Tras la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Alaska, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció que viajará el lunes a Washington para reunirse con Donald Trump y discutir cómo "poner fin a las muertes y a la guerra". La reunión, confirmada por el presidente de los Estados Unidos, buscará explorar un acuerdo de paz general. Los líderes europeos, aunque abiertos a una reunión tripartita, insisten en que Ucrania mantenga el control sobre sus decisiones territoriales y advierten que Putin sigue dilatando las negociaciones.
Pocas horas después de que la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Alaska terminara sin acuerdo sobre la guerra en Ucrania, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció que viajará a Washington el lunes para discutir con Donald Trump cómo “poner fin a las muertes y a la guerra”.
Trump confirmó la reunión en la Casa Blanca y dijo que “si todo sale bien, programaremos luego un encuentro con el presidente Putin”.
Además, afirmó que un acuerdo de paz general, y no un alto el fuego, es la mejor manera de terminar la guerra.
Una afirmación que se acerca a la postura de Putin, que no está interesado en una tregua temporal, sino en un arreglo de largo plazo que tenga en cuenta los intereses de Moscú.
Mientras que los aliados europeos de Ucrania habían estado pidiendo un alto el fuego previo a cualquier negociación, Trump también lo había planteado.
Será la primera visita de Zelenski a EE. UU. desde que Trump lo reprendió públicamente por ser “irrespetuoso” en una reunión extraordinaria en la Oficina Oval el 28 de febrero de 2025.
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Países europeos dispuestos a lograr cumbre tripartita
Zelenski, que no fue invitado a Alaska, sostuvo una “conversación larga y sustanciosa” con Trump en la mañana del sábado —según dijo— y agradeció la invitación a reunirse en persona en Washington, donde discutirán “todos los detalles sobre cómo poner fin a las muertes y a la guerra”.
Trump había advertido sobre “consecuencias muy severas” para Rusia si Putin no aceptaba poner fin a la guerra, pero lo cierto es que, después de que el presidente de los EE. UU. desplegó el viernes la alfombra roja para Putin, quien visitaba por primera vez en una década Estados Unidos y desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, no se conocieron muchos detalles de la conversación.
Durante más de 90 minutos, en la mañana del sábado, Zelenski habló por teléfono primero con Trump y luego con otros líderes europeos, reiterando la importancia de involucrar a los líderes europeos, quienes tampoco estuvieron en la cumbre.
“Es importante que los europeos participen en cada etapa para garantizar compromisos de seguridad fiables junto con Estados Unidos”, dijo. “También discutimos señales positivas de parte de Estados Unidos respecto a su participación en la garantía de la seguridad de Ucrania”.
El presidente de Ucrania había señalado que sus socios europeos congelaron la propuesta de establecer una presencia de tropas extranjeras en Ucrania para disuadir futuras agresiones rusas, ya que carecía del respaldo estadounidense.
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En Alaska, Trump declaró que “no hay acuerdo hasta que haya un acuerdo”, después de que Putin asegurara que ambos habían alcanzado un “entendimiento” sobre Ucrania y advirtiera a Europa que no "torpedeara los incipientes avance".
Antes de regresar a Washington, en una entrevista con Fox News, Trump insistió en que la responsabilidad de avanzar podría recaer en Zelenski, aunque señaló que habría participación europea.
El presidente ucraniano apoyó la propuesta de Trump de un encuentro trilateral con Rusia y EE. UU. "Los temas importantes pueden abordarse al nivel de los líderes, y un formato trilateral es adecuado para ello", afirmó.
Los líderes europeos de primer nivel dijeron que están dispuestos a trabajar con Trump y con Zelenski para lograr “una cumbre trilateral con apoyo europeo”.
El comunicado conjunto de Emmanuel Macron, Friedrich Merz, Giorgia Meloni, Keir Starmer, Alexander Stubb, Donald Tusk y los dos principales funcionarios de la Unión Europea subrayó que “Ucrania debe contar con garantías de seguridad férreas” y acogió con satisfacción la disposición de EE. UU. a ofrecerlas.
Sin embargo, estas naciones siguen señalando que “será Ucrania la que tome decisiones sobre su territorio”.
Rusia y la actitud de Putin que no convence
La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, advirtió que “Putin sigue dilatando las negociaciones y espera salirse con la suya. Se marchó de Alaska sin comprometerse a detener las muertes”, dijo.
Mientras que el primer ministro checo, Petr Fiala, sostuvo que la cumbre confirmó que "mientras EE. UU. y sus aliados buscan vías hacia la paz, Putin solo está interesado en ganar el máximo de territorio posible y restaurar el imperio soviético".
Para Neil Melvin, director de seguridad internacional del instituto RUSI de Londres, aunque las fuerzas ucranianas y rusas siguen combatiendo a lo largo de una línea de frente de 1.000 kilómetros y los avances rusos se aceleraron en la primavera, “Putin llegó a la cumbre de Alaska con el objetivo principal de frenar cualquier presión sobre Rusia para poner fin a la guerra”, señaló. Además, aseguró que Putin “considerará el resultado como una misión cumplida”.
Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, aclaró que en las conversaciones entre Rusia y EE. UU. no se ha planteado ninguna reunión con Zelenski. “El tema no se ha tocado aún”, así lo indicó a la agencia RIA Novosti.
Y el expresidente ruso Dmitri Medvédev elogió la cumbre como un avance en la restauración del diálogo de alto nivel entre Moscú y Washington, describiéndola como "tranquila, sin ultimátums ni amenazas".
Mientras tanto, los ataques rusos sobre Ucrania continuaron durante la noche con un misil balístico y 85 drones Shahed, de los cuales 61 fueron derribados, según la Fuerza Aérea ucraniana.
Con Reuters, AP y AFP
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