Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron el ataque contra un hospital en Gaza, al inicio de esta semana, que dejó de inmediato por lo menos 19 personas muertas, entre ellas por lo menos cinco periodistas.

El hospital Nasser de Khan Younis fue el blanco seleccionado por los militares de Israel. Se trata de un centro médico del sur de la Franja de Gaza, y recibió el impacto de dos misiles, que dieron en el blanco en el cuarto piso del hospital, primero un misil, y cuando los equipos de rescates estaban actuando, un segundo misil impacto, asesinando a miembros de los equipos de rescates.

La tragedia que abate a los palestinos es inenarrable. Muertes Por doquier, destrucción total de las instituciones de salud, de servicios. No hay agua, ni electricidad, ni escuelas, ni lugares donde estar seguros. las viviendas y edificios han sido destruidos, y ahora Israel utiliza misiles de penetración profundas, porque dice que los terroristas se esconden en las cuevas y refugios que han construido.

Es una bestialidad lo que ha desatado Israel. Han asesinado a por lo menos 62,686 personas en los últimos 10 meses, muchos eran niños, mujeres, ancianos, enfermos en hospitales. El mundo asiste a este espectáculo dantesco asombrado, sin posibilidad de actuar, porque Israel cuenta con el apoyo de Estados Unidos, con las armas que les facilitan los norteamericanos, y con el apoyo de casi toda Europa.

Y el cinismo no puede ser mayor. Si leemos con atención el comunicado de las fuerzas militares de Israel, veremos que ya es abiertamente que actúan, con impunidad total, con la complacencia de que pueden seguir asesinando personas, y que a veces podrían equivocarse. Y pareciera que por asesinar a 20 personas, y muchas más, no llegan a medir lo terrible del drama que protagonizan.

“Las FDI lamentan cualquier daño a personas no involucradas y de ninguna manera dirigen ataques contra periodistas como tales, actuando en la medida de lo posible para reducir el daño a ellos, al tiempo que se mantiene la seguridad de nuestras fuerzas”.

Así hablan las Fuerzas de Defensa de Israel sobre este crimen horroroso, que el mundo ha podido observar, en videos captados, cuando personal de auxilio y periodistas descienden por una de las escaleras semidestruidas del hospital y son impactados por un segundo misil que los destruye de forma inmediata.

Los muertos por el impacto de ambos misiles no son terroristas, no son miembros de Hamás, no son criminales de guerra. Es gente que está cumpliendo con el deber de rescatar afectados por las agresiones de Israel, se tratad e profesionales del periodismo que informan sobre que allí ocurre.

De inmediato murieron cuatro periodistas, pero luego se informó de la muerte de un quinto reportero, del que no se ofreció su nombre.

Entre las víctimas mortales se encuentran los periodistas: Mariam Dagga (periodista gráfica independiente de 33 años que colaboraba con Associated Press), Hussam al-Masri (camarógrafo de Reuters), Mohamed Salameh (camarógrafo de Al Jazeera) y Moaz Abu Taha (reportero de NBC). Dagga trabajaba habitualmente en el hospital, cubriendo temas como la lucha de los médicos contra la desnutrición infantil en Gaza. Al Jazeera, Reuters y Associated Press confirmaron la presencia entre los muertos de reporteros y contratistas. También resultó herido el fotógrafo Hatem Khaled de Reuters y murió un trabajador de la Defensa Civil gazatí.

Esta es la tragedia que presenciamos. Tranquilos. Haciendo nada o muy poco de parte de quienes pueden hacer algo para detener tanta barbarie. La destrucción sigue, y el propósito es una especie de tabula rasa étnica que elimine a todos los palestinos confinados en Gaza.

¡Cuánta barbarie!