José Arias y  Danise M. Gómez. Fotografías de Danise M. Gómez y Claudia Martínez

No es un paisaje de México. Es la Sabana del Silencio y sus secretos.

Lo nuevo es sinónimo de curiosidad, de sorpresas y la revelación de la potencia multiplicidad de   los secretos, quizás no sean los mejores guardados del Universo

En mi caso ansiaba que mis expectativas ante esta nueva aventura del senderismo,  haya valido la pena.

Y los secretos se revelaron en la Sabana del Silencio,  un área protegida ubicada a 2090 metros sobre el nivel del mar en la Sierra del Neiba, municipio del Cercado, provincia San Juan de la Maguana, República Dominicana.

Los secretos de su aire fresco y su naturaleza fueron impresionantes. Para llega escalamos doce kilómetros bien empinados   con una pausa en la casa de los guarda-parques en un lugar denominado Hoyazo del municipio del Cercado.

Acampada en el Hoyazo

Danise en la Sabana del Silencio.

Tras la pausa en este lugar , al amanecer salimos hacia la Sabana del silencio. Un cálido sol y la frescura de las alturas nos acompañaban.

En el camino observamos que nuestro    guía se nos adelantó , al parecer para confirmar que la ruta era la correcta. De inmediato me pregunté  ¿será ésta la ruta correcta?  Y la pregunta era válida. Otras veces ha sucedido el caso de grupo de senderistas extraviados en los montes.  Y yo dentro de mí pensaba mañana no quiero salir en la primera plana de los periódicos, como les ha pasado a otros.

Afortunadamente llegamos bien,  a un bosque húmedo. Si sólo me detenía un momento, el aire fresco no dejaba dudas sobre la fuerte sudoración que transpiraba mi cuerpo.

Las brumas de la Sabana. Atrás quedó el acelere de la ciudad.

Una vez más me preguntaba  ¿qué hago aquí?  Ahora estuviera sobre la comodidad de mi cama, disfrutando del aire acondicionado y lista para iniciar otra serie en Netflix.

Pero nada, allí quise estar y con los secretos de la Sabana del Silencio, lo que equivale al privilegio invaluable del silencio y la quietud ideal para   la reflexión, el antídoto contra el caos y la prisa de la ciudad.

Atrás estaba Santo Domingo.  Las   ganas de conocer este lugar siempre me seducían. Tenía ganas de preguntarle: ¿quién eres? ¿cómo eres? ¿por qué te llaman Sabana del Silencio? ¿ Me mostrarás tus secretos?

La Sabana del Silencio es serena e impasible. Yo diría imperturbable ante los pocos visitantes que recorren su flora y zonas descanso.

Entre sus pajones, recreaba en mi mente que, por algún lado de la Sabana, las ciguapas jugarían con nosotros, tan hermosas con su pelo largo y su particular manera de caminar con los pies al revés.  Puse a volar mi imaginación .

La Sabana del Silencio es mi secreto mejor guardado, con su toque de magia para frenar el corre corre y el acelere de las mentes de los citadinos.

Gracias a la Madre Naturaleza siempre estaré permanentemente agradecida por los dones ofrecidos en cada aventura y al senderismo por sus secretos y sus sorpresas.

José Arias

Periodista y escritor

Periodista y escritor

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