Más de 16.000 personas han muerto por la violencia de bandas en Haití desde el inicio de 2022, destacó el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, quien también advirtió de que este año ha habido un preocupante aumento de las muertes por uso desproporcionado de la fuerza de los cuerpos de seguridad en operaciones contra estos grupos armados.
Más de la mitad de los asesinatos registrados este año se han producido en el marco de operaciones de estas fuerzas de seguridad, un fuerte aumento con respecto a 2024, alertó este jueves el alto comisionado en un debate sobre Haití en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
"La situación de los derechos humanos en Haití ha llegado a un punto crítico", resumió Türk en el comienzo de su intervención, señalando que desde su última actualización al consejo en marzo de este año las violaciones y los abusos se han intensificado.
Las bandas han extendido su actividad más allá de la capital, Puerto Príncipe, hacia departamentos como Centro y Artibonito, creando un campo de cultivo para el tráfico de armas, drogas y personas, lo que amenaza con desestabilizar la región.
Las violaciones de derechos humanos de las bandas incluyen asesinatos, secuestros, extorsiones en controles de seguridad ilegales, violencia sexual contra mujeres y niñas, saqueos de camiones con alimentos y la destrucción de viviendas, escuelas y hospitales.
Respecto a la violencia de las fuerzas de seguridad, Türk denunció que la policía ha ejecutado de forma sumaria al menos 174 personas en lo que va de año por su presunta vinculación con los grupos violentos, mientras otro medio millar de sospechosos han sido asesinados en linchamientos o por bandas de "autodefensa" formadas de manera espontánea.
Desde marzo, el Gobierno haitiano ha incrementado el uso de drones explosivos contra las bandas en la capital y sus ataques han causado la muerte de al menos 559 personas, entre ellas once niños, indicó el jefe de derechos humanos de la ONU.
"El uso de la fuerza por parte de la policía y el personal de seguridad debe respetar los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas". señaló Türk, quien exhortó a las autoridades a investigar las denuncias de uso y desproporcionado de la fuerza.
Türk indicó que esta crisis ha sumido a Haití en un colapso humanitario en el que la mitad de la población -seis millones de personas, incluidos 3,3 millones de niños- necesita ayuda humanitaria y 1,3 millones han tenido que abandonar sus hogares.
El alto comisionado finalizó su intervención exhortando a todos los Estados de la ONU a cumplir el embargo de armas impuesto a Haití para evitar su tráfico ilegal, en un país donde se calcula que entre 270.000 y 500.000 armas de fuego circulan ilegalmente, muchas en manos de las bandas.
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