Según nos consta, la Ley de Salud No. 87-01 tiene por objeto “establecer el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), asumiendo el Estado Dominicano la responsabilidad que le corresponde en materia de salud.
Como se sabe, la Ley No. 87-01 prioriza tanto la salud física como la salud mental, pero el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) no han incluido dicho servicio en el Plan Básico de Salud.
Por su parte, la Ley No. 12-06 sobre Salud Mental tiene 20 años de su promulgación, sin que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSP) le haya asignado los recursos económicos requeridos al Departamento de Salud Mental de dicho Ministerio, para que este coordine la oferta de los servicios de Salud Mental en todos los hospitales públicos de nuestro país.
Al nosotros revisar el Presupuesto de Salud para el año 2025, observamos que el MSP solo le asigna el 0.73% de dicho presupuesto para atender la Salud Mental, monto que consideramos insignificante, para atender la demanda de servicios de Salud Mental por parte de los dominicanos que acuden a los hospitales públicos en busca de dichos servicios.
Privar a los dominicanos de escasos recursos económicos de los servicios de salud mental es un acto inhumano, ya que dichos servicios deben ser ofrecidos en todos los hospitales públicos.
De su parte, las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) referentes a la República Dominicana indican que en nuestro país hay aproximadamente 2,400,000 dominicanos con uno o más problemas de salud mental, después de la pandemia del covid-19.
Asimismo, los indicadores globales sobre salud mental recomendados por la OMS refieren que en nuestro país debería haber un total de 10 psiquiatras por cada 100 mil habitantes; mientras que los datos de los que dispone la OMS indican que solo hay 2 psiquiatras por cada 100 mil habitantes, lo que representa un déficit de 8 psiquiatras por cada 100 mil habitantes, situación que es grave al tomar en cuenta los parámetros epidemiológicos de la OMS.
En tal sentido, los datos ofrecidos por la OMS indican que en nuestro país hay 402 psiquiatras nombrados en las 31 provincias, los 158 municipios y los 238 distritos municipales, cuya población es de 10.5 millones de dominicanos, sin incluir los extranjeros que residen de forma irregular en nuestro país.
Por lo que hemos visto hasta ahora, el MSP debe aumentar el presupuesto asignado para atender la salud mental, vistos los casos de padres y padrastros que han agredido físicamente a sus hijos y/o sus hijastros en los últimos diez años.
De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que los padres y padrastros con problemas de salud mental no tratados suelen agredir físicamente a sus vástagos irracional y brutalmente.
Además, y según nos consta, la República Dominicana es uno de los países de la región con mayor tasa de suicidios entre los jóvenes con edades entre 15 y los 29 años de edad, segmento poblacional que experimenta mucho estrés, ansiedad, trastorno de ansiedad y depresión, ya que la sociedad actual presiona a los jóvenes para que estos/as consuman irracionalmente los bienes y los servicios que les está ofreciendo el mercado global.
Por su parte, el Gabinete de Salud, presidido por la vicepresidenta de la República Dominicana, licenciada Raquel Peña debería abogar para que al presupuesto del MSP del año 2026 se le asignen los recursos económicos suficientes para atender los casos de salud mental de los sectores más vulnerables de nuestro país.
De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que las condiciones económicas, ambientales y sociales en las que viven la mayoría de los dominicanos son los principales factores desencadenantes de la mayoría de los problemas de salud mental conocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, sabemos que la pandemia del covid-19 incrementó los casos de estrés, ansiedad, trastorno de ansiedad y depresión, así como otras patologías psicoemocionales, conductuales y neuropsiquiátricas detectadas, que deberían preocupar a los funcionarios del MSP, el CNSS, la SISALRIL y el Gabinete de Salud que preside la vicepresidenta, licenciada Raquel Peña.
Privar a los dominicanos de escasos recursos económicos de los servicios de salud mental es un acto inhumano, ya que dichos servicios deben ser ofrecidos en todos los hospitales públicos, así como en los centros de diagnósticos y atención primaria que operan en todo lo ancho y largo del territorio nacional.
La República Dominicana es uno de los países de la región con mayor tasa de suicidios entre los jóvenes
En tal sentido, el CNSS debe nombrar a los psicólogos y a los psiquiatras que hacen falta según las estadísticas de la OMS, quienes están llamados a ofrecer los servicios de salud mental a los dominicanos de escasos recursos económicos que acuden a los hospitales públicos en busca de dichos servicios.
Finalmente, los dominicanos que tenemos voz debemos exigirles a los funcionarios del MSP, del CNSS, de la SISALRIL y del Gabinete de Salud que asuman la responsabilidad que les otorga la Ley No. 87-01 en materia de salud pública de nuestro país.
“La mayor riqueza es la salud mental” (Dalai Lama).
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