José Rafael Lantigua ha partido, y nos deja tristes y golpeados por su salida del ámbito social, cultural, poético, ensayístico en que incursionaba en la República Dominicana.
El mocano, siempre alegre y dispuesto, humilde, cordial y con los brazos y su mente abiertos para promover los valores literarios jóvenes, para difundir y estimular la buena lectura, para y profundizar en los temas que daban sustento a una sociedad más culta, próspera, educada y libertaria. Fue el autor y promotor de los derechos del lector en el país.
Sentimos mucho la partida de José Rafael Lantigua. Su sección Biblioteca en el desaparecido Ultima Hora, se convirtió en una fuente de información necesaria para las nuevas generaciones, sobre qué era lo que circulaba en las librerías. Sus comparaciones temáticas de libros, autores y géneros era una especie de taller literario semanal, conducido por José Rafael. Incluso, regalaba libros, proponía escrituras y estimulaba a las nuevas generaciones.
Su libro, en varias versiones, La conjura del tiempo, fue un ensayo desafiante sobre los temas más candentes del debate político. Lo escribió y lo publicó con acierto, en un momento crucial, con valentía, incluso haciendo cirugías sobre cuestiones dolorosas no abordadas por los intelectuales dominicanos.
José Rafael Lantigua fue el presidente de la Comisión Permanente de la Feria del Libro, desde 1997 al 2000, y le tocó fundar la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, con una dimensión global a una actividad que pasó a ser la más importante en el ámbito de la cultura en la República Dominicana y la región del Caribe.
José Rafael obtuvo los premios Feria del Libro 2016, Nacional de Ensayo, el Caonabo de Oro, el Premio de la Academia Dominicana de la Lengua, Premio del Ateneo Amantes de la Luz, y entre el 2004 y el 2012 fue Ministro de Cultura.
Escribió una biografía de Domingo Moreno Jimenes, varios libros de poemas (Sobre un tiempo de esperanzas, y Los júbilos íntimos), escribió un ensayo histórico sobre el ideal duartiano, publicó sus entrevistas literarias bajo el título El oficio de la palabra. En Semblanzas del corazón dejó escritas sus memorias y nostalgias, además de que publicó varias antologías de cuentos dominicanos. La palabra para ser dicha es una compilación de sus columnas literarias, entre 1989 y 2004.
Un poeta, ensayista, intelectual, que pese su participación política, no fue parte de escarnios públicos, ni debates y descalificaciones, de los tantos que son comunes en nuestra farándula, pese a que algunos le tocaron muy de cerca.
Nuestras condolencias a su esposa, Miguelina Hernández de Lantigua, a sus hijos José Rolando, Pablo José y María Miguelina, y a sus demás familiares. Nos quedamos entre la legión de amigos que compartimos con José Rafael, disfrutamos de su alegría y su intelecto y sentimos como un gran vacío su ausencia.
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