"La verdad siempre resplandece". Cicerón
Entre los argumentos tomados y retomados por los golpistas para combatir al gobierno democrático del 1963, ocupó un lugar importante la llamada "APLANADORA". Tanto la dirección del PRD como el mismo presidente Bosch salieron al frente de esa propaganda. Posteriormente, algunos de esos dirigentes, al romper con Bosch, se dedicaron a coincidir con los argumentos de los conspiradores.
El Dr. Molina Ureña en sus memorias, publicadas en el año 2014, afirma lo siguiente:
"El retorno de Bosch fue catastrófico para los objetivos del partido. En su discurso, anunció de entrada la puesta en práctica de la "aplanadora", mecanismo destinado a sacar de sus puestos a todos los empleados de la administración pública y de los organismos descentralizados". (Molina Ureña. Mis Memorias, pág. 65. Editora Letra Gráfica, 1914.)
El 18 de marzo Bosch denuncia la "Campaña Aplanada" del frente oligárquico
Cuando leemos los discursos de Bosch, pronunciado a su regreso con el título: "Bosch rinde informe de su gestión en el exterior", fechado el 17 de febrero, y el "Discurso de toma de posesión", el 27 de febrero de 1963, y otros más; no hay una palabra que se acerque a esa afirmación. Es todo lo contrario. Veamos:
"No tenga ningún temor, empleado pequeño del gobierno. Nosotros no hemos venido a este país a quitarle su pan de la boca al que lo gana con tanto trabajo y lo come en tan pequeña cantidad. Hemos venido a este país a todo lo contrario, a luchar porque haya pan abundante para todos y no mesas ricas, mesas lujosas, en unas cuantas casas de tutumpotes". (Leer: "Bosch, rinde informe de su gestión en el exterior". Páginas 75 y 76. Discursos políticos 1961-1962. Tomo I. Santo Domingo, R.D. 1998. Presidencia de la República. Editora Corripio.)
Los cívicos lanzaron muchas bolas, chismes y mentiras señalando que Bosch haría despidos masivos. El presidente supo que esa mentira rodaba y por eso a su llegada la enfrentó y denunció. En ese mismo discurso enfatizó lo siguiente:
"El pueblo no debe temer nada de nosotros. Los empleados públicos de bajos sueldos no deben temer nada de nosotros. Es más, los técnicos de bajos sueldos deben esperar que les subamos los sueldos, pero los que estén ganando sueldos lujosos, se quedarán rebajados…" Ibid.
Con detalle fehaciente, explicó lo que estaban haciendo los miembros del Consejo de Estado, porque no solo pretendían conservar sus puestos, sino elevarse los salarios y obtener pensiones escandalosas. Ante eso, el presidente fue claro:
["… se están dando banquete con pensiones y con sueldos de lujos. Se me ha informado que hay un señor que él mismo se retiró con una pensión de 700 pesos de sueldo. No hay derecho; debe retirarse con lo necesario para vivir, para vivir como debe vivir un exfuncionario público, no para vivir con lujo. El pueblo dominicano no puede dar pensiones de 700 pesos. No hay derecho a eso". Ibid.
Ahí estaba el origen de la campaña de los supuestos planes de despidos masivos. Se adelantaban y el presidente electo sabía de ese plan. Lo tomó en cuenta y advirtió: "Nuestra faena es larga, nuestro trabajo va a ser pesado y desagradable, vamos a herir muchos intereses particulares, pero estamos aquí para defender el interés general de la Nación, el interés general del pueblo. Para eso hemos sido elegidos y este deber lo cumpliremos hasta el último momento." Ibid. pág. 103
"Nuestra aspiración es equilibrar el presupuesto de tal manera que podamos mejorar lo antes posible los sueldos de los que ganan menos; todavía por hoy eso no es posible, pero los funcionarios públicos de pequeños sueldos pueden descansar tranquilos, primero porque no serán removidos de sus cargos y segundo porque tan pronto esté terminada esta tarea de liberación del presupuesto, esta tarea de economía necesaria para el país, procederemos a mejorar su situación en la medida de lo posible". Ibid.
Se observa que Molina Ureña no está diciendo la verdad y la única explicación que tiene esa actitud es por su separación de Bosch. Esto lo lleva a tener una visión que lo confunde y cae lamentablemente en una mentira muy fácil de demostrar, al leer los discursos de Bosch.
Decir que "El retorno de Bosch fue catastrófico para los objetivos del partido". Y que "En su discurso, anunció de entrada la puesta en práctica de la 'aplanadora'". Es algo coincidente en su totalidad con los pretextos y argumentos de los golpistas. La afirmación de Molina Ureña es simplemente una justificación de su yo, para dejar en claro el abandono de las ideas del líder. Es una actitud típica en las personas que tratan de explicar una conducta diferente a la que sustentaban. Y necesitan validar y justificar la que adoptan.
Un hombre con los principios
De Bosch, no tomaría nunca medidas contra las masas — el pueblo sabe que nunca lo hizo –, pero de ser así, siendo un político de su talla, no lo diría en un discurso.
