El presidente estadounidense afirmó que su país levantaba las sanciones contra Siria, un anuncio espectacular que fue calificado por Damasco como un 'punto de inflexión decisivo'. A la reunión entre Trump y el nuevo presidente islamista sirio Ahmed al-Sharaa asistió también el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán. Con información de nuestro corresponsal en Tel-Aviv, Daniel Blumenthal.
El encuentro entre Trump y al-Sharaa, anunciado inicialmente por Washington como breve e informal, se prolongó finalmente durante unos treinta minutos.
Trump también quiere que Siria "asuma la responsabilidad" de las prisiones que albergan a miembros del grupo Estado Islámico, y pidió al presidente sirio normalizar las relaciones con Israel.
Según la agencia oficial de prensa turca, el presidente Recep Tayyip Erdogan participó en la conversación por videoconferencia.
El príncipe heredero saudí también estuvo presente, según una fotografía difundida por la agencia oficial saudí que muestra un apretón de manos entre el presidente estadounidense y el nuevo jefe de Estado sirio, que asumió el poder en diciembre al frente de una coalición de fuerzas islamistas que derrocó a Bashar al-Ásad.
Donald Trump anunció el martes que ordenará "el cese de las sanciones contra Siria", que pesan fuertemente sobre la economía del país, devastada tras catorce años de guerra civil.
Esta decisión era especialmente reclamada por Arabia Saudita y Turquía.
Siria está sujeta a sanciones internacionales desde 1979, las cuales fueron endurecidas tras la represión de las manifestaciones prodemocráticas por parte del régimen de Bashar al-Ásad en 2011.
’Oportunidad de grandeza'
Donald Trump consideró que este gesto permitirá "darle a Siria una oportunidad de grandeza", en alusión a su conocido lema "Hacer América grande otra vez".
Se trata de un "punto de inflexión decisivo", celebró la diplomacia siria, después de que la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá ya hubieran flexibilizado sus propios regímenes de sanciones.
Al-Sharaa también fue recibido con honores en el Elíseo por el presidente francés Emmanuel Macron, quien lo exhortó el 7 de mayo a proteger "a todos los sirios sin excepción" ante las violencias y abusos entre comunidades sirias.
El levantamiento de sanciones significa que "Washington ha aceptado las garantías de Arabia Saudita para legitimar a la nueva administración siria", afirmó Rabha Seif Allam, del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos de Al-Ahram en El Cairo.
Esto permitirá a Damasco "recibir los fondos necesarios para relanzar la economía, imponer la autoridad del Estado central y lanzar proyectos de reconstrucción con el claro apoyo del Golfo", agregó.
La noticia fue celebrada en Siria, donde decenas de hombres, mujeres y niños se congregaron la noche del martes en la plaza de los Omeyas de Damasco.
El encuentro entre Trump y al-Sharaa tuvo lugar pese a las reticencias de Israel, aliado incondicional de Estados Unidos.
Trump sobrevuela Israel
"Trump hace su primera gira presidencial al Medio Oriente sin aterrizar en Israel", nos dice justamente a este propósito nuestro corresponsal en Tel-Aviv, Daniel Blumenthal.
Además, los delegados de Trump, Steve Witkoff y Adam Boheler, llegaron a un acuerdo directo con la agrupación Hamas por la liberación de un soldado israelí rehén, que tiene también ciudadanía estadounidense, pero Benjamin Netanyahu se enteró pocas horas antes.
"Netanyahu quiere continuar la guerra en Gaza para poder mantenerse en el poder con el apoyo de la extrema derecha intransigente, pero Trump quiere hacer la paz", apunta Blumenthal.
Miles de israelíes marcharon ayer en Tel Aviv para manifestarse ante la Embajada de Estados Unidos y pedir que Washington siga negociando por la liberación de los 58 rehenes en Gaza, de quiénes se estima que una veintena están aún con vida. "Los israelíes perdieron la confianza en su propio gobierno", comenta nuestro corresponsal.
"Las relaciones entre la administración Trump y el gobierno extremista de Netanyahu están al nivel del piso y el primer ministro israelí parece haber desperdiciado la oportunidad histórica de normalización con Arabia Saudita, que recibe ahora el visto bueno de la Casa Blanca para desarrollar energía nuclear", concluye Blumenthal.
Después de Arabia Saudita, el presidente estadounidense se dirigirá este miércoles a la vecina Catar, y el jueves a los Emiratos Árabes Unidos.
Donald Trump visita la región principalmente para firmar importantes acuerdos económicos.En Arabia Saudita, la Casa Blanca afirmó haber asegurado inversiones por un total de 600.000 millones de dólares. Riad desplegó todo su esplendor para recibir a Trump, y Doha, adonde llegará más tarde este miércoles, se espera que haga lo mismo.
Compartir esta nota