Cuando a un padre le nace un niño, el mundo le cambia; pero en el futuro, ese hijo puede cambiar el mundo. Por esta razón es tan importante fomentar la lectura en la infancia: para que el niño pueda desarrollar pensamientos propios y luego enfrentar los retos y oportunidades que encontrará en su vida cotidiana.
Al hablar de la necesidad de producir en el país una literatura rica en valores, con temas surgidos de lo sencillo y de lo vivido, dedicada a los más pequeños, no hace falta ir muy lejos ni inventar nada extraño. Ni siquiera es necesario mirar fuera de su propio entorno. Aquí la tenemos: tan elocuente, valerosa y conmovedora que es capaz de despertar sentimientos profundos y tocar la sensibilidad social y humana.
En esa categoría, de manera especial por su forma de contar, combinando color, imágenes y calidad en la impresión, se inscribe el cuento ‘’Odette y las mariquitas de papel’’, de Evelyn Ramos Miranda.
Evelyn Ramos Miranda es poeta, educadora, conferencista, ensayista y narradora de literatura infantil por vocación. Nació en Santo Domingo y es licenciada en Educación Inicial, con una maestría en Administración y Supervisión de Programas de Educación Inicial, ambos títulos obtenidos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde también labora. Es autora de los libros ‘’El país de los dulces’’ (cuento) y ‘’1, 2, 3, lindas poesías para ti’’ (poesía), obras en las que resalta el valor de la literatura infantil como herramienta clave en la educación y formación de los niños desde sus primeros años, con el propósito de crear en ellos el hábito de la lectura y el amor por los libros. Ramos Miranda es especialista en educación inicial (de cero a seis años).
Según ella misma expresa, la literatura escrita para los primeros años de vida ayuda a que surja el amor por los libros, además de transmitir valores como la solidaridad, el amor y el respeto.
Como poeta, es autora del libro de poemas ‘’Al filo del vuelo’’. Su obra más reciente, ‘’Odette y las mariquitas de papel’’, es un bellísimo cuento infantil donde la escritora combina de manera muy acertada las ilustraciones, los colores y la calidad del papel de impresión. Yo lo clasificaría como un libro ideal para niños de siete a diez años. Estoy seguro de que quedarán encantados al leerlo y tocarlo, no solo una vez, sino muchas veces y en distintos momentos. Es un relato breve que transmite un mensaje rico, claro y alegre, basado en un juego que alguna vez fue uno de los entretenimientos favoritos de las niñas, y que hoy ha caído en el olvido debido a la inmensa invasión del celular, la tablet y otros dispositivos electrónicos poco recomendables para niños en edad inicial.
‘’Odette y las mariquitas de papel’’ está estructurado con oraciones y párrafos cortos, fácilmente asimilables, con diálogos vivos, pensados para la capacidad de comprensión de los niños, usando palabras de su dominio, aunque a veces se les escapen un poco de las manos. Está distribuido en 20 páginas, tamaño 8 ½ x 11, más tres páginas con siluetas para recortar, impreso a todo color en papel de primera clase. Las clásicas mariquitas están listas para ser recortadas por las niñas.
Los personajes son cuatro, entre ellos Odette, una niña morenita que es el centro de la historia, caracterizada por su gran curiosidad y sus preguntas poco comunes para su edad. Veamos un fragmento:
“Odette era muy curiosa; regularmente hacía preguntas sobre las cosas más inimaginables que otros niños no pensaban, como: ¿Si en el planeta Marte los pequeños comían palomitas de maíz? ¿O si en el mar los peces soñaban como los humanos?
