Este jueves 10 de abril, unos minutos antes del que reloj marcara las 10:00 a.m., dentro de un ataúd sellado, llegó al Teatro Nacional Eduardo Brito, el cuerpo sin vida del merenguero Rubby Pérez, para darle el último adiós.
En las afueras del Teatro Nacional, los compañeros de clases de la hija menor del artista coreaban su canción Buscando tus besos, mientras cientos de ciudadanos esperaban en dos filas para poder acceder al lugar, desfilar por el pasillo con alfombra roja mientras veían el féretro sobre el cual había un sombrero blanco y unas gafas.
Al bajar los escalones de la explanada del Teatro Nacional, una fémina de cabello canoso, vestido azul claro, mochila verde y sandalias negras predicaba la palabra de Dios y hacia un llamado de arrepentimiento, indicando que la tragedia del martes fue "un mensaje de alerta".
"Dios mío que abuso, uno dura un rato en la fila para entrar y aquí no te dejan ni acércate", se escuchó decir una mujer vestida con un pantalón negro, blusa y zapatos blancos. Una vez dentro del lugar, los allegados y figuras reconocidas pasaban al lado derecho, en tanto que los ciudadanos solo entraban por una puerta y salían por otra, dirigidos por miembros de la Policía Nacional.
Cinco coronas de rosas blancas y 3 arreglos florales estaban en el centro del salón, detrás del féretro. A la izquierda se encontraban familiares y allegados, mientras que del lado derecho estaba el coro cristiano y figuras destacadas.
Aproximadamente cada tres minutos se hacían los cambios para hacer guardia de honor.
En silla de ruedas y con un pie vendado tras recibir atenciones médicas el martes, luego del derrumbe de la icónica discoteca capitalina Jet Set, ingresó el corista y nuero de Rubby, quien fue levantado de la silla para hacer guardia de honor. Tras unos segundos de pie, rompió en llanto, y fue consolado por el humorista Liondy Osoria.
En un ambiente triste, nostálgico y desconsolador, se escuchaba la melodía de un saxofón tocando Volveré, mientras Fefita la Grande, Vladimir Dotel, El Prodigio y Aramis Camilo, hacían guardia de honor.
Durante unos minutos, el ataúd fue dejado solo, y su hija Zulinka Pérez, entonaba Color de rosa, la última canción que cantaba el artista al momento de la tragedia. Además, cantó El poder de tu amor, entre otras alabanzas.
"Llegó el Mayimbe. Mira acaba de entrar Fernandito", decían los presentes tras la llegada de Fernando Villalona, quien, vestido de negro, hizo acto de presencia en el funeral con una foto suya y de inmediato pasó a hacer guardia de honor.
Diversas personalidades como los merengueros Eddy Herrera, Manny Cruz, Julianna Oneal, así como la exministra de Cultura, Milagros German, expresaron a los medios su el lamento por la muerte del ícono del merengue.
Eddy Herrera explicó a los medios de comunicación, que el manager de Rubby Pérez, Fernando Soto le informó que al artista no le tocaba cantar el día de la tragedia, sino el 14 de abril, pero decidió adelantar la fecha.
"Rubby, como siempre tan noble y dispuesto, dijo sí, vamos", manifestó.
Roberto Antonio Pérez Herrera, nombre de pila del artista, perdió la vida la madrugada del martes 8 de abril, tras el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, mientras cantaba su repertorio en la denominada fiesta de los lunes.
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