A seis meses de haber colapsado el techo de la discoteca Jet Set, el ruido ensordecedor del desplome todavía resuena en los oídos de Patricia Ovalle, una de las sobrevivientes del colapso que cobró la vida 236 personas y dejó más de 180 heridos.
“Todavía tengo en mi memoria y en mis oídos el bum y como cayó todo… Y la gente pidiendo auxilio. Son cosas que no se van a olvidar, son heridas que cada vez que llega ese día se abre de nuevo”, relató Ovalle, con la voz entrecortada, al recordar los momentos que vivió tras el derrumbe la madrugada del martes 8 de abril.
Patricia Ovalle, integrante de Los Haineros Dorados, manifestó que 26 de ellos asistieron a la presentación del merenguero Rubby Pérez y 12 fallecieron en el siniestro.
“Fueron muchos los que se fueron. Quiero que se haga justicia para todas las personas que cayeron… a todas las personas, no nada más a los dorados”, expresó.
Sobre su recuperación, indicó que esta ha sido larga y dolorosa, con varias recaídas y que continúa recibiendo terapias.
Ovalle lamentó que el caso no es tan notorio como en meses anteriores, indicando que ha perdido fuerza en la opinión pública, pero espera que el tiempo no apague las voces que claman justicia por las víctimas de aquella noche.
“No se oye mencionar tanto como al principio, no sé qué pasa”, enfatizó.
De su lado, el presidente de Los Haineros Dorados, Héctor Rincón manifestó que, aunque la justicia mantiene el caso en un profundo letargo, el 8 de cada mes exigirán justicia por los 12 miembros de su organización que perecieron, así como por las demás víctimas.
“Los días 8 de cada mes vamos a venir aquí a reclamar justicia. Todos los días incluyen una cosa diferente para que cancelemos y no volvamos, pero mientras exista un dorado vamos a estar aquí presente”, precisó.
Asimismo, Mario Berroa, también miembro de Los Haineros Dorados, manifestó que la justicia esta “agarrada de los más poderosos del país”, pero debe de actuar correctamente, indicando que las leyes están hechas y deben ser aplicadas.
“La justicia siempre ha estado agarrada de las manos con los poderosos de este país, pero vamos a pedirle que se suelten por un momento y apliquen la ley como tiene que ser. Todos sabemos que el dueño de la discoteca no quiso realmente que esto pasara, no creo que alguna persona quiera que algo así pase, pero pasó. Entonces él tiene que cargar con sus responsabilidades y enfrentar la situación”, señaló Berroa.
Destacó que la organización no está facultada para tomar ninguna acción legal, pero mantienen la esperanza de que alguna asociación competente tome carta en el asunto y se pueda hacer justicia.
“Nosotros, como agrupación, realmente no podemos hacer nada, pero estamos firmes y vendremos todos los meses hasta que se cumpla con la justicia y se haga realmente lo que tiene que hacerse. Aunque sea uno de los dorados va a venir y el ocho de cada mes”, enfatizó.
El lunes 7 de abril de 2025, la discoteca Jet Set, conocida como el corazón de la vida nocturna en la capital dominicana, vivía una noche más de música y celebración con la presentación de Rubby Pérez. Sin embargo, lo que prometía ser una noche inolvidable se convirtió en una tragedia cuando, pasadas las 12:44 a.m. parte del techo cedió sobre la pista de baile, quedando los asistentes atrapados bajo los escombros.
La tragedia dejó un saldo de 236 personas muertas y más de 180 heridas.
Por el hecho, el Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso el pago de una garantía económica de 50 millones de pesos como medida de coerción contra los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, así como impedimento de salida del país y presentación periódica, al tiempo que declaró el caso como complejo, dado el volumen de víctimas, pruebas y denuncias involucradas.
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