Molina tomó esa campaña 40 años después de él mismo ser un seguidor y defensor del gobierno constitucional y del presidente Juan Bosch. Sin embargo, en la misma página en la que hace esa afirmación, encontramos las siguientes palabras que lo contradicen:
"La Dra. Thelma Frías, apoyada por un equipo de militantes perredeistas, se encargaría de poner en ejecución dicha 'aplanadora', sacando inflexiblemente a muchos empleados de las oficinas públicas y colocando en su lugar a sus adeptos, lo que causó gran repugnancia en las altas instancias del partido y del mismo Bosch". Ibid.
Si Bosch sintió repugnancia, no es posible que esa repugnancia no la sintiera cuando supuestamente anunciara la llamada aplanadora. Con este párrafo el Dr. Molina está negando su errada afirmación. ¿Se indignaría alguien que promueve o aplica una medida de ese tipo?
Es imposible demostrar su afirmación, y en este párrafo se desmiente a sí mismo.
El término aplanadora fue un instrumento de la conspiración contra el gobierno constitucional. Formó parte del andamiaje de ataques, utilizado por la oligarquía, junto al famoso "comunismo", "trujillismo", ateísmo, corrupción y las manifestaciones de reafirmación cristiana, como base de sus mentiras para confundir al pueblo y facilitar el golpe de Estado.
Todas estas acciones fueron combatidas y destruidas en la larga lucha contra el Consejo de Estado y el Triunvirato, llegando a su punto más alto cuando "los militares del pueblo y los soldados de la libertad" decidieron imponer con las armas la voluntad del sufragio.
El 30 de mayo del 2019, en un artículo publicado en el periódico Hoy, titulado "La aplanadora le hizo mucho daño al gobierno de Bosch", el señor Quico Tavar señala que él y una comisión de la dirección de la Asociación de Empleados Azucareros fueron recibidos por el presidente Bosch para ellos informarle sobre algunas cancelaciones que estaban ocurriendo y que "Bosch no solo se molestó, sino que dijo que eso no contaba con su anuencia". Tavar aseguró que "la verdad es que en la azucarera no se produjeron grandes despidos o sustituciones". Pero que "la Asociación Nacional de Empleados Públicos e Instituciones Autónomas (FENEPIA),,,,". ".. Fue reiterativa en la denuncia contra la Aplanadora. Bosch llegó a reunirse con ellos y les autorizó un espacio en Radio Televisión Dominicana".
Es cierta la afirmación de Quico Tavar, en cuanto al daño que hizo el argumento o la propaganda de la aplanadora, pero todo se basaba en mentiras para minar el gobierno de Bosch. Se conoce que tanto FENEPIA como FENAMA fueron utilizadas por los cívicos como punta de lanza contra el gobierno democrático. Todavía hoy se sostiene esa mentira; aunque algunos la aplican por partida doble, entre los que se encuentra el historiador Bernardo Vega, quien afirma que "… el PRD contaba con una fácil mayoría, la que denominó 'la aplanadora'". (Ver: Artículo "El otro Juan Bosch" de Bernardo Vega, en el periódico Acento de fecha 25-04-17).
En palabras de este autor, la famosa aplanadora no se utilizó solo para los "despidos masivos", sino también para imponer las ideas del PRD y Bosch, desde el congreso por medio de una "fácil mayoría". Parece que esa mayoría, para Vega, al igual que para los golpistas, no era expresión ni representación de la voluntad del pueblo. Lo que sí ha quedado como muestra de verdad para siempre son las acciones y las palabras del presidente Juan Bosch:
"Estamos rebajando los sueldos lujosos y quitando los puestos innecesarios. Y lo estamos haciendo porque el país se encuentra en una mala situación económica, es decir, no el país, el gobierno". (Discursos políticos, pág. 153).
El término aplanadora fue un instrumento de la conspiración contra el gobierno constitucional. Formó parte del andamiaje de ataques, utilizado por la oligarquía, junto al famoso "comunismo", "trujillismo", ateísmo, corrupción y las manifestaciones de reafirmación cristiana
El 18 de marzo Bosch denuncia la "Campaña Aplanada" del frente oligárquico y lo señala con estas palabras: "Hoy hemos encontrado en la prensa una serie de declaraciones, algunas de las cuales conviene comentar. Hay una referente a una reunión de Fenepia en la que se informa que se va a tratar mañana acerca de mi decisión de cancelar masivamente empleados. Parece ser que se refiere Fenepia a cinco empleados que han sido cancelados en el municipio de Bonao. Fenepia debe saber y debe saber todo el país que el presidente de la República en este régimen democrático y constitucional no tiene nada que ver con las cancelaciones de los ayuntamientos del país". (Ibid. pág. 117).
En uno de sus discursos famosos, al desmontar las mentiras de los cívicos a través de FENEPIA, Bosch dijo: "Le pasó como a Chacumbele, él mismo se mató".
A tantos años del impedimento de nuestra revolución democrática, todavía los Chacumbeles se siguen matando.
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