Algunas semanas después de que Juan Bosch tomara el poder el 27 de febrero de 1963, políticos en Santo Domingo ya planteaban abiertamente un golpe de Estado.
Aníbal Campagna, senador de la Unión Cívica por la provincia de Santiago, fue convocado a una reunión para discutir el tema y se lo confesó a José Augusto Vega Imbert en la playa de Sosúa durante la Semana Santa de 1963. Días después, el senador Campagna renunció de la Unión Cívica y se declaró independiente.
Los meses pasaron y a finales de junio Bosch le habló al pueblo denunciando que había sectores conspirando. Mencionó a un militar apellido Haché (del este) y al padre Marcial Silva. Fue en esa alocución que Bosch, según recuerda Vega lmbert en conversaciones con ACENTO, expresó una frase que se hizo popular: “Si en este país va a haber un golpe de Estado, va a durar lo que dura una cucaracha en un gallinero”.
Para un grupo importante de políticos y la sociedad civil, era una barbaridad que ese gobierno, el primero electo democráticamente, no cumpliera su periodo. Entonces, dice Vega Imbert: “convencí a dos o tres amigos para hacer una reunión y redactar un manifiesto tomando lo que había dicho Bosch como una verdad y oponiéndose a que pudiera haber un golpe de Estado. Y el 15 de julio de 1963 publicamos en el periódico La Información, de Santiago, un comunicado”.
El documento, titulado "Un alerta a la ciudadanía", decía lo siguiente: “Los abajo firmados, ciudadanos dominicanos, libres de vinculaciones políticas o partidistas, impregnados únicamente de un alto espíritu democrático, y frente a los insistentes rumores y comentarios que circulan por todo el país, según los cuales la vida democrática e institucional de la nación corre un inminente peligro, han considerado su deber manifestar públicamente su más enérgico repudio a toda medida o actuación que tienda a quebrar nuestro orden constitucional, y en consecuencia, invitar por este medio a toda la ciudadanía, y principalmente a todos los hombres públicos honestos del país, para que, sin distingos de banderías partidistas o ideológicas, cierren filas en defensa de nuestra constitución”.
El comunicado apareció firmado por 22 personas que no guardaban relación con el PRD, simplemente consideraban que era un despropósito que se conspirara contra un primer gobierno democrático, y sus nombres eran: Luis Bircann Rojas, Salvador Jorge Blanco, Marco A. Cabral, Rafael Cantisano A., Higinio López, J. A. Corominas, Rafael Sagredo, Vanesa Vega de Bonnelly, L. Enrique Franco, Carlos Sully Martínez, Eladio Knipping, Pedro Jaime González, José Augusto Vega Imbert, Contado González Monción, Teresita Rojas de Cantisano, José A. Michel, Eladio Mella, Manuel de Jesús Guzmán, Humberto Castellanos de Orville, Manuel Ulises Bonnelly, Dagoberto Martínez y Simón Tomás Fernández.
A los pocos días de publicarse el comunicado, el presidente Bosch mandó al secretario de su partido, Ángel Miolán, encabezando una comisión, a reunirse con los firmantes para agradecerles. Ese fue el primer paso hacia un acercamiento entre Bosch, el PRD y ese grupo.
El 16 de agosto, un mes después, se celebra el centenario de la Restauración con una gran fiesta en Santiago y Juan Bosch inaugura el Instituto Superior de Agricultura que el sector privado había hecho, y le ofrece a Salvador Jorge Blanco la Procuraduría General de la República. Jorge Blanco la rechazó.
El 25 de septiembre se materializó el golpe de Estado contra Bosch y ahí comienza una nueva etapa, que es la que conduce a la revolución de abril.
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