A los gestores de cobros externos les toca ahora el juicio sumario con sanción de linchamiento por alterar la tranquilidad de las familias dominicanas, las madres solteras, las esposas abandonadas, las viudas, los envejecientes o personas de cualquier grupo etario que se resista a pagar deudas vencidas.
El deterioro paulatino de la calificación del crédito en la cartera de los bancos es prueba suficiente para indicar que los ingresos o se desviaron de las estimaciones originales durante el análisis o que otros gastos pasaron a ser más importantes que pagar las cuotas. Debería bastar escribir a la entidad financiera explicando las razones por las que será imposible terminar de saldar el compromiso y, como ya el crédito está castigado y provisionado, que manden al archivo muerto todos los documentos de la deuda.
En esa misiva también advierta a su banco que vender la deuda o contratar compañías externas para cobro puede comprometer su responsabilidad civil, porque la norma de esas empresas es hacer gestiones usando chantaje, intimidación, acoso y otras prácticas por las que pudieran ser parte de procesos judiciales.
En resumen, no fue por mi culpa que he dejado de pagar; asuman la pérdida, que bastantes beneficios tienen con la intermediación financiera. Borrón y cuenta nueva, que un simple crédito perdido no provocará desconfianza en la capacidad de los activos para soportar el negocio. Gracias, atentamente.
Esas ideas no las va a encontrar en ninguno de los modelos de carta sugeridos por la oficina federal para la protección financiera del consumidor, la CFPB, en su portal web a personas que son contactadas por agencias de cobros externos en EUA. Nada extraño eso porque en ningún lado ha sido posible desarrollar modelos de negocios con crédito cuando el deudor se cree con derecho a no honrar promesas de pago y el acreedor debe aceptar como buena y válida la excusa.
En efecto, imaginen al propietario de un banco, quien es al mismo tiempo deudor de todo aquel que le confió sus ahorros, que también considere opcional pagar los intereses y devolver a vencimiento los depósitos. Ahí mismo, entonces, deja de funcionar la intermediación financiera como la conocemos. La razón por la que con precisión de reloj atómico pagan los bancos los intereses por certificados es por la confianza en que van a poder cobrar una alta proporción de los fondos de terceros colocados en préstamos.
En los casos en que no lo logra, pone un esfuerzo extra hasta que los costos adicionales y la probabilidad de cobro permitan un retorno por lo menos similar a su uso alternativo en la principal actividad de los bancos: formalizar nuevos préstamos. Si se supera ese umbral, entran en acción colectores externos que se especializan en esa función, con una logística y métodos más efectivos para aumentar los cobros por delegación o buscar rentabilidad económica sobre deudas que adquieren en subastas competitivas.
En ese último caso, las agencias de cobro hacen ofertas por expedientes que presumen legales y originados por acreedores con reputación. En Nueva Jersey, por ejemplo, del banco TD Bank, la tienda Target, la empresa de préstamos educativos Sallie Mae o el hospital Hackensack Meridian Health.
Aquí alguna entidad financiera importante, Plaza Lama, FUNDAPEC, ¿pero hospitales? Sí, en EUA los centros de salud no requieren para dar servicios un pago inicial o exigen saldar por cualquier método antes de dar de alta al paciente. Allá basta revisar la cuenta, hacer pago por lo que puedas hoy y el resto en cuentas por cobrar en los términos que se formalizarán con el área financiera. Ahí tienen una de las ventajas de vivir en una sociedad donde “toma chocolate, paga lo que debes” supera a “apunta cuenta en un block de hielo” como conducta de aceptación general: atención médica de calidad para salvar tu vida.
Ahora bien, la legitimidad de los expedientes no implica que no existan errores en, por ejemplo, el monto original o pendiente de las facturas; confusión o dolo por parte del deudor al reportar informaciones llevan a reclamar a otra persona.
En el caso “esa deuda no es mía”, la CFPB recomienda contactar en un plazo menor a treinta días a la agencia y solicitar copia de los documentos que lo señalan como deudor. Aclarar esa situación es beneficioso para ambas partes: ahorra tiempo y dinero al colector y el imputado como deudor se evita procesos judiciales posibles de iniciar si se conforma con la enojada respuesta verbal “Ese no soy yo, revise sus registros” y no responder otra llamada.
Las quejas con las agencias más reconocidas son más frecuentes en aspectos de forma que de fondo. Manejan expedientes con fundamento legal en 99% de los casos, pero llaman con demasiada insistencia a la casa, a la oficina o a familiares con los que coincido solo en los velorios. También amenazan con desalojos o incautación de enseres con deudas sin garantía, embargan cuentas de nómina, espían redes sociales y dejan comentarios hirientes.
Ahora bien, tanto en EUA como aquí esos son excesos que no se permiten. El dueño de su promesa de pago incumplida tiene derecho a preguntar sobre usted a relacionados que existan en los documentos en su poder (en solicitudes de crédito se encuentra información de sus familiares, referencias personales, comerciales y situación laboral), con la expresa prohibición de no indicar que se hace con fines de colectar una deuda.
La CFPB tiene modelos de cartas sencillas que sirven de advertencia a los colectores para indicar las horas en que para usted es posible atender las llamadas, abstenerse de enviar actos o llamar a la oficina donde labora porque es práctica prohibida por su empleador y excluir de futuras llamadas algunas personas que el primer sorprendido por la vinculación es usted.
Todo eso lo puede hacer con comunicaciones que dejen rastro que sirvan de “Acuse de Recibo”. Lo que no puede es mandarlos al infierno con un "a mí no me fuña" acompañado de obscenidades. Tiene que dar el beneficio de la duda a todo el que asegure tener documentos adquiridos de una promesa de pago formalizada no cumplida porque, recuerde, el plazo de prescripción de la deuda es mucho más largo que la retención en la memoria de pasados compromisos.
Eso es mucho mejor para usted que unirse a la próxima campaña mediática para pedir la prohibición de los cobros externos por alegados métodos abusivos, que probablemente esté en la agenda populista de algún aspirante a la presidencia.
Si cree en la nobleza de esas intenciones en un aspirante abogado, le invito a reflexionar la razón por la cual un profesional del Derecho nunca tiene que pagar comisión para tercerizar el cobro o vender a descuento las sentencias que obligan a contraparte vencida a pagar costas. También reflexione sobre la razón por la que los oídos de los empleadores condenados al pago de prestaciones laborales nunca han escuchado a un gestor de cobro externo apoderado del caso para negociar el monto de las cuotas y el plazo en que hará el pago que manda la sentencia.
Si alcanza a ver la hipocresía nivel Zeus de los togados justicieros, está en buen camino para empezar a llegar a la mitad del puente con las agencias de cobro externo. Tome la llamada, pase a tomar el cafecito.
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