El concepto de minería responsable ha tomado auge en los últimos años. Los antecedentes de la minería se remontan a la Era Paleolítica. Algunos autores han expuesto sobre la denominada Edad de Hierro, pasando de minerales en metales puros, hasta obtener hierro y carbón en la Edad Media.

Posteriormente, en pleno apogeo de la Revolución Industrial, el hombre evolucionó el oficio a partir de técnicas de extracción, perforación de pozos, explotación de canteras, con lo que se logró el impulso económico de distintos países. Con el tiempo, grupos y sectores defensores del medioambiente han procurado con mucha razón la preservación de la naturaleza.

También, hay que resaltar que la actividad minera se origina con la finalidad de producir utensilios para el avance de la humanidad. En el caso de la República Dominicana, la minería surge en 1848, mediante el decreto 140 con el que se declaró dicha industria “libre”, como una forma de promover el empleo de capitales en la nación, según señala el portal de la Dirección General de Minería.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) define el desarrollo sostenible como la manera de satisfacer las necesidades de la actualidad sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones. Según la precitada entidad internacional, ha señalado que el para alcanzar el debido desarrollo sostenible, es necesario armonizar tres (3) elementos: crecimiento económico, inclusión social y la protección del medioambiente.

Asimismo, la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, plantea diecisiete (17) Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como son: fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, así como, trabajo decente y crecimiento económico.

La minería responsable procura dos (2) cosas:

1-Minimizar el impacto en el medioambiente a través de prácticas que beneficien el entorno comunitario, y;

2-Ajustarse al marco legal de la nación donde se pretende extraer minerales.

Por consiguiente, en estos tiempos se hace necesario debatir y crear espacios de discusión sobre tierras raras, así como el papel de empresas mineras con tradición y experiencia en la materia como Barrick Gold Pueblo Viejo. No se puede postergar el desarrollo de un pueblo, cuando la minería responsable representa una salida digna y viable para beneficio de la colectividad.

En fin, lo que se debe procurar es que la minería responsable se fundamente en los parámetros de desarrollo sostenible para que la actividad se haga dentro del marco de lo correcto, justo y conveniente para el país, así como para la comunidad donde se establezcan las empresas concesionadas.

Víctor Eddy Mateo Vásquez

Doctor en Administración

Doctor en Administración, Hacienda y Justicia en el Estado Social por la Universidad de Salamanca, España. Profesor de la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Abogado y consultor. Su línea de investigación comprende el Derecho Administrativo, Derecho Empresarial, especialmente, el Derecho Tributario, Derecho Laboral, Propiedad Intelectual y Derecho de la Competencia. Fue coeditor de la primera edición del Anuario dominicano de Propiedad Intelectual. Autor de varias obras. Fue subdirector de la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI), asesor del Poder Ejecutivo en materia de Propiedad Intelectual y miembro del Consejo Directivo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Procompetencia).

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