Pasaba días observando cómo las hormigas excavaban en el suelo hasta construir sus hormigueros. Era capaz de ver una oruga y, en pocos días, contemplar cómo de crisálida se convertía en mariposa. Así, Odette vivía sus días fisgoneando, indagando, descubriendo todo a su paso. El día que no encontraba algo diferente o nuevo, se sentía desmotivada. Ya estaba cansada de jugar con sus amigos juegos de ronda. La casita de Barbie la había remodelado unas diez veces. Las pelotas ya no las quería para jugar. Los aros, las cuerdas, las raquetas de ping-pong, la bicicleta y los patines los tenía en un rincón.” (Págs. 6–7)
Los otros personajes son el papá y la mamá de Odette, la abuela, y las hermanas mariquitas, cuyos nombres son Mairenys y Marielys. Hay un excelente dominio del diálogo, la narración y la descripción, lo cual permite una lectura dinámica, comprensiva, conmovedora y muy disfrutable.
Las ilustraciones de la portada e interiores, así como el diseño y la diagramación, están a cargo de Henry Cid, con la colaboración de Venus Arthemys Azul Ureña Ramos. Fue impreso por Editora Búho, S.R.L., Santo Domingo, República Dominicana, en el año 2025.
La dedicatoria va dirigida a una sobrina de nombre Odette Tejada, quien fue la inspiración del libro; a Marielys y Mairenys Cabral, sus ahijadas, a quienes llama “Mis princesas”, así como a los niños y niñas de la Estancia Infantil de la UASD, al Ministerio de Educación de la República Dominicana y al Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia.
De otro párrafo tomamos estas palabras de la autora:
“Espero que aprecien el valor de la literatura infantil en toda su magnitud y belleza, que generen a través de ella el placer, el autoconocimiento y la interpretación a la hora de desarrollar su propia inteligencia emocional en el mundo circundante que los rodea.”
En la contraportada, la autora también expone la intención del cuento:
“Este cuento infantil relata las aventuras de Odette, una niña curiosa que, junto a sus amigas, las mariquitas de papel, vive muchas aventuras entre lo real y lo mágico. Es un cuento divertido que rescata un juego de épocas pasadas, cuando las niñas pasaban las tardes jugando con muñecas de papel (mariquitas), vistiéndolas y recortándolas.”
La autora muestra un claro interés por situar la narración en el contexto dominicano y vincular a Odette con nuestra identidad mulata. Nos describe una niña morena entre dos niñas blancas, siendo ella el personaje base. La lectura nos presenta elementos de la cultura nacional: el traje típico con los colores de la bandera, platos como el “asopao de gallina”, el “exquisito sancocho”, el “mabí” y “el jugo de caña”, el “jalao” y “el pudín de batata”. También aparecen el carnaval dominicano, los “diablos cojuelos”, las cintas de colores, la comparsa de “Roba la gallina”, “Alí Babá” y las carrozas (Pág. 19).
Se mencionan, además, vestidos de tela de “arroz con coco”, medias con lacitos, zapatos con hebillas, y peinados con muchos moñitos (ver imagen de Odette). Juegos tradicionales como “Que pase la señorita”, “La rueda, rueda” y “Matarile rile” (Pág. 16), así como nuestra música: el “Perico Ripiao”, los merengues con maracas, tambora, saxofón y güira (Pág. 17). Aquí hago una sugerencia a la autora sobre los instrumentos: los más comunes en el merengue típico son la tambora, el acordeón, la güira y, en su ausencia, la guitarra.
En el cuento, Odette, siempre traviesa y curiosa, descubre en una caja el secreto de su abuela. Dentro hay dos hermanas mariquitas que la invitan a entrar. Mágicamente, Odette se convierte en una muñeca de papel, otra mariquita, y entabla con ellas una cordial conversación, construyendo así su propio mundo imaginario y divertido. De esta forma, deja atrás el aburrimiento.
Odette y las mariquitas de papel es una aventura de aprendizaje, entretenimiento y alegría, como la que viven las tres amigas dentro de la caja: Odette, Mairenys y Marielys. Por mi parte, señorita Evelyn, ¡Tiene un 100 y cinco estrellas de puntuación!
Referencia bibliográfica:
Ramos Miranda, Evelyn. Odette y las mariquitas de papel. Editora Búho, S.R.L., Santo Domingo, R.D., 2025.
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