1.- Para comprobar el deterioro de un cuerpo social no hay que hacer el mayor esfuerzo mental, ni poseer el dominio visual a profundidad y gran distancia.
2.- La sociedad dominicana, a simple vista, de manera superficial, sobre la luz, deja ver que está dominada por vicios sociales crónicos, muy agudos.
3.- Poco importa que sea un santurrón, mojigato o entregado al libertinaje, lo cierto es que el ambiente dominicano exhibe degradación.
4.- Desde el lenguaje prosaico hasta el vestir de la mujer que permite ver las partes más íntimas de su cuerpo, todo esto forma parte del nuevo modo de vida dominicano y de la reciente moral.
5.- El notorio desenfreno, la depravación exhibida sin ninguna clase de reservas, lo que nos dice es que la falta de moderación es aquí cultural, y forma parte del proceder de amplios segmentos sociales.
6.- Lo que pinta el medio donde estamos viviendo no es la continencia, el freno hacia lo malo, sino el desmadre, el exceso y las inmoralidades.
7.- Colocarse frente a un televisor, en horas del día o de la noche, es recibir un curso carnal de alto desorden sexual.
8.- Lo que podemos ver por los medios televisivos no son solamente movimientos expresivos de cara, piernas y brazos de niñas, sino también de nalgas con ritmos adecuados para la excitación.
9.- Estamos moviéndonos en un sitio que lo han escogido como centro de ganancias pura y simplemente. Nada de ocuparse de lo que ocurra en su interior y en su alrededor.
10.- Las clases sociales dominantes en el país se han manejado haciéndose las desentendidas, no dándose por enteradas, comportándose como las pendejas, dándole de lado a lo que está ocurriendo.
11.- Los grupos económicos poderosos, los que solo por poseer la mercancía dinero en cantidades ilimitadas dirigen la sociedad dominicana, se conforman con cosas materiales sin tomar en cuenta otras que son más valiosas.
12.- La presente generación de dominicanos y dominicanas no debe limitar su presencia en la tierra a acumular dinero, al consumismo y a estar contenta de ánimo. Existir tiene otras motivaciones.
13.- La República Dominicana precisa de un sacudón moral que conmueva los cimientos de todo el orden social a los fines de lograr remover para resolver la situación de degradación material y espiritual que nos daña.
14.- El país no debe continuar como hasta ahora. Esto hay que cambiarlo para bien, renovarlo con nuevas normas de buena conducta que sirvan de modelo de gente de bien. Construir una nueva manera de vivir nos haría jocosos, divertidos, regocijados, y nada de gente triste.
15.- Las personas buenas del país están en el deber de pensar con detenimiento en lo que somos hoy como comunidad humana averiada que, para regenerarse, necesita el concurso de sus mejores connacionales.
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