Un nuevo foco de tensión en Medio Oriente. El sábado 15 de marzo, Donald Trump ordenó un bombardeo a gran escala contra los rebeldes hutíes en Yemen, matando al menos a 53 personas en 24 horas. La milicia chií, por su parte, ha prometido represalias. ¿Quiénes son estos militantes? ¿Por qué Trump ordenó el ataque? ¿Cuál es el rol de Irán en todo esto?
El sábado, 15 de marzo, Estados Unidos llevó a cabo su mayor operación militar en Medio Oriente desde el regreso de Donald Trump al poder: una coalición liderada por Washington y Londres realizó un bombardeo a gran escala contra los rebeldes chiíes hutíes de Yemen en el que al menos murieron 53 personas en 24 horas, según el ministerio de Salud yemení, controlado por los hutíes.
Trump ordenó el ataque luego de que el grupo rebelde anunciara la reanudación de los ataques contra los barcos vinculados con Israel. En consecuencia, el republicano prometió utilizar una “fuerza letal y abrumadora” contra los hutíes e instó a Irán a cortar “inmediatamente” su apoyo a la milicia.
Tras el ataque, el líder del grupo, Abdul Malik al-Houthi, aseguró que si Estados Unidos continúa “con su agresión”, la milicia rebelde continuará con “la escalada” de ofensivas contra los barcos estadounidenses en el mar Rojo.
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Con todo esto, otro foco de tensión se eleva en Medio Oriente y amenaza con convertirse en un conflicto más amplio. En France 24 revisamos algunos puntos claves sobre este nuevo fuego cruzado.
¿Quiénes son los hutíes?
A pesar de que se les conoce como hutíes, su nombre oficial es Asnar Alá -que significa Partidarios de Dios-. Son un grupo rebelde chií zaidí que nació en Yemen en la década de los años 90; desde que surgió lleva décadas enfrentado al Gobierno yemení, que es la autoridad internacionalmente reconocida del país.
Sus raíces provienen del movimiento “Juventud Creyente”, que era liderado por Husein Badreddin al Huti y de quien tomaron su actual nombre. Los llamados Partidarios de Dios profesan -mayoritariamente- la rama del islam zaidí chií, son financiados por Irán y tomaron en 2014 la capital yemení, Saná, así como varias zonas del norte y el oeste del país.
El conflicto en Yemen se recrudeció en 2015, cuando una coalición militar liderada por Arabia Saudita y apoyada por Estados Unidos intervino para frenar el avance de los rebeldes dentro del país, lo que ocasionó una cruenta guerra que a día de hoy persiste y ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados.
Diversas estimaciones apuntan a que la milicia cuenta con entre 100.000 y 200.000 combatientes, junto con un gran arsenal armamentístico financiado en su mayoría por Teherán.
Gracias a su retórica, cuyo argumento se basa en la oposición a Estados Unidos e Israel, su influencia se ha expandido con el paso de los años, al mismo tiempo que crecen sus ambiciones en la región y su rechazo al rol de Arabia Saudita en Medio Oriente.
Al mismo tiempo, el grupo forma parte del llamado Eje de la Resistencia, una coalición de movimientos liderados por Irán de la que hacen parte Hamás, el grupo islamista palestino en la Franja de Gaza, y Hezbolá, la milicia chií en suelo libanés.
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¿Por qué los rebeldes llevan a cabo ataques en el mar Rojo?
Los hutíes, luego del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 a Israel, lanzaron en noviembre de ese año varios ataques con misiles en el sur del territorio israelí y contra embarcaciones mercantes en el mar Rojo en apoyo a los gazatíes, presionando económicamente a sus opuestos y causando disrupciones en esta crucial ruta fluvial.
Dichas agresiones habían cesado con la entrada en vigor del acuerdo de cese el fuego en la asediada Franja de Gaza a inicios de este año. Pero, el 11 de marzo anunciaron la reanudación del bloqueo del paso de todos los barcos de Israel o que estuvieran vinculados a ese país en los mares Arábigo y Rojo.
¿Por qué la reanudación? Lo hacen luego de que el pasado 1 de marzo se venciera la primera parte del alto el fuego en Gaza sin un progreso evidente sobre los siguientes pasos, por lo que Israel reactivó su ofensiva contra el enclave palestino y bloqueó la entrada de ayuda humanitaria a la destruida Franja.
En ese sentido, los rebeldes yemeníes han dicho que atacarán nuevamente los buques hasta que permita la entrada de asistencia para la población gazatí.
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¿Qué busca Donald Trump con el bombardeo?
A inicios de marzo los hutíes fueron designados por la Administración de Donald Trump como una organización terrorista, una medida que ya había anunciado el presidente estadounidense con una orden ejecutiva durante sus primeros días de vuelta en la Casa Blanca.
Y no es la primera vez que lo hace: en enero de 2021, en la recta final de su primer mandato, Trump designó a la milicia yemení como terrorista, a pesar de que su antecesor, el demócrata Joe Biden, levantó la orden por la crisis humanitaria que enfrenta Yemen por la guerra.
Finalmente, el sábado 15 de marzo en la noche las amenazas de Washington pasaron de palabras a acciones con el masivo bombardeo a suelo yemení. ¿La razón? Trump aseguró este domingo que “ninguna fuerza terrorista impedirá que los buques comerciales y navales estadounidenses naveguen libremente por las vías marítimas del mundo”.
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¿Una forma de presionar a Irán?
Diversos análisis apuntan a que los ataques del sábado tuvieron como objetivo presionar a Irán, que, como se mencionó anteriormente, financia y apoya a los hutíes.
Por ello, Trump se ha comprometido a hacer que Teherán “rinda cuentas plenamente” por las acciones de sus aliados en Yemen.
La presión estadounidense sobre Irán se ha intensificado desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca; desde entonces ha coercionado a ese país de Medio Oriente para que reinicie las conversaciones bilaterales sobre su programa de armas nucleares. El republicano, que retiró a Washington del acuerdo nuclear de 2015 con otras potencias mundiales, ha dicho que no permitirá que el programa nuclear iraní se vuelva operativo.
En contraste, el Gobierno iraní ha dicho que su estrategia en esta materia es pacífica, aunque sus autoridades amenazan cada vez más con construir un arma nuclear.
Así pues, el presidente estadounidense ha impuesto nuevas sanciones a Teherán como parte de su campaña de “máxima presión” contra ésta y no ha descartado la vía de acción militar, aunque ha hecho énfasis en que aún cree que se puede alcanzar un nuevo acuerdo nuclear.
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Con Reuters, EFE y AP
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