común, aunque no nos parezca, también medita sobre sí y sobre su exterior?
En El fabulador se presenta a un individuo que se acerca a todo y se distancia de todo, que se reconoce en los demás y a los demás los reconoce en él.
“… soñar fue mi trabajo desde niño
Y vime de pronto poseyendo un oficio
soñar por mí y por los otros” (Obra citada de J. E. García)
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“Yo conocí temprano mi destino
sólo tenía que descender al centro de la tierra
y al corazón del hombre” (ibídem)
Para mí, lector por placer, El fabulador es una de esas joyas poéticas dominicanas del siglo XX, que disfrutará siempre el amante de la poesía. En esta obra J. E. García se muestra como un trabajador serio de la literatura, nada que ver con la prisa superficial, con el asirse desesperado a alguna metáfora, a alguna música, a algún efecto preciosista pasajero.
Sobre El fabulador y José Enrique García
El fabulador, todavía inédito, ganó el Premio Siboney de Poesía en 1979. Fue editado y publicado en 1980 en la República Dominicana. Su calidad y su impacto le valieron una edición en España. Ediciones de Cultura Hispánica lo publicó en Madrid, en 1989.
El español Rafael Morales (Premio Nacional de Literatura de España) sostiene:
“En El fabulador, la expresión poética de José Enrique García se muestra ya más compleja y depurada, más enriquecida. El fabulador es, en realidad, un único poema, quizás concebido en su unidad como un poliedro de muchas caras, porque lo que el poeta canta o sueña no es ya sólo su propia vida, sino a la vez la de todos los hombres pasados, presentes y futuros, espejo todo de todos, porque un hombre es y será siempre, para el poeta, lo singular y lo plural humano.”
En Antología mayor de la literatura dominicana (Siglos XIX-XX). Poesía tomo I, el maestro Manuel Rueda, en el capítulo de introducción Dos siglos de poesía dominicana (S. XIX-XX), edición de la Fundación Corripio Inc., al referirse a la evolución de la poesía dominicana después del Pluralismo afirma:
“José Enrique García… podemos decir que es un poeta de grandes posibilidades cuya obra, sostenida por una sensibilidad que da luz a todos sus elementos, ya empieza a situarlo como un joven maestro de nuestra poesía. (Cfr. Página 40).
El maestro Rueda volvería a ponderar la calidad de poeta de José Enrique García en Antología mayor de la literatura dominicana (Siglos XIX-XX). Poesía tomo II, edición de la Fundación Corripio Inc.
Afirma que José Enrique García:
“Trabaja asiduamente en su obra. Tiene inéditas varias novelas*, un libro de cuentos y una obra crítica ambiciosa sobre las principales corrientes que han enriquecido nuestra poesía. Y debemos agregar que como crítico posee una agudeza fuera de lo común para interpretar nuestros textos y profundizar en ellos. Escribió para la Biblioteca de Clásicos Dominicanos, de la Fundación Corripio, el estudio preliminar y las notas de las poesías y cuentos de Fabio Fiallo. (Cfr. Página 497).
(*J.E. García ha publicado las novelas Una vez un hombre, 2000, y Taberna de náufragos, 2020, además de ensayos y varios libros de cuentos infantiles, como el premiado Enriquito y Serafín. Notas de GOP).
José Enrique García es Licenciado en Educación y Letras (Universidad Católica Madre y Maestra) y Doctor en Filología Hispánica (Universidad Complutense de Madrid, España). Ha enseñado en la Universidad Pedro Henríquez Ureña, entre otras academias de la República Dominicana.
Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengaua. Asimismo, ha sido un entusiasta promotor de la literatura, que enseña en talleres y círculos de lectura y escritura, tanto en la poesía como en la narrativa. Premio Siboney de Poesía 1979, el Premio Nacional de Poesía 2000 y 2001 y el Premio Nacional de Literatura Infantil 2002.