Los rumanos acudirán este domingo 18 de mayo a las urnas para elegir a su próximo presidente. En la primera vuelta, el candidato de la extrema derecha obtuvo el 40% de los votos a favor frente al alcalde de Bucarest, defensor de las políticas proeuropeas. Muchos ven el resultado como una elección geopolítica entre Rusia y Occidente, tras la anulación de los comicios del año pasado por las acusaciones de intromisión rusa.
Rumania permanece sumida en una profunda crisis política, luego de que un alto tribunal anulara las elecciones anteriores, en las que el ultraderechista Calin Georgescu se impuso en la primera vuelta, tras las acusaciones de violación electoral y presunta injerencia rusa, que Moscú ha negado. Las profundas divisiones sociales han quedado al descubierto durante este nuevo ciclo electoral.
George Simion, de 38 años, líder de la Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), apoyada por Georgescu, a quien se le prohibió presentarse en los comicios de marzo, lidera la carrera tras haber quedado cuarto en la anulada elección de 2024. Se convirtió en el favorito en la votación del 4 de mayo, después confirmarse como el abanderado de la derecha.
¿Sistema vs. antisistema?
Años de corrupción y un creciente enfado con la clase política rumana han alimentado un aumento del apoyo a figuras nacionalistas, reflejo de un patrón más amplio observado en toda Europa. El partido AUR, que defiende "la familia, la nación, la fe y la libertad", saltó a la fama en las elecciones parlamentarias de 2020. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en el segundo partido más grande de la legislatura rumana.
Para sus críticos, Simion es un extremista prorruso que amenaza las antiguas alianzas de Rumania en la Unión Europea y la OTAN. Pero en una entrevista concedida a AP la semana pasada, rechazó las acusaciones, afirmando que Rusia es la mayor amenaza para su país, y que quiere que Rumania sea tratada como "socios iguales" en Bruselas.
¿Bruselas contra Moscú?
Su contrincante, el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, tiene un perfil muy diferente. Este matemático de 55 años saltó a la fama como activista cívico contra los proyectos inmobiliarios ilegales. Fundó el partido reformista Salvar la Unión Rumana en 2016, pero más tarde lo abandonó, y ahora se presenta de forma independiente con una candidatura pro-UE, reafirmando los lazos occidentales, el apoyo a Ucrania y la reforma fiscal.
En un mitin en Bucarest, también abordó las crecientes tensiones. "¿Cómo hemos llegado a esto, a que en un país de gente trabajadora y decente haya tanto odio y división, a que las familias y los círculos de amigos se desgarren por opiniones políticas?", dijo. "Tenemos que proyectar esperanza".
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Simion, también antiguo activista que hizo campaña a favor de la reunificación con la vecina Moldavia, afirma que se centraría en las reformas, reduciendo drásticamente la burocracia y los impuestos. Pero insiste en que su principal objetivo es restaurar la democracia. "Mi plataforma es volver a la democracia, a la voluntad del pueblo", afirma.
Dan, que se comprometió a luchar contra la corrupción, es un firme partidario de la UE y de la OTAN, y ha afirmado que el apoyo de Rumania a Ucrania es vital para su propia seguridad frente a la creciente amenaza rusa.
¿Se está posicionando el gobierno francés?
Se espera que la votación sea una batalla reñida que será observada de cerca por Bruselas y otras capitales europeas, así como por Moscú y Washington. El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el viernes de que una victoria del euroescéptico de extrema derecha Simion en Rumania tendría consecuencias negativas para Moldavia.
"Si el candidato pro-ruso y anti-europeo pudiera ser elegido, las consecuencias para Moldavia serían, por supuesto, extremadamente perjudiciales", dijo Macron a los periodistas en una reunión de líderes europeos en Albania en la que no entregó más detalles.
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Simion, de visita en París el viernes, acusó a Macron de injerencia en la tensa repetición de las elecciones presidenciales de su país. La extrema derecha rumana ha acusado previamente a París y Bruselas de estar detrás de la anulación, que Simion ha calificado de "golpe de Estado".
"Mi mensaje es muy claro: '¡Atrás! No es vuestro trabajo… meterse con la libre voluntad soberana del pueblo rumano", dijo Simion en una rueda de prensa en París flanqueado por la eurodiputada ultraderechista francesa Marion Maréchal-Le Pen.
"Usted no es un emperador, no es querido ni siquiera por el pueblo francés, así que estos ataques… no son lo que deberíamos hacer en una Europa unida, en la futura Unión Europea", afirmó.
Este artículo fue adaptado de su original en inglés
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