Arma

Esta palabra entró en el español procedente del latín, lengua en la que escrita de esta manera era plural, arma. Llegó en hora temprana a la lengua castellana, se encuentra ya en el Cantar de Mio Cid. Ya en latín tardío aparece con género femenino y en singular.

En el campo semántico la palabra en cuestión es muy importante en español por la gran cantidad de palabras derivadas que ha generado a lo largo de la historia de la lengua. Otras se formaron bajo el influjo de palabras relacionadas ya en latín con arma y que pasaron al español de acuerdo con las grafías del momento.

Otras palabras llevan en su seno arma-. Esas se integraron al español hace mucho tiempo. Hay que tener en cuenta que hubo palabras de origen culto, así como otras de extracción popular que se incorporaron a la que es hoy nuestra lengua común. Eso naturalmente se produjo de modo paulatino. Algunas de estas palabras así asimiladas al español se estudiarán o se mencionarán en el desarrollo de este tema.

Armas y armadura en la Edad Media.

No ha de olvidarse que en la época en que muchas de estas palabras aparecieron en el uso de la lengua que se tornó común, las armas de fuego no habían sido inventadas. De ahí que la palabra misma lleve en su seno parte de su significado. ¿A qué me refiero? Las armas eran extensión del brazo, por eso llevan en su origen lo que en inglés terminó siendo la designación para brazo, en esa lengua arm. Más abajo se explica.

La raíz indoeuropea para arma es ará-h que servía para mencionar el “radio”, uno de los huesos del brazo, ïrmá-h era el brazo completo. Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española (1997:12). En la actualidad existe un sistema de detección, o mejor, de protección contra la violación de propiedad privada que se conoce con el nombre de alarma. ¿De dónde proviene ese nombre?

Alarma

La palabra “alarma” procede del italiano, lengua en la que era un grito, all´arme, “a las armas”. Arme era el plural antiguo de arma en esa lengua. Ya en el año 1307 la voz pasó del italiano al francés, alarme.

¿Cuándo se producía ese grito de acudir a las armas, de armarse?

Era sobre todo cuando en los pueblos se detectaba que algún enemigo se acercaba. En la medida en que los poblados fueron creciendo, el grito se transformó en una señal dada mediante el sonido de campanas. Los pobladores acudían a los lugares fortificados, amurallados, mejor defendidos. Eran operaciones y desplazamientos previstos para estos casos. Ya con las armas a su alcance podían defenderse. Era un llamado al combate.

¿Dónde guardaban las armas estos vecinos?

En un lugar cuyo nombre sorprenderá a muchos, en los armarios. De arma es de donde le llega el nombre a este mueble. Confieso que antes de adentrarme en el estudio de la etimología nunca sospeché que armario tuviera relación alguna con las armas.  Luego en el desarrollo de este artículo se verán las palabras relacionadas con alarma. El armario se desempeñaba en tanto depósito de armas o arsenal. Armario viene del latín armarium. Al principio se guardaban allí instrumentos y herramientas sin especialización para la guerra.

¿La palabra alarma tiene relación con arma?

No ha cambiado el concepto que se tiene acerca de la palabra alarma. La noción es, “aviso o señal de cualquier tipo que advierte de la proximidad de un peligro”. En tiempos remotos fueron gritos, voces, campanadas, para alertar de la inminencia de un riesgo, amenaza o peligro.

Lo que ha cambiado es la forma de prevención o denuncia de que alguna acción está ocurriendo y se avisa para evitarla o disuadir a los autores. En último caso, para enfrentar la situación que se anuncia mediante la alarma. Es por medio de mecanismos electrónicos que funcionan estos dispositivos modernos. Las cámaras instaladas muestran en algunos casos lo que sucede en el lugar monitoreado. Hay compañías dedicadas a vigilar y evitar que acciones indebidas ocurran. En caso de que no las eviten, avisan en el mismo instante en que suceden. También sirven para avisar de inmediato de la ocurrencia de accidentes.

La palabra alarma se halla en el año 1548 mencionada en el habla de los habitantes de la península ibérica. Hay testimonios de que el verbo alarmar se usaba en el año 1723. Estos son los años en que se documentan por primera vez el uso, o mejor, la documentación de la existencia de esas dos palabras. Por los años que se mencionan aquí, se notará que transcurre un tiempo largo entre la aparición en italiano, francés y, sobre todo en español.

No cabe duda de que la palabra alarma ha mudado de ámbito de acción. En sentido figurado se la encuentra en psicología para expresar temor, aprensión. El verbo alarmar se acepta en tanto modo de crear inquietud, desasosiego.

A la lengua portuguesa llegó la palabra alarma desde la lengua francesa al igual que en español. Llegó en fecha tardía, pues se la documenta en el siglo XVI, aun cuando el llamado a las armas se conocía desde el siglo XIII.

Soldados medievales con armas y armaduras.

Es interesante destacar como muchas palabras del acervo lingüístico, evolucionan no solo en su grafía, sino también en cuanto a su significado. Puede llegar a cambiar tanto las acepciones que algunas terminan significando una cosa y su opuesto. Otras van sumando nuevas acepciones o matices. En algunas ocasiones el léxico sirve para esclarecer las circunstancias históricas; en otras sigue el desarrollo de acontecimientos documentando lo sucedido.

