Hoy en “Libertad bajo palabra”, nuestro invitado es Alberto Martínez-Márquez, oriundo de Bayamón, Puerto Rico, 1966. Ha publicado numerosos ensayos críticos en revistas arbitradas. Entre sus libros, se encuentran: El límite volcado; Antología de la Generación de Poetas de los Ochenta [en colaboración con Mario R. Cancel, 2000]; Las formas del vértigo [poesía, 2001; Premio PEN Club de Puerto Rico]; Frutos subterráneos [poesía, 2007]; Contramundos [cuentos, 2010]; Contigo he aprendido a conocer la noche [poesía, 2011], Muerte en familia [2013]; Avatares de la palabra [ensayos, 2016], La lógica de los ardides [2016; Premio de Poesía del PEN Club de Puerto Rico], Historias amarradas {en colaboración con Emma J. Rodríguez], Supongamos que soy Enderman [cuentos, 2022], Poemas para partirte la cara [2023]  Asimismo, ha publicado el volumen de obras breves y performances Teatro Desechable [Teatro, 2022]. Es fundador y editor de la revista Letras Salvajes (2003-presente).  Actualmente es el Director del Departamento de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla, donde labora como docente desde 1997. También es Coordinador del Programa de Bellas Artes y Director de la Compañía Artem Teatral de esta institución.

La poesía de Martínez Márquez es un viaje hacia la introspección y la confrontación con la existencia. A través de versos el autor indaga en las grietas del ser. El silencio y la ausencia son presencias constantes, tejiendo un tapiz donde la realidad se desdibuja y la búsqueda de sentido se vuelve un eco en el vacío.

Con Alberto Martínez Márquez me une una amistad-hermandad de años. Él es la palabra solidaridad en persona. Recuerdo ese día en una Feria del Libro de Santo Domingo (en la que siempre es un duende protagonista), que le dijo a Clodomiro Moquete de la revista Vetas: "mira, Clomo, él es Valentín. Te lo encargo". Lo demás es historia.

Alberto Martínez Márquez.

Derrota de la espera

rodeado por espesos nubarrones
intento descifrar lo que me aguarda
proclive a los espejos irredentos
cavilo en las ruinas de mi consciencia

preguntas sin respuesta me quebrantan
desatando los nudos del olvido
signos que se invierten en el tiempo
componiendo la imagen de la nada

me atengo al estertor de la memoria
de todo lo que soy y no he sido
asiéndome con voces de la ausencia

las puertas del silencio me acorralan
impregnando de sombras el espacio
con la furia de un sueño inacabado

He perdido caminos

he perdido caminos
en los amores

hasta ahogarme
de niebla
y de olvido

Décima

Cuando esta piel sin historia
haga de la lluvia olvido,
el abismo, renacido,
anulará la memoria.
La mirada, ilusoria,
circundada por ardides,
dará mentís a las lides
de esta vida pasajera.
Fugará la primavera
con su séquito de abriles.

Composición

la música
en mis pupilas
proviene de
una partitura rota
de notas ilegibles

plantado
al borde
de la ventana
escudriño el tiempo

y es cuando escucho
la estridencia
de la sinfonía imberbe
del silencio

Manifiesto

todo se rompe
se deshace
se desintegra

todo se descompone
se diluye
se destruye

todo se desgrana
se pulveriza
se aniquila

en alguna parte
hay partículas
que asoman
de aquello que fue
de aquello que siempre
de aquello que nunca

todo es una nada
que late
que palpita
que permanece
en un yo
que se resiste
a no existir
lejos de las garras de dios

la memoria acuciante
del infinito
retorna al punto cero
de la existencia
donde afirmo
que no existo

Camino inverso (antisoneto)

voy de paso por un vergel de sombras
un camino poblado de oclusiones
donde la luz del sol ya se desdobla
en infinitos rubros del silencio

destino exiliado que cuelga añoso
de la incolora argucia de la tarde
entre espejos que cruzan la arboleda
con imágenes que eclipsan perspectivas

al borde de las horas ya sin pájaros
inefable conjunto de carencias
reposando palabras del olvido

desfase de arreboles en el tiempo
ya se yergue el sopor de la existencia
en secuencia de abismo y desmemoria

Descubro

descubro
lo que soy
cada vez
que muero
en ti

Percepción

un mundo de formas
despliega un haz de sentidos
destellos de una fugacidad permanente
que ocultan los reflejos del mundo
voy en busca de la belleza
más allá de todo aquello
que apenas alcanzo a entender

Reflejo

contemplo una brizna de silencio
en el aire escurrido por mis dedos
la realidad teje el tiempo ido
como un oscuro tapiz
en el que nunca me encuentro

Lustre

lustre
lustre
lustre
los caminos que se cruzan
en el fulgor de las palabras caídas
que se levantan
y
se tuercen
se encaracolan
se enmarañan
lustre
lustre
lustre
en la llama altiva
que entorna en el véspero
su corola de incidencias
lustre
lustre
lustre
donde se miran los ojos
desde la superficie
de un espejo pulido de silencios
lustre
lustre
lustre
consagración de imprevisiones
que copulan bajo la sombra
de un arcano sueño
lustre
lustre
lustre
hedionda pulcritud
de la hosca penumbra
que rutila furibunda
en los confines de un cuerpo
que comienza a
o
p
a
c
a
r
s
e

Las hojas

nadie sabe
a dónde
van a parar
las hojas

su destino
es la distancia
con que se mide
el silencio

Vagabundo del vacío

estoy aquí enmarcado
en un reguerete de sombras
puliendo el silencio
para volver a ser sin ser

la insondable desventura
de un nombre extraviado
en el ojo de la hormiga

Exploración

busco el origen
del eclipse
entre tus piernas
pero me alumbra
tu luna llena

naufrago
en el delirio
para saber
que estamos vivos

Utopía

a Nelly Jo Carmona

una utopía quise escribir
la del pájaro que da vueltas por el aire
y se regodea en la absoluta libertad
quisiera ser ese pájaro
ausente de tantas preocupaciones
ése es el pájaro poeta
cómo yo
que soy poeta
pero no puedo volar
y mucho menos
ser completamente libre
tan solo puedo
vivir del canto
preocupado por existir

Metafísica del tiempo

en el azul
prístino del cielo

mi memoria abraza
para siempre
el vacío

Valentín Amaro

Escritor

Nació en La Piragua, Gaspar Hernández, provincia Espaillat, República Dominicana (1969). Segundo Lugar en el XIX Concurso Nacional de Cuentos de Radio Santa María, Primer y Segundo Lugar en Poesía en el 4to. Certamen Literario de la Universidad Iberoamericana, Premio Jaycees´72 en el 2008. Posee una Maestría en Gestión y Educación Universitaria por la Universidad Católica Santo Domingo. Poemas suyos aparecen en diarios y revistas de su país y el extranjero. Desde el año 2000 pertenezce al Taller Literario César Vallejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es miembro del Ateneo Insular que dirige Bruno Rosario Candelier. Tiene publicado:"En el temblor de las visiones" por la Editora Nacional y Ediciones Ángeles de Fierro, también publicado por Obsidiana Press de West Virginia. Profesor universitario.

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