Con los nuevos horarios laborales que se proponen como solución a los tapones no logramos nada (si acaso, muy poco), pues el problema radica 1) En el exceso de vehículos privados, de una clase media que se niega a utilizar el transporte público, por muy moderno y económico que sea; 2) En la falta de respeto a las leyes del tránsito; 3) En la falta de autoridad y permisividad de los agentes del tránsito; 4) En la incoordinación del sistema semafórico; 5) En el exceso de motociclistas que entorpecen la circulación, y 6) En la falta de castigo severo a quienes violan sistemáticamente las normas del tránsito…(Ojo, Luis; atención, Faride).

Ramón Colombo

Periodista

Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.

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