En un comunicado, las autoridades británicas informaron este viernes 3 de octubre que una de las dos personas que murieron durante el ataque de un hombre a una sinagoga en Mánchester presuntamente fue baleada por los agentes que respondieron al atentado. Los hechos ocurrieron un día antes y el agresor fue abatido por la Policía.
Avanza la investigación sobre el ataque a una sinagoga en Mánchester.
Uno de los dos hombres que murieron en el ataque-perpetrado por un hombre que embistió a un grupo de personas con un vehículo y luego atacó con un cuchillo-habría perdido la vida por una bala disparada por un agente de policía, en momentos en que los asistentes al sitio religioso intentaban impedir que el atacante entrara en el edificio, según informaron las autoridades este viernes 3 de octubre.
"Actualmente se cree que el sospechoso, Jihad Al Shamie, no poseía ningún arma de fuego y que los únicos disparos fueron realizados por el Oficial de Armas de Fuego Autorizado de la Policía del Gran Mánchester (GMP)", según el comunicado de la Policía del Gran Manchester (GMP).
Por lo tanto, “tras un examen forense más profundo, se deduce que, lamentablemente, esta lesión podría haber sido una consecuencia trágica e imprevista de las medidas urgentes que mis agentes tomaron para poner fin a este brutal ataque”, agrega la nota oficial.
La Policía añadió que uno de los heridos, que actualmente recibe tratamiento en un hospital, también sufrió una herida de bala. Se cree que las dos personas que recibieron disparos se encontraban tras las puertas de la sinagoga.
"Se cree que ambas víctimas estaban muy juntas tras la puerta de la sinagoga, mientras los fieles actuaban con valentía para impedir la entrada del atacante", declaró Watson.
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Identifican a las víctimas del ataque a la sinagoga
La Policía identificó a las dos víctimas como los residentes locales Adrian Daulby, de 53 años, y Melvin Cravitz, de 66.
Otras tres personas-que asistían a la Sinagoga de la Congregación Heaton Park, en Crumpsall, un suburbio de Mánchester, el jueves 2 de octubre-se encuentran hospitalizadas en estado grave.
Las autoridades ya habían informado que el agresor fue abatido durante la respuesta al ataque. Los agentes dispararon y mataron al sospechoso siete minutos después de que el hombre perpetrara el ataque. Llevaba lo que parecía ser un cinturón de explosivos, que resultó ser falso.
La agresión tuvo lugar mientras la gente se reunía en la sinagoga ortodoxa durante Yom Kipur, el día de la expiación y el más solemne del calendario judío.
El atacante no era conocido por la Policía
Las autoridades identificaron al agresor como Jihad Al-Shamie, ciudadano británico de 35 años y de ascendencia siria, que llegó a Reino Unido cuando era niño y se nacionalizó en 2006.
Al-Shamie se traduce al español como "el sirio" y las autoridades desconocen si ese es su nombre de nacimiento.
La Policía ratificó que el crimen se está investigando como un “ataque terrorista”. La ministra del Interior, Shabana Mahmood, indicó que el atacante no era conocido previamente ni por la Policía ni por Prevent, un programa nacional antiterrorismo que busca identificar a personas en riesgo de radicalización.
Mahmood afirmó que "es demasiado pronto para determinar" si el atacante actuó solo o formó parte de una célula. Las autoridades aún se encuentran investigando el motivo detrás del ataque.
El jueves 2 de octubre, los agentes arrestaron a tres personas bajo sospecha de preparación o comisión de actos terroristas. Se trata de dos hombres de unos 30 años y una mujer de unos 60.
Los vecinos del atacante, en Prestwich, un suburbio de Mánchester, a unos 3 kilómetros de la sinagoga, afirmaron que la familia de Al-Shamie llevaba años viviendo en la zona.
Varios describieron haber visto a Al-Shamie levantando pesas y haciendo ejercicio en el patio trasero. Parecía "un chico sencillo y corriente", señaló Geoff Halliwell, uno de los vecinos.
Tras lo ocurrido, líderes religiosos y políticos, incluido el primer ministro, Keir Starmer, condenaron el ataque y se comprometieron a tranquilizar a la comunidad judía británica, que cuenta con unas 300.000 personas.
Starmer ordenó el refuerzo de la seguridad para las sinagogas en el país.
Con Reuters y AP
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