La cancelación de la Vuelta a España por manifestaciones contra la guerra en Gaza, que dejaron al menos dos detenidos y 22 policías heridos, eclipsó el final de la competencia ciclística. La oposición española e Israel cargaron contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que abrazó las manifestaciones.
Una final de la Vuelta a España sin precedentes se vivió este domingo 14 de septiembre. Pero, aparte de ellos, esta vez millones de personas han fijado sus ojos en el evento deportivo, a raíz de las protestas propalestinas, protagonistas en esta edición de una de lascompetencias de ciclismo más importantes a nivel mundial.
Ya desde el inicio de la última etapa a disputarse el domingo se escuchaban cánticos de “Netanyahu, asesino” y “Palestina libre” y un mar de banderas palestinas que abarrotaban las calles de Madrid hacían dudar si la carrera podría acabar como es costumbre, en la Plaza de Cibeles, en Madrid. El ganador debía estar allí sobre las 19:00, hora local. Pero esta vez no fue así.
Las autoridades españolas cifran en 100.000 los manifestantes que participaron este domingo en las protestas contra la presencia del equipo Israel Premier Tech. Los manifestantes denunciaron en varias etapas de la competición la participación del equipo con el que aseguran Israel Busca blanquear su imagen mediante la participación en eventos como la Vuelta.
Los organizadores de las manifestaciones han indicado que la intención no era suspender el evento. “Ha sido una oportunidad para muchísima gente que siente la desazón por el genocidio que está provocando Israel”, dijo Héctor Grad, de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina, al diario español 'El País'.
Otra de las organizaciones que apoyó las manifestaciones, Anticapitalistas Madrid, dijo en sus redes sociales que el pueblo de Madrid había dado “una lección de dignidad.
Los organizadores del evento decidieron cancelarlo luego de que manifestantes cortaran varios tramos del itinerario en la última etapa de la competición y de que un grupo consiguiera detener al pelotón cuando se encontraba a 56 kilómetros de la meta.
Se presentaron algunos enfrentamientos con la Policía. Aunque se había desplegado un dispositivo de 1.100 agentes, muchos de los manifestantes lograron traspasar el perímetro de seguridad, lo que vino seguido de enfrentamientos con los policías para despejar el recorrido a los ciclistas. Estos enfrentamientos se saldaron con al menos 22 agentes heridos y dos manifestantes detenidos.
Tras la cancelación, los ciclistas volvieron a los hoteles acompañados de la Policía.
En una Vuelta a España completamente alterada, el ganador fue el danés Jonas Vingeggard. Como la celebración también fue cancelada, su equipo improvisó un festejo para que subiera al podio en el hotel en el que se encontraba, al que acudieron también los ganadores del segundo y tercer puesto. Recibieron sus respectivos premios en una tarima improvisada con tres neveras.
Vingegaard: “La gente protesta por alguna razón"
Vingegaard lamentó no haber podido celebrar como se acostumbra. “Es una pena que nos hayan arrebatado un momento tan eterno. (…) Todos tienen derecho a protestar, pero no de una manera que influya o ponga en peligro nuestra carrera”, dijo Vingegaard.
Días antes, Vingegaard también había mostrado simpatía por la motivación de las manifestaciones. “La gente protesta por alguna razón. Es terrible lo que está pasando. Quienes protestan lo hacen aquí porque necesitan un foro donde ser escuchados, que los medios les den espacio. Pienso que simplemente están desesperados por ser escuchados”.
Por su parte, los organizadores de la Vuelta lamentaron la suspensión de la competencia y felicitaron a Vingegaard.
"Desde la organización de La Vuelta lamentamos los acontecimientos que han tenido lugar durante la celebración de la etapa final de La Vuelta 25. Pese a todos los esfuerzos de la organización, no hemos podido concluir la etapa según lo planeado debido a los lamentables incidentes ocurridos en Madrid".
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De la pista al ruedo político
Desde temprano en la mañana del domingo el tema ya había tomado un tinte político. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, había manifestado en un mitin en la ciudad sureña de Málaga su "admiración a un pueblo como el español” en referencia a las manifestaciones que se estaban produciendo desde hace días en la Vuelta a España a favor del pueblo palestino.
“España brilla como ejemplo y con orgullo. Da un paso al frente en la defensa de los Derechos Humanos. Nos ponemos de acuerdo en una causa justa, como son los Derechos Humanos. ¡Viva el pueblo español!”, dijo Sánchez.
Sus comentarios tuvieron rápidamente respuesta de sus opositores. El líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dijo en su cuenta de X que el Gobierno había "permitido e inducido la no finalización de la Vuelta” y la fracción de su partido en Madrid llegó a tildar a los manifestantes de “terroristas”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde, José Luis Martínez Almeida, responsabilizaron a Sánchez de la cancelación del evento. Ayuso dijo en su cuenta personal de X que "cuando el presidente de la Nación jalea el boicot contra la Vuelta Ciclista a España, en su propia capital, se convierte en responsable directo de cada altercado que se produzca". El Gobierno, por su parte, cargó contra Martínez-Almeida y contra Díaz Ayuso y les señaló de “aplaudir con ardor la miserable justificación de los ataques israelíes”.
El Gobierno español ha sido uno de los más críticos con el Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu y con la guerra que ha librado en la Franja de Gaza. Sánchez reconoció el año pasado oficialmente el Estado palestino y pidió ser incluido en la demanda en la Corte Internacional de Justicia presentada por Sudáfrica contra Israel por genocidio en Gaza.
La guerra en Gaza se desencadenó por el ataque del grupo palestino islamista Hamás del 7 de octubre de 2023 en Israel, un asalto que dejó unos 1.200 muertos.
La respuesta de Israel en Gaza, un territorio palestino ahora acorralado por el hambre, ha causado ya unos 65.000 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud local, que la ONU considera fiables.
Para algunos analistas la postura de Sánchez refleja también una voluntad de hacerse eco de la opinión pública del país, que ha sido uno de los más críticos con la guerra de Israel en el enclave.
El analista Oriol Bartomeus, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona, afirmó en una reciente entrevista con la Associated Press que la campaña de Sánchez contra la ofensiva israelí se fortaleció con las manifestaciones producidas durante la vuelta a España.
"Lo que está sucediendo en la Vuelta es un síntoma del enfado de la izquierda por este asunto (…) Esto está llamado a ser un punto clave de cohesión para la sociedad española. Sánchez no es tonto, y ha entrado de lleno en el asunto".
Sánchez también se ha ganado la enemistad del Gobierno de Netanyahu. Tras la suspensión de la competencia, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, señaló al socialista de incitar las manifestaciones propalestinas y escribió en la red social X: "Sánchez y su Gobierno: ¡vergüenza para España!”.
Las protestas de este domingo en Madrid fueron el punto final de una edición de la vuelta a España marcada profundamente por la participación del equipo Israel Premier Tech, que para muchos españoles representa la impunidad con la que Israel ataca a la población gazatí.
Ya a su llegada a España en la fronteriza ciudad de Figueras, iniciaron las manifestaciones de rechazo, cuando un grupo de manifestantes obstaculizó el paso del equipo israelí. Luego, tras la llegada del pelotón a Bilbao, manifestantes le bloquearon el paso con banderas, lo que se convirtió en una constante en el resto de la carrera.
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Con EFE, Reuters y medios locales
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