Previo al vencimiento del mandato de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) en Haití, que concluye el jueves 2 de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución que transforma esta misión en una Fuerza de Represión de las Bandas y decide crear una oficina de la ONU en Haití para apoyar el esfuerzo de ofrecer paz y prosperidad a Haití.

La decisión es un gran triunfo para Haití y para la República Dominicana. De los 15 miembros presentes del Consejo de Seguridad, doce países votaron a favor de la transformación, y tres se abstuvieron (Rusia, China y Pakistán). La resolución fue propuesta por Estados Unidos y Panamá. El documento autoriza a los Estados miembros de la ONU a llevarlo a cabo esta Fuerza en estrecha cooperación y coordinación con el Gobierno de Haití por un período inicial de 12 meses.

Hay que anotar que el gobierno provisional de Haití había hecho una solicitud para que algo así ocurriera, pero a sabiendas de que Rusia y China han sido dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad que se han resistido a ofrecer apoyo a la estabilidad en Haití, debido a que no hay relaciones diplomáticas entre Haití y China (las tiene aún con Taiwán) y en Puerto Príncipe no hay embajada de la Federación Rusa.

Satisface mucho que el Estados Unidos haya sido un participante activo para la aprobación de esta extensión por un año de la misión de paz y su conversión en una Fuerza de Represión contra las Bandas que han agobiado a Haití durante cuatro años.

La otra gran batalla que viene ahora es que la comunidad internacional ofrezca apoyo económico a la Fuerza de Represión a las Bandas. Se desconoce el monto necesario para realizar este trabajo, que vendría a sumarse a las misiones militares de varios países, encabezados por Kenia, en Haití, pero que no ha funcionado como se tenía previsto, precisamente por la falta de recursos.

El pueblo haitiano no puede esperar más, dijo el representante de Panamá al argumentar a la favor de la propuesta, y que la nueva misión “debe disponer de las capacidades necesarias para hacer frente a las bandas”, de acuerdo con Alfaro de Alba.

Rusia dijo que no se opuso a la aprobación, solo se abstuvo, por el llamamiento de las autoridades haitianas y de los países de la región a no bloquearla. República Dominicana fue muy activa en esa gestión, al igual que la OEA y el Caricom, que ofrecieron apoyo desde mucho antes de la presentación de la propuesta. China también se abstuvo y no bloqueó la resolución.

Para que se entienda el contexto de esta resolución, y para que se observe que en Haití hay voces que habían advertido de las razones por las que China y Rusia mantienen una postura de bloquear una solución al tema haitiano, transcribimos a continuación la nota editorial del diario Le Nouvelliste, de Haití, escrita por su redactor jefe, Frantz Duval, un periodista agudo y bien documentado sobre las razones que tienen algunos países para bloquear una decisión correcta sobre Haití. Aunque se equivocó al asegurar que era incierta la decisión sobre la resolución, ofrece datos que son muy ciertos:

Haití es rehén entre China y Rusia

El voto sobre la resolución para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en una Fuerza de Eliminación de Bandas es incierto a medida que se acerca el 2 de octubre.

Según quienes siguen de cerca el caso, China y Rusia, como ha sido el caso desde hace varios años en todo lo relacionado con Haití, plantean una protesta tras otra.

A excepción de un cambio de última hora, lo más probable será la renovación del mandato de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad por unos meses, un momento para continuar las negociaciones o fortalecer las opciones.

"Lo que había sucedido con el mandato de la Oficina de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) que se prorrogó por seis meses con medios limitados, puede sucederle a la misión keniana", teme un diplomático haitiano cuestionado por Le Nouvelliste.

"Cada vez que los estadounidenses presentan una fuerte propuesta para Haití, los rusos y los chinos vienen con todo tipo de explicaciones, argumentos y pretexto para evitar que sea adoptado. "Los dos países no van a ejercer su derecho de veto, pero están diluyendo los proyectos de resolución hasta que los vuelven inconsistentes", se queja nuestro interlocutor.

No sólo los dos países, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, no quieren regalar a los Estados Unidos de América, sino que también están enviando señales de que los sucesivos gobiernos haitianos se niegan a interceptar.

Mientras que algunos observadores haitianos están convencidos de que existe una conspiración de alta esfera para envenenar la crisis de Haití y avivar el caos, otros señalan que el país no está haciendo los esfuerzos suficientes para obtener el apoyo necesario para aprobar la resolución.

No hay embajada china o rusa en Haití. Las relaciones diplomáticas entre Haití y las dos potencias se encuentran en el nivel más bajo. No hubo conversación oficial entre la diplomacia haitiana y la de estos dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Haití ni siquiera ha enviado un enviado a Moscú y Beijing ni siquiera envió una correspondencia formal a los presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping, pero espera comprensión y regalos de ellos…

Mientras la gente está muriendo, la economía declina, y la violencia y la miseria se propagan, Haití está paralizado entre China y Rusia.