"El candidato [Sarkozy], el director de su campaña y los dos directores del partido político que apoyó al candidato quedan, por tanto, definitivamente condenados", sentenció en un comunicado este miércoles la Corte de Casación de Francia, la máxima instancia judicial del país.
El expresidente francés, de 70 años, había apelado, por segunda vez, la condena a un año de prisión que recibió en septiembre de 2021 por el Tribunal Penal de París, por financiación ilegal para su candidatura fallida a la reelección de 2012, en un caso conocido como 'Bygmalion'.
Entonces, Sarkozy recurrió al Tribunal de Apelación de París para intentar revertir la situación, pero en 2024 el órgano judicial reafirmó la condena, aunque suspendió seis meses de la sentencia original. Esta última medida significa que la ejecución de esa parte de la condena queda anulada mientras el procesado no incumpla ciertas condiciones establecidas por el tribunal.
La última oportunidad para el expresidente era llevar el caso ante la Corte de Casación, que este miércoles dejó en firme lo que ya habían ordenado los tribunales.
Así, los seis meses restantes de prisión efectiva podrán ser cumplidos por Sarkozy con medidas alternativas, como el uso de un brazalete electrónico u otros mecanismos que puede dictar el juez.
El expresidente es acusado de haber gastado más de 40 millones de euros, casi el doble de la cantidad legal máxima, en su carrera a la reelección en 2012, que finalmente perdió frente al socialista François Hollande.
La investigación evidenció un sistema de doble facturación que permitió violar los topes presupuestarios. A diferencia de sus coacusados, Sarkozy no es señalado de coordinar este sistema de facturas falsas, sino de beneficiarse, en calidad de candidato, de la financiación política ilegal.
Otras trece personas también fueron condenadas a penas de hasta tres años y medio de prisión, algunas de las cuales fueron suspendidas.
La defensa de Sarkozy alegó, tras la confirmación de la sentencia de 2024, que su cliente "nunca fue consciente" de que se había superado el límite legal de gastos electorales y "nunca incurrió en gasto alguno".
Sarkozy ha tildado el proceso en su contra como una “fábula”.
Múltiples frentes con la justicia
La ratificación de la condena contra Nicolas Sarkozy deja al expresidente en una posición judicial aún más incómoda, mientras espera otro juicio de apelación por financiación ilegal, previsto del 16 de marzo al 3 de junio de 2026.
Sobre esta causa, un tribunal de París lo condenó en octubre de 2025 a cinco años de prisión por asociación delictiva entre 2005 y 2007, cuando era ministro del Interior, para financiar su campaña presidencial victoriosa. Los fondos en cuestión eran procedentes de la Libia de Muamar al Gadafi, a cambio de favores diplomáticos.
El tribunal determinó que dos de los colaboradores más cercanos de Sarkozy mantuvieron reuniones secretas en 2005 con Abdullah al-Senoussi, cuñado y jefe de inteligencia de Gadafi.
Leer tambiénSarkozy es sentenciado a cinco años de cárcel por la financiación libia de su campaña de 2007
Durante el juicio, Sarkozy fue absuelto de otros tres cargos, entre ellos corrupción pasiva, financiación ilegal de campañas y encubrimiento de malversación de fondos públicos.
No obstante, Sarkozy entró el 21 de octubre a la prisión de La Santé, en París, donde pasó tres semanas antes de ser liberado bajo estricta supervisión judicial.
La "pesadilla" de la cárcel
Los antecedentes penales de Sarkozy ya registran una condena definitiva por corrupción y tráfico de influencias mientras era jefe de Estado de Francia.
El año pasado, el Tribunal de Casación confirmó una decisión de un tribunal de apelaciones que declaró a Sarkozy culpable de intentar sobornar a un magistrado a cambio de información sobre procedimientos judiciales en los que estaba involucrado.
El caso emergió por la escucha de conversaciones telefónicas intervenidas durante la investigación de la financiación de Libia.
Entonces, Sarkozy fue condenado a un año de cárcel, con derecho a prisión domiciliaria, con un brazalete electrónico. En mayo, debido a su edad, se le concedió la libertad condicional, lo que le permitió retirar el dispositivo.
El expresidente publicará el 10 de diciembre un libro sobre su reciente estancia en prisión, titulado “Diario de un prisionero”.
“Nunca imaginé que viviría en prisión a los 70 años. Me impusieron esta dura experiencia y la viví. Es duro, muy duro”, declaró Sarkozy durante una audiencia judicial tras su liberación.
Las tres semanas que permaneció recluido fueron descritas como “una pesadilla” por el expresidente, cuyos frentes abiertos con la justicia amenazan con prolongar su fantasía literaria.
Con información de Reuters, AP y medios locales
Compartir esta nota
