Hay seminarios que cumplen, otros que informan y unos pocos que iluminan. El encuentro APRENDO 2025 pertenece a esta última categoría. No ocurre todos los días que la educación dominicana reciba, en un mismo escenario, dos miradas internacionales tan distintas y a la vez tan complementarias sobre un tema que está transformando el mundo: la inteligencia artificial en la educación.

El viernes pasado, EDUCA nos ofreció una jornada de un nivel excepcional. Escuchamos a Gabriela Ramos, Subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, y a Boyd Bradbury, académico estadounidense con una sólida trayectoria en liderazgo educativo y en formación docente. Dos voces distintas, dos enfoques, dos estilos… pero una misma convicción:

La educación solo tiene futuro si sabemos integrar la IA sin renunciar a lo humano.

La mirada global: Gabriela Ramos y la ética que es innegociable

Gabriela Ramos recordó que la IA no es solo tecnología: es poder, es impacto social, es posibilidad y riesgo a la vez. Su mensaje fue claro: sin un marco ético, la IA puede profundizar la desigualdad, comprometer la privacidad y erosionar derechos fundamentales.

La recomendación sobre la Ética de la IA, adoptada por unanimidad por 193 países, establece principios que no son opcionales:
– Proporcionalidad y no daño.
– Equidad, inclusión y sostenibilidad.
– Transparencia y rendición de cuentas.
– Protección de datos, privacidad y supervisión humana.
—Y, sobre todo, respeto a la dignidad de cada persona.

Al escucharla, fue imposible no pensar en República Dominicana. Nuestros desafíos educativos —desigualdad, brechas de aprendizaje, escasez de maestros, fragilidad institucional— hacen aún más urgente contar con políticas públicas claras y sólidas. La IA puede ser una oportunidad transformadora, pero nunca será un atajo. Ni un sustituto del pensamiento crítico, ni un reemplazo de la formación docente.

Ramos insistió en algo que debemos asumir sin reservas:

La educación no ocurre en el vacío. Está profundamente condicionada por el contexto social en el que se desarrolla.

La mirada del aula: Bradbury y la reivindicación del maestro

Mientras Gabriela Ramos nos ofreció el marco ético y normativo, Boyd Bradbury nos condujo al terreno donde realmente se juega el futuro: la escuela, el aula, la relación humana entre docentes y estudiantes.

Bradbury habló desde la experiencia y la pedagogía. Y su mensaje no pudo ser más oportuno:

“La IA complementa la enseñanza, pero no reemplaza la interacción humana. La sonrisa de una docente vale más que abrazar una computadora.”

Subrayó cinco habilidades humanas que la IA no puede imitar ni sustituir:

  1. Juicio ético.
  2. Empatía.
  3. Creatividad.
  4. Pensamiento crítico.
  5. Adaptabilidad.

Si esas son las habilidades del futuro, entonces —como él señaló— las escuelas no pueden tratarlas como actividades periféricas. Deben formar parte del corazón del currículo.

Y lo dijo sin rodeos: mientras discutimos cómo usar la IA, los estudiantes ya la usan. Lo hacen sin guía, sin criterio, muchas veces sin comprender sus límites. Por eso urge liderar, no reaccionar; anticipar, no improvisar.

También puso sobre la mesa la realidad del cambio: la resistencia, el miedo, las diferencias en habilidades tecnológicas entre maestros. Y recordó que, sin un liderazgo escolar sólido, sin formación docente continua, sin un plan estratégico claro, la IA se queda en promesa.

El contraste que se vuelve complementariedad y las diferencias en habilidades tecnológicas

Lo fascinante de estas dos presentaciones es que parecían hablar desde extremos distintos —lo global y lo local, la ética y la pedagogía, la gobernanza y el aula—, pero en realidad dibujaron un mismo mensaje:

La IA no transforma la educación.

La transforman los docentes, si están acompañados, formados y protegidos por políticas públicas éticas.  ¡Atención MESCYT, atención INAFOCAM! Fortalezcan la formación inicial, la capacitación en servicio y los posgrados en educación en todos los niveles, porque la hora cero está aquí y no se va.  La IA lo ha de transformar todo.

Gabriela Ramos entregó el marco.

Bradbury mostró la práctica.

Ambos coincidieron en lo esencial: humanizar antes de digitalizar.

Y eso, aplicado a la República Dominicana, significa formar maestros capaces de integrar la tecnología con criterio, de enseñar a sus estudiantes a dialogar con la IA sin perder el pensamiento propio y de sostener el vínculo afectivo que sustenta todo aprendizaje real.

Una serie necesaria

Este artículo es el primero de tres. El próximo lunes comentaré otras ponencias del seminario, igualmente valiosas por la profundidad de sus aportes. Y cerraré este ciclo con un texto en el que he venido trabajando sobre el verdadero lugar de la IA en la educación: uno que no sustituye, sino que amplifica lo humano.  Y les anunciaré cómo avanza el Senado de la República, bajo la conducción del senador Dr. Rafael B. Duluc Rijo, en la Comisión de Educación Superior, respecto del conocimiento de las propuestas que tiene sobre la mesa para la elaboración de la propuesta final de la Ley de IA Ética de la República Dominicana.

Luego de esta serie, me propongo abordar un tema que considero decisivo para el año 2026:

La mentoría como estrategia de crecimiento personal, profesional y comunitario.

Las historias que hemos recogido —y las experiencias recientes en las escuelas de Consuelo— merecen ser contadas. Y serán nuestro regalo de Año Nuevo para la audiencia que siempre espera lo mejor de nosotros.

Conclusión

El seminario APRENDO 2025 nos dejó más que ideas: nos dejó una responsabilidad. Ya no se trata de preguntarnos si la IA llegará a las escuelas. La pregunta es cómo queremos que llegue, para quién y con qué propósito.

Hay una oportunidad histórica frente a nosotros. Aprovecharla —con ética, con visión, con humanidad— será la diferencia entre avanzar… o quedarnos rezagados en un mundo que no espera.

Jacqueline Malagón

Educadora

Consultora en Educación, Evaluación y Desarrollo Institucional. ExMinistra de Educación Asesora del MINERD, MESCYT, MAP, del INFOTEP y del Senado de la RD Miembro de la Academia de Ciencias RD Miembro de Diálogo Interamericano Miembro de la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente Consultora en Educación, Evaluación y Desarrollo Institucional

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