Al menos 50.000 personas se congregaron el domingo 14 de septiembre en la enorme plaza Tandogan de Ankara para protestar contra la que denuncian como represión judicial contra miembros del principal partido de oposición de Turquía. La protesta se produce antes de una decisión judicial clave contra el principal partido de la oposición del país.
Decenas de miles de personas protestaron el domingo 14 de septiembre en la capital de Turquía, Ankara, contra un proceso judicial que podría derrumbar el lunes al líder de la oposición, tras un año de represión legal contra cientos de sus miembros.
La manifestación se enmarca en la oleada de procesos por corrupción contra el principal partido de la oposición en Turquía, el socialdemócrata CHP, que afronta el lunes otro capítulo con la apertura del juicio por supuestas irregularidades en la elección de su cúpula.
La decisión del tribunal del lunes sobre invalidar el congreso de 2023 del Partido Republicano del Pueblo (CHP) por presuntas irregularidades podría remodelar el partido, sacudir los mercados financieros e influir en el calendario de las elecciones generales fijadas para 2028. El tribunal también podría retrasar el fallo.
En la manifestación del domingo, el líder del CHP, Ozgur Ozel (que fue elegido en el congreso de 2023), dijo que el Gobierno estaba tratando de aferrarse al poder socavando las normas democráticas y reprimiendo la disidencia tras las victorias de la oposición en las elecciones locales durante el año pasado.
Ozel también pidió elecciones generales anticipadas.
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La oposición turca promete resistir
"Este caso es político. Las acusaciones son calumnias. Nuestros compañeros son inocentes. Lo que se está haciendo es un golpe de Estado: un golpe de Estado contra el futuro presidente, contra el futuro gobierno. Resistiremos, resistiremos, resistiremos", sostuvo Ozel en su discurso ante la multitud.
"Este Gobierno no quiere democracia", dijo. "Saben que no pueden ganar las elecciones si hay democracia. No quieren justicia: saben que si hay justicia no podrán encubrir sus crímenes".
El Gobierno afirma que el poder judicial es independiente y niega cualquier motivo político.
Turquía ha detenido a más de 500 personas, incluidos 17 alcaldes, durante el último año en Estambul y otros municipios administrados por el CHP en todo el país como parte de investigaciones de corrupción.
Cientos de miembros del CHP han sido encarcelados en espera de juicio en una amplia investigación sobre presuntos vínculos con corrupción y terrorismo, entre ellos el principal rival político del presidente Tayyip Erdogan, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.
El arresto de Imamoglu en marzo desencadenó las mayores protestas del país en una década, en las que cientos de miles de personas salieron a las calles, lo que provocó una breve pero pronunciada liquidación de la lira y otros activos turcos.
En una carta enviada desde la prisión y leída en voz alta durante la manifestación en Ankara, Imamoglu escribió que el Gobierno intenta predeterminar el resultado de las próximas elecciones marginando a sus legítimos rivales. También acusó al Gobierno de socavar la democracia mediante acciones judiciales con motivaciones políticas y otros esfuerzos para reprimir la disidencia.
"La era del 'yo' en este país terminará y comenzará la era del 'nosotros'. Uno perderá y todos los demás ganarán", escribió Imamoglu.
La multitud aplaudió y coreó "Presidente Imamoglu" después de leer la carta en voz alta.
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Con Reuters y AFP
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