Para entender el asunto del grito o llamado de alarma hay que tener en cuenta que algunas poblaciones se concentraban en puntos geográficos más fáciles de defender por su ubicación, cerca de ríos, montañas, por difícil accesibilidad, etc. Por lo general los habitantes se replegaban a sus viviendas con la caída de la noche. Para poder avisar de la aproximación de enemigos los poblados contaban con centinelas apostados en lugares elevados que escrutaban el horizonte, afinaban el oído y se mantenían alertas para en caso de necesidad dar la señal de alarma. Centinela es palabra que llega también del italiano sentinella, encargado de sentire, en esa lengua, oír.

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Diccionario de autoridades.

El término alarma consta ya en el Diccionario de autoridades (1726:160) con una descripción en la que se subraya la incitación a las armas mediante señal a gritos o instrumentos de guerra para que ayuden a la defensa cuando imprevistamente son atacados o creen serlo. Hubo que esperar hasta el año 1803 en que destacan las características que existen todavía.

En un párrafo más arriba se mencionó que algunas palabras son formadas por derivación (derivadas) de otra formada a su vez por derivación directamente de una raíz. Derivadas de arma. Se anunció que se tratarían algunas de éstas más abajo. Este es el lugar para empezar con algunas de ellas.

Armadura

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La acepción del sustantivo armadura se ha mantenido casi inalterado a través del tiempo. Actualmente es el conjunto de piezas defensivas con que se revestían los combatientes. El verbo aparece en pasado porque ese tipo de protección poco se usa porque las armaduras no son efectivas ante armas modernas. Es palabra tomada del latín armatura. Puede añadirse que el arcángel san Miguel, san Jorge y otros santos guerreros llevan armaduras en las representaciones que de ellos se hacían o se hacen; por esto se ha considerado la armadura misma como un símbolo de la caballería en la Edad Media. Diccionario de símbolos y mitos (1980:78). ¿El sustantivo armada también tiene relación con arma?

Armada

Armado en su desempeño como adjetivo es “provisto de armas”. No se queda en el ámbito de las armas, pues también se aplica a instrumentos y utensilios. El dominicano utiliza este adjetivo para el cemento u hormigón reforzado con barras metálicas (varillas). Hay una acepción de armada en funciones de sustantivo que entró en el uso hace relativamente poco tiempo en el léxico cotidiano dominicano, “conjunto de fuerzas navales de un Estado”. Por su origen es quizás la más española de las acepciones derivadas de arma.

Diccionario del español dominicano.

En el habla dominicana he oído utilizar que una persona  está artillada para denotar que tiene armas consigo, especialmente de fuego cuando ella no acostumbra a portarlas. El Diccionario del español dominicano (2024:54) recoge cuatro acepciones para el verbo artillar(se). Son acepciones exclusivamente dominicanas. “Proveer de lo necesario para realizar una tarea”. Este verbo también se usa como intransitivo pronominal. “Preparar o manipular un arma de fuego para disparar”. La última es “Proveerse de bebidas alcohólicas”. Es la que más se disfruta. Un poeta diría que estas son “armas embriagantes”. ¿Tiene el sustantivo gendarme alguna relación en su composición con lo aquí tratado?

Gendarme

Esta palabra vino al español directamente desde el francés. Esta palabra la tomó el español del francés no hace demasiado tiempo. Todavía en el diccionario académico de 1832 no se consignaba. Fue tomada en su origen del plural francés gens d´armes, gentes de armas. Los peninsulares utilizan esa voz para mencionar a un agente de policía. En el español dominicano la voz casi no tiene circulación.

Es difícil concluir con este tema sin añadir unas pinceladas con colores dominicanos a este tema. Copiaremos algunas locuciones propias del español dominicano formadas con ayuda de dos palabras y un verbo estudiados aquí. Son tomadas del Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:27-8).

Diccionario fraseológico del español dominicano.

Arma

Arma de doble filo. 1. Asunto con repercusión contrapuesta. Instrumento útil pero peligroso. Alzarse en armas. Sublevarse. De armas tomar. Persona valiente y decidida. Entregar las armas. Rendirse sin oposición. Pasada por las armas. Mujer que no es virgen por haber sostenido relaciones sexuales. Pasar por las armas. 1. Tener sexo con una mujer. 2. Despojar de la virginidad a una mujer. 3. En beisbol, ponchar o eliminar a un jugador por fallar tres veces el intento de batear la pelota. 4. Fusilar, degollar.

Armario

Echarse el armario encima. Vestirse de forma elegante con la mejor ropa. Tirarse el armario/la percha. Vestir con elegancia sus mejores trajes.

Armar(se)

Armarse algo. Producirse una situación para la trifulca. Armarse de valor. Ser capaz de enfrentar cualquier cosa. Armarse el avispero. Complicarse o alterarse el orden en una situación. Armarse la de amansa gatos. Formarse una fuerte pelea. Riña o discusión acalorada. Armarse la del carajo. Producirse una situación de desorden. Armarse la gorda. Generarse problemas, disputas, contiendas o trifulca. Armarse un briclí. Crearse súbitamente un lío, desorden, disputa o reyerta.

Hay muchas palabras más que forman parte de esta familia de palabras que comparten la misma raíz de las que se han estudiado más arriba. Entrar en detalle con respecto a ellas, sería abusar del tiempo y la paciencia de los lectores. Armero, armería, armador, armamento, armazón, desarme, rearme, hasta inerme.

Roberto Guzmán en Acento.com.do

Roberto Guzmán

Lingüista

Lingüista. Miembro correspondiente De la Academia Dominicana de la Lengua. Miembro del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía.

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