En un contexto global de reordenamiento económico, tensiones geopolíticas y aceleración tecnológica, República Dominicana enfrenta el desafío en su desarrollo. Reconocemos que el dinamismo económico de las últimas décadas ha sido notable, pero insuficiente para consolidar una transformación productiva sostenible, inclusiva y con mayor resiliencia. Persisten limitaciones estructurales que condicionan la competitividad, la equidad y la calidad del empleo.

La estructura  productiva en la República Dominicana ha venido evolucionando a través del tiempo, pero muchos desequilibrios sociales se han mantenido. En toda la década del 1970 continuó dominando el modelo de exportaciones primarias  basado azúcar, café, cacao y tabaco, el cual por su naturaleza era altamente vulnerable a los precios internacionales y a la inclemencia del clima.

En nuestro país se promulga la Ley de Reforma Agraria (Ley 6186 de 1963) durante el breve gobierno de Juan Bosch y se crea el el Instituto Agrario Dominicano (IAD) como ente ejecutor de la política agraria. Sin embargo, en  México con la Ley Agraria de 1975 se promueven estos cambios y posteriormente fueron profundizadas. En países como Bolivia y Guatemala las reformas agrarias datan de los años 50´s del siglo XX. En Bolivia se abolió el latifundio feudal en 1952,  y en Guatemala se redistribuyeron las tierras ociosas y se realizaron expropiaciones.

En la década del 1970 el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer,  impulsó la construcción de grandes obras de infraestructura, como carreteras, puentes y escuelas, aunque bajo un modelo de clientelismo y represión política, de los cuales, el primero sigue siendo uno de los grandes males dominicanos.

A finales de esa década, el triunfo de Guzmán marcó la primera alternancia pacífica en el poder desde 1930. Se redujo la represión política y se abrió más el espacio democrático; sin embargo, en los años 80 el país fue golpeado por una fuerte crisis de deuda externa, alta inflación, devaluación del peso y desempleo. La deuda externa pública global del país en 1978 era US$987.4 millones, y ya para 1985 se había multiplicado por 3.6 al alcanzar los US$3543.1.

En los años 1980, 1982, 1984 y 1985, la inflación fue de dos dígitos y sus picos fuero en los dos últimos año con un 20.2% y 45.3%, respectivamente. Hasta los inicios de la década del 1980, República Dominicana disponía de un tipo de cambio oficial de RD$1.0 por US$1.0, pero persistía el llamado mercado paralelo de divisas desde inicio de la década del 1960, que marcaba un precio superior al oficial. Frente a la crisis y con la llegada de los acuerdos con el FMI (1983–1984) apareció en RD la liberalización gradual del tipo de cambio y con ella la unificación cambiaria,provocando que el tipo de cambio se devaluara en más de 211%.

Durante los 20 años que transcurrieron desde el 1980, la pérdida de importancia relativa del sector agropecuario dominicano, constituyen una de las características claves para vincular el fenómeno a un conjunto de temas sociales, incluyendo la migración a la ciudad y al mundo, la menor productividad en la zona rural, la estructura de la tierra y entre otros la informalidad económica y laboral en el país. En el 1980 la ponderación de la agropecuaria era de un 16% (desde un 23% en el 1970), y en el 2000 fue de 11%. La agricultura disminuyó de un 10% en 1980 a un 5% en el 2000 y es parte de una continuidad que se estaba viviendo en el país en la década del 70, en el que la ponderación de este subsector era de 16%.

Las actividades que ganaron importancia en esos veinte años fueron: a) la construcción desde un 7% a un 13%, b) hoteles bares y restaurantes desde un 1% a un 7%, c) comunicaciones desde un 1% a 6%, y d) finanzas desde un 2% a un 4%. Algunos de estos sectores requiere de mano de obra extranjera, cuya demanda a crecido tanto en su ingreso regular como irregular.

Para el 2024 los sectores de producción de bienes son el 39% del PIB real, constituido por la agropecuaria, explotación de minas y canteras, manufactura local, zonas francas y construcción. Los sectores de mayor incidencia fueron la construcción (13.1%), Comercio (11.8%), Bares y Restaurantes (8.3%),  Actividades Inmobiliarias (7.5%), Transporte y  Almacenamiento (7.3%), y Otras Actividades de Servicios de Mercado (7%), ponderando en un 55% del total del PIB y en término del valor agregado son el 56%.

La última encuesta continua del Banco Central sobre la ocupación laboral, destaca que los sectores económicos donde existe una mayor concentración de empleo son: a) Comercio (20%), b) Otros Servicios (20%), c) Industria (10%), d) Construcción (9%) y e) Hoteles Bares y Restaurantes (8%), ponderando en un 67%. Los sectores de mayor incidencia según el párrafo anterior generan el 64% del empleo en República Dominicana. Al cierre del año 2024 República Dominicana tenía un 51% de empleos informal, incluyendo los servicios domésticos informales.

Los principales desafíos estructurales de la República Dominicana se pueden enumera como los siguientes: baja productividad, desigualdad social y territorial, calidad de la Educación, calidad de la Salud, bajo desarrollo tecnológico y aprovechamiento de las revoluciones disruptivas, debilidades infraestructurales, calidad del capital humano, fragilidad institucional, calidad de la gobernanza y la corrupción y alta informalidad, entre otros.

En República Dominicana existen múltiples desequilibrios sociales que son estructurales. Toda transformación productiva que se desarrollo en el país, debe tener la mira hacia esos temas, que son serios problemas, para un desarrollo inclusivo y sostenible.

En el país es imperioso abordar los temas de: a) Pobreza  Desigualdad Social y Territorial, b) Inequidad de Ingresos y Exclusión Social, c) brechas de género en el empleo, cuidado y violencia, d) Discriminación Étnica y Migratoria, e) Educación Desigual y Abandono Escolar, f) Crimen Organizado y sus daños en el desarrollo económico y bienestar.

Ramón Nicolás Jiménez Díaz

Ramón Nicolás Jiménez Díaz. Doctorado en Negocios Internacionales.. Maestría en Política Económica, con énfasis en Relaciones Internacionales. Maestría en Cumplimiento y Regulación Financiera. Economista, Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Profesor Titular y Director de la Escuela de Economía. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales – UASD. Conductor del programa de televisión: Retos y Desafíos, día a día con Nicolás Jiménez (Cine Visión Canal 19). Conferencista y consultor en temas de política económica, prevención del crimen financiero, integridad institucional y desarrollo. Áreas de Especialización: Negocios internacionales y comercio exterior. Cumplimiento normativo, gobernanza y prevención del lavado de activos. Macroeconomía aplicada y análisis de políticas públicas. Geoeconomía, riesgos globales y relaciones internacionales. rnjimenezdiaz55@Gmail.com

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