Los bombardeos israelíes de las últimas horas han dejado cientos de muertos en la franja de Gaza, según el Ministerio de Salud local. La relativa calma de un alto el fuego estalló el lunes. Netanyahu advierte que los bombardeos israelíes son 'solo el comienzo'. Con información de nuestros corresponsales en Jerusalén, Sami Boukhelifa y Amira Souilem.
La guerra se reanuda con violencia en la Franja de Gaza. El caos y el llanto imperan desde la ruptura del acuerdo de cese el fuego. Los drones han vuelto a surcar el cielo, informa nuestro corresponsal en Jerusalén, Sami Boukhelifa.
Israel bombardeó todo el enclave palestina en una de las jornadas más mortíferas del conflicto. El Estado hebreo afirmó haber atacado posiciones de Hamás y señala el "rechazo" del grupo armado palestino Hamas a liberar a la totalidad de los rehenes israelíes.
Por su parte, Hamás «no ha cerrado la puerta a las negociaciones», declaró a la prensa un dirigente del movimiento, Taher al-Nounou, tras los bombardeos masivos y letales. "Insistimos en que no es necesario llegar a nuevos acuerdos", añadió. "No tenemos condiciones previas, pero exigimos que [Israel] sea obligado a cesar inmediatamente [las hostilidades] y a iniciar la segunda fase de las negociaciones", previstas en el acuerdo de tregua que entró en vigor el 19 de enero.
’Israel nos está destruyendo'
Sami Boukhelifa recogió el testimonio de Nour, una niña de 10 años con una tenue y aterrorizada voz: "Israel nos está destruyendo. Quieren exterminarnos. Mi hermana fue asesinada, y mi abuelo, también mis tíos. Toda mi familia ha quedado devastada. Solo me queda un hermano. Tengo miedo de que el techo de nuestra casa nos caiga encima", dice.
En Al-Shati, al oeste de la ciudad de Gaza, un edificio ocupado por la policía de Hamás fue atacado. La violencia de los bombardeos arrasó todo el barrio, relata Mohamed, un habitante.
"Parece un temblor. Eran las dos o las tres de la madrugada. Salí para ver lo que estaba pasando. Había un edificio desplomado, civiles muertos, heridos, unos 40 o 50 cuerpos en la calle. reunimos los cadáveres y los cubrimos con mantas. Bajo los escombros, había sobrevivientes que seguían esperando socorro. Pero las vías están bloqueadas y las ambulancias no tienen carburante", lamenta Mohamed.
Desde hace más de dos semanas, Israel ha cerrado todos los puntos de acceso a Gaza, impidiendo la entrada de ayuda humanitaria, mercancías y combustible. Un asedio que agrava aún más el calvario de los habitantes de la franja.
Numerosos gazatíes atrapados en Cisjordania
Desde la reanudación de la guerra, varios gazatíes también han quedado varados en Ramala, en la Cisjordania ocupada. Habían viajado allí para recibir tratamiento médico antes de que estallara el conflicto. Desde entonces, no han podido regresar y presencian a la distancia la reanudación de las hostilidades. La mayoría ha perdido a familiares. Algunos han encontrado refugio en un hotel de Ramala, según informa nuestra corresponsal en Jerusalén, Amira Souilem.
Allí, la recepcionista y el dueño del hotel, con el rostro demacrado, repasan la lista de sus clientes gazatíes. "Ella perdió a su cuñado y a toda su familia", cuenta el dueño del hotel. “Aquí hay otro cliente. Perdió a su hermana y a sus sobrinos anoche. Tendría que preguntarle cuántas personas en total de su familia han muerto", dice el recepcionista.
El ascensor se abre, una mujer se acerca. "¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Quién murió en su casa ayer?", pregunta la recepcionista. Vestida con un vestido y un velo negros, Loulou lleva el luto de familiares y vecinos a los que no podrá despedir. En total, 18 miembros de su familia y una veintena de vecinos, dice. "Anoche, a las dos de la madrugada, recibí una llamada. No estaba dormida porque no puedo estar tranquila. Me preguntaron qué pasaba porque escuchaban los bombardeos. Pasé la noche mirando los noticieros, hablando con mi hija y mi hijo, luego mi marido y mi otra hija. Estaba hecha polvo. No paraba de llorar", cuenta.
Un hombre se une a la conversación. Dice que acaba de enterarse de la muerte de su sobrina, su esposo y sus hijos. Su voz es pausada, reflejo de las secuelas de un accidente cerebrovascular sufrido hace unos meses, cuando le informaron que cinco de sus hijos habían sido asesinados y su casa destruida.
Israel continúa sus ataques en la región
Pero Gaza no fue la única en despertarse sobresaltada en la noche del lunes al martes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, además de amenazar la segunda fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza, ha intensificado sus acciones a nivel regional. Ya atacados en varias ocasiones en las últimas semanas, Líbano y Siria volvieron a ser blanco de incursiones israelíes.
A pesar del acuerdo de tregua vigente en Líbano, la aviación israelí informó haber llevado a cabo un ataque contra miembros de Hezbolá en Yohmor, en el sur del país. La ofensiva dejó un muerto y tres heridos, según las autoridades libanesas.
La llanura de la Bekaa, otro bastión de Hezbolá, también fue objetivo de bombardeos israelíes. El partido chiita, que ha reafirmado su apoyo a Gaza y a Hamás, condenó la reanudación de las operaciones israelíes. Israel, por su parte, justifica estos ataques alegando que busca impedir que los grupos armados reorganicen sus fuerzas.
En Deraa, en el sur de Siria, el ejército israelí reivindicó ataques contra «centros de mando y sitios militares» donde, según sus declaraciones, se almacenaban armas y vehículos del antiguo régimen sirio, en una operación similar a las que ha realizado en las últimas semanas en la región. El ataque dejó tres muertos, según la agencia oficial siria SANA. El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores condenó estas acciones, calificándolas de intentos de desestabilizar el país en plena transición.
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